Un día, alguien me preguntó por qué le quería y me costó encontrar las palabras para responder.
¿Cómo describir esa sensación cuando la presencia de alguien en tu vida te transforma en una versión mejor de ti mismo?
¿Cómo encontrar las palabras para decir que, en un mundo de confusión y caos, esa persona es lo único que importa?
Me enamoré de ti de la misma forma que se escribe una canción.
Al principio rechazaba lo desconocido, luego cada palabra volvía en bucle y no podía ponerle fin.
Te quiero simplemente porque te quiero.
Porque conoces mis secretos, los que pocos han oído.
Te quiero porque conoces mis miedos, y estás a mi lado cada vez que me enfrento a ellos.
Por los sueños en los que crees, incluso cuando yo tengo dudas.
Te quiero porque basta una mirada para saber si es un buen día.
Porque basta una palabra tuya para decirme si algo va mal.
Te quiero porque aceptas cada uno de mis defectos, y los conviertes en virtudes.
Porque conoces mi pasado, pero bailas con los cadáveres de mi armario.
Te quiero porque me conoces, y sabes leerme.
Pero me encanta nuestra capacidad de perdonarnos y de reencontrarnos siempre.
Te quiero porque me conoces mejor que yo mismo.
Porque me apoyas, aunque estemos a kilómetros de distancia.
Me encanta nuestra independencia y nuestra capacidad para cogernos de la mano.
Porque me respetas y me has enseñado a respetarme a mí misma.
Te quiero por cada risa que me hizo llorar de alegría.
Porque enjugaste cada lágrima, aunque nunca fuiste responsable.
Te quiero por hacerme sentir la mujer más bella del mundo.
Por ser protector conmigo.
También te quiero por cómo me quieres.
Por la forma perfecta en que se entrelazan nuestros dedos.
Te quiero por cada abrazo, porque cada vez me abrazas un poco más fuerte.
Porque siempre me dejas ir primero.
Te quiero por cada una de tus excentricidades.
Y por todo lo que crees que está mal, cuando yo lo veo como belleza.
Porque me entiendes de una forma que ni yo misma puedo entender.
Te quiero por cada beso. Cada sonrisa. Cada risa. Por cada recuerdo. Por todo lo que eres.
Por lo que me haces. Por lo bueno y por lo malo.
Te quiero sin saber cómo ni por qué, lo único que sé es que no me gustaría que nada en el mundo dejara de hacerlo.
¿Cómo enviar un mensaje de amor cuando te has quedado sin inspiración?