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CADA UNA de estas 10 cosas constituye violencia psicológica – Sí, de verdad

CADA UNA de estas 10 cosas constituye violencia psicológica – Sí, de verdad

¿Ha tenido alguna experiencia al respecto?

Si nunca has salido con una pareja astuta, patológicamente mentirosa, narcisista y maltratadora, es posible que no sepas lo que está pasando en tu vida en este momento.

Cuando sales con una persona maltratadora, puede que creas en su encanto, su fachada fantasiosa e hipócrita, mientras minimizas su comportamiento malicioso y dudoso. O puede que no confíes en tus instintos cuando tu novio o marido te miente, te menosprecia y te controla.

Peor aún, puede que pienses que estás exagerando y loca, como él afirma.

NOTA: Puede que estés en una relación emocionalmente abusiva con un novio o novia, marido o mujer, amigo, familiar, jefe o colega.

El objetivo del maltratador es influir y controlar las emociones, el razonamiento objetivo y el comportamiento de la víctima. El maltrato encubierto se disfraza con acciones que parecen normales, pero es claramente insidioso y artero.

El maltratador erosiona metódicamente la confianza, la percepción y la autoestima de la víctima con insinuaciones sutiles, mentiras, acusaciones y negaciones inútiles.

El maltratador fomenta una atmósfera de miedo, intimidación, inestabilidad e imprevisibilidad. Te lleva constantemente al límite con sus engaños, sarcasmos y golpes hasta que explotas de ira y te conviertes en el “malo” que le da la munición que necesita para justificar sus acciones hirientes.

Si te encuentras en alguna de las siguientes situaciones, estás en una relación emocionalmente abusiva:

Acusación y culpa :

Todos los problemas de tu relación son culpa tuya. Al menos, según él. Dice cosas como: “Es culpa tuya”. ¿Qué te pasa?”.

“No me devolviste las llamadas.”

“Nada de lo que hago es suficientemente bueno para ti”.

Castigo por restricción :

Se niega a escuchar, ignora tus preguntas, rechaza el contacto visual y te aplica el “tratamiento del silencio”. En resumen, te castiga. Puede negarse a darte información sobre adónde va, cuándo vuelve, recursos económicos y pagos de facturas.

Te niega aprobación, aprecio, afecto, información, pensamientos y sentimientos para disminuirte y controlarte.

Bloqueo y secuestro:

Dirige la conversación negándose a discutir un problema o interrumpe de forma inapropiada. Distorsiona tus palabras, ve la televisión o abandona la habitación mientras hablas. Y te critica de un modo que hace que te defiendas y pierdas de vista la conversación original.

Contradicción:

Desaprueba y se opone a tus pensamientos, tus percepciones o tu experiencia de la vida misma. Digas lo que digas, utiliza argumentos contradictorios para frustrarte y agotarte. Si le dices: “Hace un día estupendo”, te responderá: “¿Qué tiene de estupendo? El tiempo apesta”.

Si dices que te gusta el sushi, te dirá: “Estás de broma, te da parásitos”.

Subestimación:

Niega el maltrato que has sufrido. Te dice que eres hipersensible, que te imaginas cosas o que nunca podrás ser feliz. De hecho, distorsiona la verdad, haciéndote desconfiar de tu percepción y de la realidad de sus abusos.

Humor despectivo:

El maltrato verbal suele disfrazarse de broma. El agresor se burla, ridiculiza y humilla con comentarios sarcásticos sobre su aspecto, personalidad, capacidades y valores.

Se burla de ti delante de tus amigos y familiares porque sabe que evitarás una confrontación pública. Si le dices que pare, te dice que eres demasiado sensible o que no sabes bromear.

Locura generacional:

Utiliza una combinación de distorsión, culpabilización, olvido, evasivas y negación para confundirte, frustrarte y llevarte al borde de la locura. Niega la verdad y tergiversa tus palabras, poniéndote a la defensiva. De este modo, quiere que dudes de ti mismo, de tu realidad y de tu capacidad de razonar.

Juicio y crítica :

Te critica dura e injustamente, y luego lo hace pasar por una crítica “constructiva”. Si te opones, te dice que sólo intenta ayudarte para que no te sientas irrazonable y culpable.

Minar:

Rompe sus promesas y no cumple sus compromisos. Minimiza tus esfuerzos, intereses, aficiones, logros y preocupaciones. Y trivializa tus ideas y sugerencias. Si le sugieres un restaurante o un destino de vacaciones, te dirá: “Allí se come fatal” y “¿Para qué quieres ir a Florida? Es una trampa para turistas”.

Olvido :

Se olvida “accidentalmente” de cosas importantes para ti. Por ejemplo, se olvida de recoger la ropa de la tintorería, hacer reparaciones en casa o comprar entradas para el cine. De este modo, te está diciendo: “Yo controlo tu realidad y tu tiempo”.

El comportamiento abusivo no siempre es verbal. Tu pareja puede utilizar el lenguaje corporal o los gestos para controlarte y disminuirte. Por ejemplo:

  • Negarse a hablar o a establecer contacto visual
  • Enfurruñarse, hacer cabriolas, empujar y salir de la habitación dando pisotones.
  • Cruzarse de brazos con fastidio, mostrar disgusto, poner los ojos en blanco y fruncir el ceño.
  • Ruidos inapropiados, suspiros profundos, palabras como “et?????”.
  • Golpear o dar patadas a algo o conducir de forma temeraria para asustarte.
  • Retirarse o negar afecto para castigarte.
  • Sermonearte, reírse de tu opinión, imitarte o sonreír con suficiencia
  • Interrumpir, ignorar, no escuchar, negarse a contestar
  • Distorsionar lo que dices, provocar culpabilidad o hacerse la víctima
  • Gritar, chillar o chillarte para que dejes de hablar
  • Empezar una frase con un “olvídalo”.

Ahora que conoces los signos ocultos y conniventes de la violencia psicológica, ¿qué vas a hacer?

 

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