¿Qué es la memoria celular?
¿Cómo afecta a su vida cotidiana?
¿Cómo puedes limpiar tu memoria celular?
En términos científicos, la memoria celular se denomina epigenética.
La naturopatía moderna y la psicología positiva también trabajan con esta memoria.
Nuestras células tienen memoria de las influencias ambientales.
Pueden tomar nota de nuestros niveles de estrés, nuestra dieta y nuestros movimientos.
Estas mismas células cambian constantemente, adaptándose a los niveles cambiantes de las hormonas del estrés, entre otras cosas.
De hecho, la epigenética es lo que consideramos genética suplementaria, las estructuras que indican a la célula qué estructuras genéticas puede utilizar y cuáles no.
De este modo, la célula se comunica constantemente con su entorno, es decir, con el mundo exterior, pero también con la situación dentro del organismo, que representa su propio entorno.
Esto significa que nuestras células reaccionan constantemente a lo que cambia y sucede a su alrededor.
Y se adaptan epigenéticamente, siguiendo el ritmo de los cambios en nuestras vidas.
La memoria del cuerpo: un sistema en interacción
Estas interacciones tienen efectos en todas las direcciones: física, psicológica y energéticamente.
Así que, en muchos casos, no tiene sentido ver sólo partes individuales del cuerpo como problemáticas y luego tratarlas.
En su lugar, debemos considerar nuestro cuerpo-mente-espíritu como un ser sistémico y darle forma.
Esto se debe a que la memoria celular almacena traumas y experiencias negativas, que tienen un efecto perjudicial en la vida actual.
Al fin y al cabo, ¡nuestros genes por sí solos ya no determinan nuestra salud!
La investigación epigenética y sus descubrimientos científicos están cambiando esta visión del mundo.
Metabolismo significa, entre otras cosas, que la célula reacciona a su entorno y produce proteínas a partir de sus genes y estructuras epigenéticas, es decir, perfiles de actividad génica.
Como resultado, los genes que son importantes para esta célula pueden leerse mucho más fácilmente.
Tenemos 30.000 millones de células corporales, todas en comunicación e intercambio entre sí, adaptándose y realineándose constantemente.
Así que sería una locura negar la existencia de la memoria celular o memoria corporal.
Nuestro cuerpo intenta adaptarse en todo momento a nuestro entorno y a nuestro estilo de vida.
Nuestro cuerpo se adapta al sistema, ya seas deportista, fumador o vegetariano.
Son los procesos neurobiológicos que dan dirección al conjunto.
La memoria celular se transmite de generación en generación
El estrés, el hambre y el miedo, por ejemplo, dejan huellas epigenéticas en nuestro genoma.
Unas moléculas químicas conocidas como grupos mitílicos se unen a la cadena de ADN y regulan la actividad o inactividad de los genes individuales.
Como resultado, las experiencias de nuestros padres, abuelos o incluso encarnaciones anteriores pueden seguir influyendo en las funciones de los genes de nuestros hijos y nietos.
Se trata de un efecto negativo de la memoria celular.
Por ejemplo, en el curso de una investigación, los científicos descubrieron cambios característicos en el genoma de los hijos de padres traumatizados.
La peculiaridad es que estos cambios no afectaban al código genético en sí, sino a las moléculas que se unen al material genético del ADN y deciden así la actividad de determinados genes.
Los investigadores denominan “epigenética” a esta forma especial de modificación genética.
El prefijo griego “epi” significa “junto a” o “por encima de” e indica que hay mecanismos además de los genes que influyen en nuestra disposición hereditaria.
Por tanto, la epigenética no cambia la estructura de los códigos genéticos, sino lo bien o mal que se pueden leer, es decir, si los genes permanecen en silencio o se activan.
Por eso es importante tener en cuenta la memoria del cuerpo a la hora de hacer un despertar espiritual o tratar una enfermedad.
Memoria celular: influir en la enfermedad
Por tanto, nuestro sistema también se autorregula y autorrepara.
Nuestro estilo de vida determina si estos mecanismos se mantienen o se bloquean.
Tenemos una influencia decisiva en ello.
Un estilo de vida sano es lo más importante para ti cuando empiezas a enfermar o cuando pasas por una experiencia traumática.
La eficacia y la rapidez de su recuperación, además del tratamiento médico, dependen en gran medida de usted.
Gracias a la memoria celular, puedes influir positivamente en las variantes genéticas desfavorables con factores de resiliencia.
Las enfermedades genéticas son consideradas por la sociedad y la medicina como enfermas y no como sanas.
Esto las sitúa en un rincón donde el desarrollo y la mejora no parecen posibles.
Quien padece una enfermedad hereditaria está enfermo y no sano, del mismo modo que las personas mayores también contraen enfermedades en algún momento.
Lo vemos como un destino inevitable.
Pero no lo es.
Utilizar la memoria celular para hacer frente a la enfermedad
Las enfermedades genéticas no tienen por qué ser un fenómeno inevitable que sólo pueda tratarse con fármacos.
Las personas que son capaces de adaptarse y sacar el máximo partido de su situación, incluso en las fases difíciles de la vida, tienen la mayor esperanza de vida.
Se trata nada menos que de un cambio de paradigma en la medicina.
Hay que tener en cuenta la memoria del cuerpo.
Por ejemplo, la esquizofrenia de un familiar ya no sería sólo un fenómeno genético que sólo podría tratarse con fármacos.
Sino que la curación también podría verse influida positivamente por la implicación de la familia y de la persona afectada.
Esto desplaza el foco de atención a todos los factores de resiliencia, recursos, oportunidades de autoeficacia y fortalezas del sistema.
¿No es este nuestro deber ético?
Por supuesto, hay enfermedades que están fuertemente influenciadas por la genética, lo que deja sólo un cierto margen para la autoeficacia y sus efectos positivos.
Con estas enfermedades, el tratamiento farmacológico de acompañamiento será esencial.
Pero la duración del mismo y la dosis también pueden variar en función de los factores favorecedores de la salud que incorpore a mi vida.
La mayoría de nosotros somos más propensos a padecer enfermedades complejas y generalizadas y una multitud de tensiones mentales y síntomas sobre los que no puede influir únicamente la medicación.
En este caso, los factores hereditarios, el entorno y el pasado influyen en nosotros y siguen ofreciendo oportunidades de recuperación.
¿Cómo puede verse afectada la memoria celular?
Pronto podremos demostrar los modos de acción de diversas terapias y sus efectos en nuestras células.
La epigenética se ocupa precisamente de eso.
Ya está demostrando que el deporte tiene un efecto positivo en la memoria celular.
Sólo será realmente apasionante cuando podamos comparar las influencias positivas de todos estos factores del estilo de vida con las de los medicamentos.
Para entonces, el cambio de paradigma habrá llegado.
Al ser capaces de modelar nuestro propio presente, también cambiarán nuestras perspectivas y visiones individuales de futuro.
Se demostrará que podemos tratar los factores hereditarios, el entorno y el pasado de formas muy diferentes, y qué interacciones son biológicamente evidentes en nuestra memoria celular.
De este modo, nos liberamos de una existencia victimista puramente estática.
Memoria celular: el equilibrio entre irresponsabilidad y responsabilidad
No podemos hacer nada contra nuestros factores genéticos.
Pero somos responsables de la forma en que gestionamos lo que nos viene dado.
Podemos cambiar nuestra memoria celular.
Aprovecharla al máximo en el presente se convertirá más en una terapia individualizada y en un objetivo de estilo de vida.
Y con ello, podrás hacer nuevos planes y tomar nuevas decisiones para tu futuro.
Ya no es sólo culpa de tus padres, no, en retrospectiva, eres corresponsable del camino que ha tomado tu vida.
Desprogramación celular: borrar la memoria celular negativa
Si, por ejemplo, quiere perder peso, se pone a dieta durante cierto tiempo y luego vuelve a engordar más de lo que ha perdido.
Esto tiene que ver con tu huella epigenética.
La memoria celular influye en la pérdida de peso.
Así que tienes que ponerte las pilas.
Sobre todo si esta dieta no ha cambiado tus hábitos de alimentación y ejercicio.
Los cambios asequibles en la vida diaria, que se acumulan lentamente y acaban siendo más profundos, tienen aquí un efecto mucho más duradero y mejor.
Así que puede que tardes siete meses en perder peso, pero al menos estarás cambiando por completo tu estilo de vida.
Por lo tanto, los pequeños pasos tangibles hacia la autoeficacia son más eficaces que las medidas improvisadas que no implican ningún cambio en el estilo de vida.
Y es entonces cuando limpias tu memoria celular.
La investigación epigenética demuestra que un pequeño impulso constante provoca más cambios que una intervención breve y contundente.
Un vínculo estable entre padres e hijos y unas pautas de vida saludables son importantes para cada uno de nosotros y también para la sociedad
La depresión, los síndromes de agotamiento y los trastornos de estrés postraumático son mucho menos frecuentes en este contexto.
La diabetes y la obesidad son enfermedades relacionadas con el estrés en las que se puede influir bien con medidas preventivas.
De este modo, la medicina y la psicología se vuelven inseparables.
En algunos casos, los cambios en el estilo de vida pueden tener el mismo efecto sobre la memoria celular que la medicación, si no más.
La psicología y la medicina van de la mano de forma sistémica y son mutuamente dependientes.
Nuestros campos profesionales cambiarán considerablemente en un futuro previsible.
La psicología y la medicina no son dos mundos inconexos.
¿Cómo puedo limpiar mi memoria celular?
El estrés prolongado y las situaciones traumáticas constantes pueden desequilibrar la balanza energética del organismo, lo que a largo plazo provoca desarmonía física y mental.
Y esto queda grabado en la memoria del cuerpo.
Sin embargo, a menudo son nuestras creencias arraigadas, conflictos antiguos, imaginación limitada o recuerdos de vidas pasadas o de la vida de nuestros antepasados los que se almacenan en nuestra memoria celular y nos desequilibran.
Pero es posible llevar a cabo una desprogramación celular para vivir una vida sana.
Hay que detectar y equilibrar los campos vibratorios bloqueantes.
Hay que poner en marcha los procesos físicos y mentales y volver a armonizarlos con los campos vibratorios originales, la matriz, de forma natural.
Así es como se puede influir positivamente en la memoria celular.
El campo de acción de la desprogramación celular es el siguiente:
- Reequilibrio energético y equilibrio de la memoria corporal
- Análisis y armonización de alimentos e intolerancias
- Drenaje energético del nivel de información de toxinas, metales pesados y tóxicos ambientales
- Presentación de esencias y hierbas medicinales
- Equilibrio de la desarmonía mental de las experiencias desagradables
- Armonización vibratoria de meridianos y zonas de perturbación energética
- Purificación de chakras y auras
- Armonización sutil de los desequilibrios del cuerpo, la mente y el alma
- Transmisión vibratoria de sustancias curativas y altas potencias
- Limpieza energética de espacios vitales, viviendas, paisajes y propiedades
- Armonización energética de los campos geopáticos
- Equilibrio de las venas de agua y los rayos de tierra
A continuación te explicamos cómo limpiar la memoria de tu móvil:
1. Desprogramación celular a través de la oración
Sean cuales sean tus creencias, necesitas pedirle a Dios, al Universo o al poder de la tierra que te echen una mano.
Para limpiar tu memoria celular, debes estar en ósmosis con tus creencias.
2. Limpiar la memoria celular implica amor propio
Necesitas trabajar para reequilibrar tu chakra del corazón.
¡Es importante que ganes confianza en ti misma y aprendas a quererte tal y como eres!
3. Limpia tu aura para liberar la memoria del cuerpo
De hecho, se trata de un “cierre” energético, lo que significa que tu círculo energético está cerrado.
Esto significa que tienes más poder del habitual.
Mantén las manos muy sueltas y cómodas delante de ti.
Reconoce que tus pensamientos están creando.
Primero se van las energías, luego viene la materia.
Las energías en las que estás concentrando tu conciencia se disiparán y saldrán por tus manos, bajarán por tus piernas y por tus pies, antes de desaparecer finalmente.
4. Respira profundamente
La meditación o el yoga pueden ser muy eficaces para limpiar la memoria celular.
Inhala las energías positivas y exhala la memoria traumática.
Concéntrate en tus propias energías.
5. Baila
El movimiento puede tener un efecto muy beneficioso sobre la memoria celular.
Elige una pieza musical rítmica que te guste y baila, independientemente de tus movimientos.
Libera tu cuerpo y despeja tu mente.
De este modo, la memoria de tu cuerpo se irá disipando poco a poco.