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Absceso dental: ¿cuáles son las causas y los posibles tratamientos?

Absceso dental: ¿cuáles son las causas y los posibles tratamientos?

¿Sufre un absceso dental?

Un absceso dental está formado por una bolsa de pus.

Este pus se forma como resultado de una infección bacteriana.

El absceso puede aparecer en distintas zonas del diente por diferentes motivos.

Un absceso periapical se produce en la punta de la raíz, mientras que un absceso periodontal se produce en las encías adyacentes a la raíz del diente.

En estos casos, la infección dental más común es el absceso dental periapical.

Un absceso dental periapical suele producirse como resultado de una caries dental no tratada, una lesión o un trabajo dental previo.

Los dentistas tratan un absceso dental drenándolo y eliminando la infección.

Se puede salvar el diente con una endodoncia, pero en algunos casos hay que extraer el diente.

No tratar un absceso dental puede acarrear complicaciones graves e incluso mortales.

Absceso dental, fístula o úlcera: ¿cuál es la diferencia?

Las fístulas dentales, los abscesos dentales y las úlceras bucales difieren en su causa y estructura.

Las úlceras bucales son lesiones dolorosas pero generalmente inofensivas de la mucosa oral.

Se desarrollan como resultado de una fuerte respuesta del sistema inmunitario que provoca la muerte del tejido.

Los factores desencadenantes incluyen enfermedades, lesiones o estrés.

Las úlceras aftosas suelen curarse por sí solas en pocas semanas.

Las fístulas y abscesos dentales suelen estar provocados por bacterias que penetran en los tejidos de la boca, se multiplican y causan inflamación.

Mientras que el pus resultante en una fístula suele drenar si la presión es demasiado alta, el foco de inflamación en un absceso dental queda encapsulado del tejido circundante.

Un absceso siempre debe abrirse quirúrgicamente.

Si no se tratan, las fístulas y abscesos dentales a veces provocan complicaciones como la pérdida de dientes o la inflamación de la mandíbula.

En raras ocasiones, existe riesgo de intoxicación sanguínea potencialmente mortal (septicemia).

El riesgo surge cuando una fístula se obstruye, se encapsula y se convierte en un absceso dental.

Si no se trata a tiempo, los patógenos de la acumulación de pus en el absceso pueden extenderse al torrente sanguíneo y causar una intoxicación.

Mientras que los abscesos y las aftas se forman principalmente en toda la cavidad bucal, por ejemplo en el paladar o la lengua, las fístulas dentales generalmente sólo se desarrollan en las encías por encima de los dientes individuales.

¿Cuáles son los síntomas de los abscesos dentales periapicales?

Los signos y síntomas de un absceso radicular dental incluyen:

  • Dolor dental insoportable que no remite y se extiende desde la garganta hasta el oído
  • Sensibilidad a las temperaturas frías y calientes
  • Sensibilidad al masticar o comer
  • Fiebre
  • Hinchazón de la cara o la mejilla
  • Ganglios linfáticos inflamados y dolorosos al tacto
  • Estallido repentino de líquido salado maloliente en la boca y alivio del dolor cuando se rompe el absceso

¿Cuáles son las causas de los abscesos dentales periapicales?

Un absceso dental periapical se produce cuando las bacterias invaden la pulpa dental, la parte más interna del diente que contiene vasos sanguíneos, nervios y tejido conjuntivo.

Las bacterias penetran en el diente a través de una cavidad, un orificio o una fisura y se propagan a la raíz.

Cuando se desarrolla una infección dental bacteriana, se produce una hinchazón.

Y esto causa inflamación en la base de la raíz del diente.

Por supuesto, existen factores de riesgo que aumentan las “probabilidades” de desarrollar una ampolla de pus en las encías:

  • Mala higiene dental

No cuidar los dientes y las encías -como cepillarse dos veces al día y no usar hilo dental- puede aumentar el riesgo de caries, enfermedades de las encías, abscesos dentales y otras complicaciones dentales y bucales.

  • Una dieta rica en azúcar

Comer y beber con frecuencia alimentos ricos en azúcar, como dulces y refrescos, puede contribuir a la aparición de caries y convertirse en abscesos dentales.

Un diente abscesado no desaparecerá sin tratamiento.

Si el absceso se rompe, el dolor puede disminuir considerablemente, pero seguirás necesitando atención dental.

Si el absceso dental no drena, la infección puede extenderse a la mandíbula y otras zonas de la cabeza y el cuello.

Podrías incluso desarrollar septicemia, una infección potencialmente mortal que se extiende por todo el cuerpo.

Si tienes el sistema inmunitario debilitado y no tratas un absceso dental, aumentas aún más el riesgo de que la infección se propague.

¿Cómo puedo prevenir un absceso dental?

Evitar las caries es importante para prevenir los abscesos dentales.

Cuida bien tus dientes para evitar las caries:

  • Utiliza agua potable fluorada.
  • Cepíllate los dientes con pasta dentífrica fluorada dos veces al día.
  • Utiliza hilo dental o un limpiador interdental para limpiar entre los dientes todos los días.
  • Sustituya el cepillo de dientes cada tres o cuatro meses o cuando las cerdas empiecen a deshilacharse.
  • Siga una dieta sana, limitando los alimentos azucarados y los tentempiés entre comidas.
  • Acude al dentista para una limpieza a fondo.
  • Considera la posibilidad de utilizar un antiséptico o un colutorio con flúor para añadir una capa adicional de protección contra la caries.

¿Cómo tratar un absceso dental?

Consulta inmediatamente a tu dentista si tienes algún signo o síntoma de absceso dental.

También debes acudir a urgencias si notas que tienes fiebre o si se te hincha la cara de repente.

Si no puedes tragar o respirar bien, acude enseguida al médico.

Estos síntomas pueden indicar que la infección dental se ha extendido a la mandíbula y los tejidos circundantes, o incluso a otras partes del cuerpo.

Si has conseguido ponerte en contacto con tu dentista, procederá de la siguiente manera.

En primer lugar, aclarará si se trata realmente de un absceso dental o si existe otra enfermedad de la mucosa oral.

Si se trata de un absceso, primero drenará el pus de la encía y después tratará la herida.

Para ello, dividirá el absceso dental y desinfectará la herida con un enjuague.

Para esta intervención de cirugía maxilar suele bastar con anestesia local.

En el caso de abscesos dentales profundos y a petición del paciente, también puede utilizar medicación para eliminar el dolor con un alivio simultáneo.

En la jerga médica, esto se conoce como sedación analógica.

También es posible la anestesia general, ya que la anestesia local a menudo no es suficiente, sobre todo en casos de abscesos dentales pronunciados en la mandíbula.

A veces es necesario un tratamiento medicamentoso posterior con antibióticos dentales, pero esto depende de lo avanzada que esté la inflamación.

Tras la intervención, debe guardar reposo físico durante unos días y abstenerse de hacer deporte.
Sin embargo, no es necesario un reposo estricto.

También debe enfriar ligeramente la zona de la boca y las mejillas después de la intervención.

Debe evitar absolutamente el calor del sol, el solárium o la sauna, ya que tienen un efecto adverso en el proceso de cicatrización.

Fumar y beber alcohol perjudican enormemente la cicatrización de la herida, por lo que debe evitar ambos durante al menos tres días.

Durante los primeros días, debe pasar a tomar alimentos líquidos o blandos, como sopas, gachas o alimentos integrales blandos.

Esto evitará que los restos de comida entren en la herida y retrasen el proceso de cicatrización.

Cepíllate los dientes como de costumbre.

Asegúrate de evitar la zona de la herida durante los primeros días.

Infección dental: ¿puedes tratar tú mismo un absceso dental?

Sé que te duele y que quieres un tratamiento lo antes posible.

Pero, por favor, no intentes abrir tú mismo un absceso dental: ¡consulta a un médico!

El dentista dispone del equipo necesario y puede esterilizar la herida de forma profesional.

Por otra parte, si exprimes tú mismo un absceso superficial, normalmente no podrás eliminar todo el pus y a menudo presionarás a las bacterias para que penetren más profundamente en el tejido.

Incluso los remedios caseros para los abscesos sólo proporcionan un alivio temporal:

  • El dolor agudo puede aliviarse con una compresa fría en la mejilla.
  • Los enjuagues bucales con té de manzanilla y salvia, aceite de árbol de té o aceite de clavo pueden ayudar a frenar la propagación de patógenos inflamatorios.

Sin embargo, estos remedios caseros no pueden curar los abscesos dentales, sino que sólo ayudan a acortar el tiempo necesario para visitar al dentista.

¿Cuánto tarda en curarse un absceso en la boca?

El tiempo que tarda en curarse un absceso dental depende del diagnóstico individual: un absceso superficial suele superarse tras una breve intervención y unos días de curación, mientras que un absceso más grande y profundo en el tejido puede requerir una intervención más larga.

¿Qué puede hacer si se le ha abierto un absceso dental en la boca?

Un absceso periodontal o periapical suele estar bajo presión debido a la creciente formación de pus.

Esto suele dar lugar a cavidades tubulares en el tejido, denominadas fístulas, que drenan el pus hacia la cavidad bucal.

Cuando se ha abierto un absceso dental en la boca, puedes sentirlo principalmente prestando atención a los siguientes síntomas:

  • Sabor intenso a pus
  • Alivio repentino del dolor al reducirse la presión sobre los nervios circundantes
  • Reducción de la hinchazón que antes era visible

Sin embargo, esto no significa que el absceso dental esté curado.

La inflamación y el absceso siguen existiendo y es absolutamente necesario que los trate un dentista.

Abscesos dentales en niños: ¿cómo actuar?

Los abscesos bucales también pueden aparecer en niños.

A menudo como resultado de un tratamiento para las caries de los dientes de leche, pero también tras una caída o un golpe en los dientes frontales.

Esto también es peligroso, ya que un absceso dental puede dañar o incluso destruir la estructura de los dientes permanentes.

Si el niño se queja de dolor de muelas y se ven encías rojas, hinchadas y calientes, ¡es absolutamente necesaria una visita al dentista!

En caso de absceso en un diente de leche, a menudo se extrae el diente afectado.

Si los abscesos se repiten, es necesario aclarar las causas para poder tomar las medidas oportunas.

¿Qué es un absceso periodontal?

La periodontitis suele comenzar de forma insidiosa con una inflamación de las encías (gingivitis).

Su causa principal es una higiene bucal deficiente:

Un cepillado inadecuado o incorrecto de los dientes provoca la formación de depósitos en los dientes (placa), sobre todo en la transición entre los dientes y las encías.

La causa suele ser un absceso dental periodontal.

La placa está formada por residuos de alimentos, saliva, bacterias y sus metabolitos.

Inicialmente, la placa es blanda; con el tiempo, sin embargo, se endurece y forma sarro.

La superficie rugosa facilita que las bacterias se adhieran a los dientes.

Para controlar los gérmenes y evitar que penetren en los tejidos, el sistema inmunitario desencadena procesos inflamatorios superficiales en las encías: el paciente sufre gingivitis.

Como resultado, con frecuencia se producen abscesos dentales periodontales.

El tratamiento periodontal requiere varias visitas al dentista.

En primer lugar, el dentista explica y muestra al paciente cómo debe ser una buena higiene bucal, por ejemplo, cómo cepillarse los dientes correctamente y limpiar los espacios entre los dientes con seda dental o cepillos interdentales.

El dentista también limpia las bolsas de las encías y los abscesos y elimina el sarro.

Algunos pacientes con periodontitis también requieren tratamiento con antibióticos dentales.

La cirugía también puede ser útil.

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