¿Cómo puedo rendir homenaje a mi abuela fallecida?
Una abuela es una segunda madre.
Cuando tus padres trabajan todo el día, tu abuela se convierte en tu niñera.
¡Y qué niñera!
Contigo puede disfrutar de todas las experiencias que se perdió con sus propios hijos.
Probablemente trabajaba o no sabía lo rápido que pasaba la infancia.
Ahora recupera el tiempo perdido contigo.
Por ejemplo, mi suegra suele decir que siente que el amor que siente por sus nietos es más intenso que el que siente por sus hijos.
Personalmente, creo que esto se debe a que ha olvidado los momentos de euforia que sintió la primera vez que tuvo a su bebé en brazos.
Ahora, cuando compara a sus nietos con su hijo, piensa: “¡Pero si ese grandullón no es nada comparado con ellos!
Por desgracia, una abuela no puede vivir eternamente.
Cuando tuve que presentar mis respetos a mi abuela fallecida, tuve que enfrentarme al hecho de que todas las personas a las que quiero me dejarían algún día.
Estos preciosos momentos desaparecen y se convierten en un dulce, pero también doloroso recuerdo.
La muerte de una abuela puede cambiar tu vida radicalmente.
Seas niño o adulto, el choque de la separación es real y brutal.
Quiero rendir homenaje a mi difunta abuela, ya que siempre fue un gran apoyo para mí.
Pierdes a tu mejor, a tu confidente y a tu pilar.
Homenaje a mi difunta abuela
Puedes homenajear a tu abuela de muchas maneras.
Ya sea un mensaje corto, un texto o un poema, todo vale.
Lo más importante es que te sientas cómodo hablando de tus sentimientos y de los hermosos recuerdos que aún os unen.
La muerte de una abuela suele ser la primera toma de conciencia de la mortalidad.
Rendir homenaje a mi difunta abuela me enseñó a disfrutar de cada momento de la vida.
De hecho, a menudo tendemos a creer que las personas a las que queremos nunca nos abandonarán.
Pensamos que toda la vida estarán ahí para apoyarnos, animarnos y ayudarnos.
Por desgracia, la conciencia de la mortalidad forma parte de la vida.
Es un paso esencial.
Pero también puede ser positivo.
Puede ayudarte a comprender que la vida es corta y que debes aprovechar al máximo cada momento.
Tienes que hacer un trabajo que te guste y rodearte de personas cariñosas y generosas.
Para celebrar el amor que te unió a tu abuela, he preparado mi selección de los mensajes, textos y poemas más bonitos.
1. Quiero rendir homenaje a mi abuela fallecida. Esta mujer tenía una fuerza increíble. Era dulce y paciente. Gracias a ella, conseguí encontrar mi camino y ser feliz.
2. Abuela, eras una mujer maravillosa. Siempre recordaré tus palabras de ánimo. Tenías el don de dar siempre el consejo adecuado. Gracias por todo. ¡Gracias por tu generosidad!
3. Hoy me resulta difícil rendir homenaje a mi abuela fallecida. No puedo creer que ya no esté con nosotros. Echaré de menos su sonrisa, su alegría de vivir y su espontaneidad.
4. Sólo han pasado unos días, pero ya te echo muchísimo de menos. ¿Quién va a escucharme lamentarme y decir ‘es un completo imbécil’? Nadie tiene tu sinceridad y buen humor. Adiós.
5. Mi querida abuela, Dios ha decidido que eres demasiado valiosa para vivir en este mundo vil y tóxico. Así que te llamó de nuevo a Él. Espero que me estés mirando y que estés orgullosa de mí. Te quiero…
6. ¡Pensé que podría rendir homenaje a mi abuela muerta delante de todos vosotros! Pero no encuentro el valor, ¡sólo escribiendo este mensaje siento que se me saltan las lágrimas! Sé que a ustedes también les asombraba su abnegación, su fuerza y su generosidad. El mundo necesitaba una persona así. Ahora ya no tendrá sentido.
7. Sabía que no vivirías para siempre, pero tu muerte siguió siendo un shock. Me diste tanto amor. No sé si volveré a sentir tanto apoyo y comprensión. Te quiero, ¡incluso en el cielo!
8. Rendiré homenaje a mi abuela fallecida de la misma manera que ella vivió: ¡con humor! 9. ¡La abuela llama tres veces si quieres salir del ataúd! El mundo se va al infierno, ¡no es momento de dormir!
9. ¡Qué belleza de alma! 10. ¡Qué grandeza! Y sobre todo, ¡qué presencia! Podías iluminar cualquier lugar. Hacías interesante cualquier conversación. Abuela, me has enseñado tantas cosas. Muchas gracias. Disfruta de tu descanso eterno, ¡te lo has ganado!
10. Amor Abuela… Siempre permanecerás joven y hermosa en nuestras mentes. Nos enseñaste a ser fuertes y a seguir nuestros sueños. Como regalo para ti, te debemos alcanzar todas nuestras metas y hacer que te sientas orgullosa
11. Hoy quiero rendir homenaje a mi difunta abuela. Aunque el dolor todavía es demasiado, tengo que deciros lo excepcional que era esta mujer. Era un alma pura y siempre intentaba ayudar a sus semejantes. Sin ella, habríamos estado perdidos. Sin ella habríamos acabado nuestras vidas antes incluso de haber empezado. ¡Gracias, abuela!
12. Abuela querida… Fuiste el sol de mi vida. Ahora harás reír a los ángeles y les darás tu calor. Te echaré de menos, ¡pero sé que seguirás vigilándome desde arriba! ¡Muchas gracias!
13. Homenaje a mi abuela muerta: ¡qué suerte tienen los ángeles! Nunca han recibido un alma tan pura y gentil en su reino. Sé que brillarás allá arriba, tanto como has brillado entre nosotros. Disfruta de tu viaje, ¡te mereces la paz eterna!
14. 14. Sin ti, abuela, me habría perdido más de una vez. ¿Cuántas veces me has llamado al orden? ¿Cuántas veces me has salvado de mis demonios? ¡Gracias por todo! No te preocupes por mí, ¡tú me lo has enseñado todo! ¡Así que haré todo lo posible para que te sientas orgulloso!
15. Rendir homenaje a mi difunta abuela sería como hacer una lista de todas las cualidades que existen. Sería interminable. Así que sólo diré que echaré de menos a esta mujer excepcional desde el fondo de mi corazón.
16. ¡Qué triste estoy! He perdido a mi mejor amiga, mi confidente. Nadie podrá sustituirte jamás. Siempre fuiste una persona especial. Quiero que sepas que rezaré por tu alma todos los días.
17. Hace tiempo que me preparo para tu muerte. Pero todavía no puedo creerlo. Comprendo que Dios, en su infinita sabiduría, haya elegido un alma como la tuya para unirse a Él, pero estoy triste. Pero, ¿no dicen que los mejores se van primero?
18. ¡Te fuiste demasiado pronto! Siento que no tuve tiempo de decir todo lo que tenía que decir. Siento que no aprendí lo suficiente de ti. ¡Lamentaré cada momento que me perdí contigo!
19. Hoy quería rendir homenaje a mi abuela muerta con palabras prestadas: “Ahora conozco los misterios, los secretos y ya nada es igual. Siento que me llamas. Recuerdo suavemente el calor, la felicidad de tu voz arrullándome eternamente…”. (Te ciernes sobre mí, Nativa)
20. Algunos dicen que no se puede vivir sin comida ni agua. Otros dicen que no se puede vivir sin amor. Yo estoy de acuerdo con esto último. De hecho, ¡no sé cómo voy a vivir sin ti! Te quiero
21. Cuando entro en tu casa, todavía siento que oigo tu risa. Cuando veo la televisión, oigo tus pasos. En mi vida, nadie ha demostrado más comprensión y generosidad que tú. ¡Te quiero, abuela!
22. Homenaje a mi abuela fallecida: ya no eres un ángel en la tierra, ahora vuelas entre los tuyos. Deben estar felices de volver a verte. Me verán llorar y contar historias sobre ti. Pero que sepas que todo esto saldrá de mi corazón, de mi corazón herido, pero feliz de haberte conocido.
23. ¿Cómo sé que ahora eres feliz? Sé que fuiste feliz entre nosotros, rodeado de amor y dulzura. Espero que tengas la oportunidad de sentir lo mismo en el cielo.
24. Si no me hubieras amado incondicionalmente, nunca habría sabido lo que es el verdadero amor. Espero que aún sientas lo que yo siento por ti. 25. ¡Espérame allá arriba y recíbeme con los brazos abiertos!
25. Qué bellos momentos compartimos juntos en la tierra. Espero que yo también tenga la suerte de acabar en el cielo como tú. Así podrás seguir burlándote de mis decisiones desde tu muerte.
26. No fui un niño fácil. Cuando mis padres no podían conmigo, siempre llegabas tú en tu caballo blanco para salvarnos. Tu increíble bondad e inagotable generosidad nos permitían ver la luz al final del túnel. Gracias, abuela.
27. Me resulta difícil rendir homenaje a mi abuela fallecida. Todavía estoy en estado de shock… Pero quería deciros que la quería mucho. Y sé que ella también me quería. Fue la única persona que tuvo la paciencia de sentarse conmigo e intentar comprenderme. Se lo agradezco de todo corazón.
28. Abuela, ¡siempre fuiste una estrella del rock! Ahora harás bailar a los ángeles. Gracias a ti, por fin se divertirán.
29. Abuela querida, tenías una fuerza increíble. Nunca dejaste que nadie te pisara. Espero tener algún día la misma audacia y tenacidad que tú. ¡Buena suerte, mi querido ángel!
30. Al parecer, cuando nací dijiste que era un ángel enviado del cielo. Pero tú eras el ángel de nuestras vidas. Ahora has vuelto al cielo. Todo lo que tenemos que hacer es estar agradecidos por haber compartido parte de nuestras vidas contigo
31. Ayer quise rendir homenaje a mi abuela fallecida, pero las emociones fueron más fuertes que yo. Su fallecimiento dejará una huella indeleble en mí. Pero voy a ser fuerte, porque sé que eso es lo que ella habría querido. Gracias, abuela.
32. Nunca he visto a una mujer tan valiente como tú. Toda mi vida he intentado seguir tu ejemplo, pero ni siquiera puedo acercarme a ti. Aún me queda mucho por aprender y por vivir para ser como tú. Espero poder hacerlo y que estés orgullosa de mis logros.
33. 33. ¡Incluso a tu avanzada edad, eras un pin-up! Ninguna mujer podía competir contigo. Recuerdo las historias del abuelo sobre cómo tuvo que luchar para que te fijaras en él. No me sorprende. Sólo me decepciona no haberlo heredado de ti. ¡Que tengas una buena eternidad!
34. Me dejaste solo. Estoy hecha jirones, pero no te culpo. Sé que tenías que seguir tu camino, hacia otros cielos. Gracias por todo lo que me has dado.
35. Te quiero, abuela. Sé que me oyes ahí arriba. Al fin y al cabo, ¡siempre te ha gustado escuchar a escondidas! Observa todo lo que hago, así podrás reírte mejor de mí cuando me reúna contigo.
36. Se me ha roto el corazón. Por primera vez en mi vida, entiendo lo que eso significa. Sé que el tiempo cura las heridas, pero no estoy seguro de querer curarlas. Después de todo, ¡esto es todo lo que me queda de ti!
37. Un homenaje a mi difunta abuela no estaría completo sin su lección de vida más importante: “Cariño, si él/ella dice que has engordado, ¡dile que es porque no te da suficientes orgasmos!”. Esta es una perla que tenía que compartir con todos vosotros. Tengo que recordarme su presencia con humor, porque si no me vendría abajo.
38. Qué alegría ha sido conocerte. ¡Doy gracias a Dios todos los días por haberme permitido crecer contigo! ¡Buena suerte, abuela!
39. Trato de ocultar mi dolor, pero en el fondo de mi corazón, la tristeza está presente. ¡No puedo imaginar un mundo sin ti! Agradezco haber podido recorrer un pequeño camino contigo.
40. Me duele el alma, me llora el corazón. Pero tengo que rendir homenaje a mi abuela fallecida, porque era la persona más importante de mi vida. Sé que todos comprendéis mi dolor infinito
41. El amor sólo fue real porque me abriste tu corazón. Nunca me he sentido tan segura como en tus brazos. Te quiero, abuela. Gracias por cada recuerdo que hicimos juntos.
42. 42. Mi amor por ti no cesará porque te hayas ido al cielo. Abuela, te quiero con todo mi corazón y pensaré en ti todos los días de mi vida. ¡Gracias por hacerme reír tanto!
43. Tu generosidad sólo era comparable a tu humor. Siempre pensé que los viejos eran aburridos, pero tú me hacías reír a carcajadas. Perdón por el mal juego de palabras. Quiero que sepas que me siento honrado de ser tu nieto/a.
44. Hoy siento una profunda necesidad de rendir homenaje a mi difunta abuela, ya que su vida merece ser celebrada. Siempre fue un pilar en nuestras vidas. Sus consejos nos mantuvieron en el buen camino, su generosidad nos alimentó y su sentido del humor nos enseñó a no tomarnos demasiado en serio. ¡Gracias, abuela!
45. No sé si podré vivir sin ti. Sé que tengo que hacerlo, pero me invade una profunda tristeza. Lo único que me hace seguir adelante son todos los buenos recuerdos que hemos compartido.
46. Rendir homenaje a mi abuela fallecida es doloroso para mí. Imagino que también lo es para ti, porque la querías mucho. Siempre me contaba lo difícil que fue su infancia. Por eso quería darme todo lo que ella no tuvo. Y Dios sabe que me mimó. Se lo agradezco de todo corazón.
47. Es triste para mí tomar la palabra para rendir homenaje a mi abuela fallecida. Por eso he elegido este mensaje. Esta mujer increíble me ayudó a superar mis dificultades, guió mis pasos y, sobre todo, siempre tuvo paciencia. Y mi corazón está lleno de gratitud por estas razones. Gracias, abuela.
48. Querida abuela… Siempre estabas orgullosa de tus hijos y nietos. Pero ¿sabías que nosotros también estábamos orgullosos de ti? Cada uno de nosotros puede contar una docena de historias sobre tu generosidad, apoyo y ánimo. De parte de todos nosotros, ¡gracias!
49. Siempre te vi como la historia andante de nuestra familia. Tenías una memoria increíble y un talento innegable para contar historias. Lo echaré de menos. Que Dios te bendiga y te proteja en la otra vida.
50. Texto para mi difunta abuela
Este es mi mejor homenaje a mi difunta abuela:
Lo que diste quedará de ti
en vez de guardarlo en cofres oxidados.
Quedará de ti, de tu jardín secreto,
una flor olvidada que no se marchitó.
Lo que has dado, en otros florecerá.
Quien pierde su vida, un día la encontrará.
Una lágrima caída quedará de ti,
una sonrisa brotada en los ojos de tu corazón.
Lo que quedará de ti es lo que has sembrado,
lo que has compartido,
a los mendigos de felicidad.
Lo que has sembrado, en otros germinará,
el que pierde su vida, un día la encontrará.
(Quedará de ti, Paulette Streel)
51. Hermoso texto para su abuela
Hoy nos reunimos para rendir homenaje a mi difunta abuela…
¡Te queríamos tanto!
Te encantaba vivir con nosotros, ¡tanto como a nosotros vivir contigo!
Cada día dejabas entrar la luz del sol en tu corazón y en tu casa.
Te encantaban las reuniones familiares.
Así que imagino que hoy te alegras de vernos a todos juntos.
Dios misericordioso, acógela en tu reino.
Aunque nos dejes solos con nuestra tristeza,
ella merece estar entre tus ángeles.
Te pedimos que nos des la fuerza para superar este dolor.
Ayúdanos a aceptar la vida sin ella.
Abuela,
Sé que te hubiera gustado ver crecer a tus nietos.
Por desgracia, el destino decidió otra cosa.
Pero no te preocupes.
Les contaré lo genial que eras.
Les contaré tus locas experiencias.
Y les contaré lo fuerte y valiente que eras.
Como regalo final,
tenemos esta canción para ti:
Nuestras faltas nos separan, tu gracia nos une;
La alegría de tu victoria ilumina nuestra noche.Tú eres nuestra esperanza en medio de nuestras divisiones;
Más alto que nuestras ofensas está tu perdón.Señor, mira la miseria de los hambrientos.
Comparte con todos nuestros hermanos el pan de la unidad.Bendito el corazón de los pobres que buscan la unidad.
Benditos sean en tu Reino los hermanos que han sido encontrados.Haz crecer el amor de tu casa en nuestra espera;
El Espíritu en el silencio hace nuestra comunión.Tu cruz es la luz que nos ha reunido:
¡Oh alegría de nuestra tierra, tú nos has redimido!La muerte es tragada, somos liberados,
Que tu vida estalle en nosotros, ¡oh Señor resucitado!(Señor, reúnenos)
52. Poema para mi difunta abuela: Estoy al otro lado de la carretera (Henry Scott-Holland)
La muerte no es nada,
Sólo estoy de paso, en la habitación de al lado.
Yo soy yo. Tú eres tú.
Lo que fui para ti, lo sigo siendo.Dame el nombre que siempre me diste
háblame como siempre lo has hecho.
No uses un tono diferente, no suenes solemne ni triste.
Sigue riéndote de lo que nos reíamos juntos.Reza, sonríe, piensa en mí, reza por mí.
Que se pronuncie mi nombre en casa
como siempre se ha hecho,
sin énfasis de ningún tipo,
sin rastro de sombra.La vida significa todo lo que siempre ha significado.
El hilo no se corta.
¿Por qué debería estar fuera de tus pensamientos
simplemente porque estoy fuera de tu vista?
No estoy lejos, sólo al otro lado del camino.Ya ves, todo está bien.
53. Poema para mi abuela muerta: Es sólo la muerte (Victor Hugo)
He aquí el poema más hermoso que encontré para rendir homenaje a mi difunta abuela:
No digas: muere; di: nace. Creed.
Vemos lo que yo veo y lo que tú ves;
Somos el hombre malo que yo soy, que tú eres;
Y nos precipitamos a los placeres, a los remolinos, a las fiestas;Tratamos de olvidar el fondo, el fin, el escollo,
La oscura igualdad del mal y el ataúd;
Aunque el más pequeño vale por el más próspero;
Pues todos los hombres son hijos del mismo padre;Son la misma lágrima y salen del mismo ojo.
Uno vive, desgastando sus días con orgullo;
Caminamos, corremos, soñamos, sufrimos, nos doblamos, caemos,
y nos levantamos. ¿Qué es este amanecer? Es la tumba.¿Dónde estoy? En la muerte. ¡Ven, ven! Un viento desconocido
Te arroja al umbral del cielo. Tiemblas; te ves desnudo,
Impuro, horrible, atado con mil nudos oscuros
De sus agravios, de sus males vergonzosos, de sus tinieblas;Y de pronto oyes a alguien en el infinito
Que canta, y por alguien te sientes bendecido,
Sin ver la mano de la que cae a nuestra alma malvada
Amor, y sin saber qué voz canta.Se llega hombre, luto, hielo, nieve; se siente
Derritiéndose y viviendo; y, con éxtasis y azur llenándose,
Todo nuestro ser se estremece ante la extraña derrota
Del monstruo que se hace en la luz ángel.