¿Sufre celos enfermizos?
¿Es posible tratar esta forma de dependencia emocional?
Puede que no te des cuenta, pero hay ciertos comportamientos que son inaceptables en una relación.
Incluso si crees que te comportas así porque eres protector o territorial, es muy mala señal.
De hecho, los celos excesivos revelan dos cosas:
- no confía en su pareja
- padece un trastorno mental
En este artículo, vamos a ver los síntomas de los celos enfermizos y las razones por las que te sientes así.
Por supuesto, estas señales también se aplican a un hombre enfermizamente celoso.
Al fin y al cabo, esta posesividad no es sexista ni selectiva.
Aunque los celos pueden estar presentes en cualquier relación, son especialmente peligrosos y devastadores en una pareja.
Entonces, ¿cómo definimos los celos enfermizos?
Este sentimiento surge cuando no soportas la idea de que tu pareja encuentre aprobación, gratificación, placer o amistad fuera de la relación.
Para ti, se relaciona inmediatamente con la infidelidad, la falta de amor o la traición.
De hecho, no entiendes que todo el mundo necesita a su pueblo y que no es sano vivir en una relación exclusiva, aislándote de los demás.
Cuando ves a tu ser querido feliz o disfrutando con otras personas, al principio te sientes triste.
Luego aparecen la frustración y la rabia.
No puedes aceptar la idea de que tu pareja no respete los límites (poco saludables) que tú has establecido.
Por supuesto, en una relación amorosa, los celos moderados son deseables y aceptables, pero cuando se convierten en celos posesivos, son muy malos.
Incluso pueden llegar a ser peligrosos.
De hecho, se utiliza el término “celos enfermizos” porque este sentimiento causa dolor a la persona que lo experimenta.
La necesidad de control se apodera de la pareja y ésta entra en una espiral descendente.
Cada palabra y acción de tu pareja despierta sospechas en ti.
Llegados a este punto del artículo, es necesario aclarar dos términos: celos excesivos y celos patológicos.
Celos excesivos significa no dejar a tu pareja ningún margen de maniobra.
No tiene derecho a hacer nada sin ti porque estás sufriendo.
Los celos patológicos no causan necesariamente dolor, porque se trata de una cuestión de dominación.
De hecho, está ligado a los celos narcisistas del manipulador, porque ves a tu ser querido como una extensión de ti con un único objetivo: estar a tu servicio.
El control que ejerces sobre tu pareja es la única forma de tranquilizarte.
El comportamiento del celoso enfermizo
Como ya he dicho, los celos son en realidad un sentimiento sano en una pareja.
Pero es cuando las cosas se te van de las manos cuando debes preocuparte.
Tu miedo a perder a tu pareja hace que quieras controlarle todo lo posible.
Como una paranoica, buscas cualquier señal de posible infidelidad.
Así que todo se convierte en sospechoso para ti:
- El “sensual” agradecimiento a la camarera
- El teléfono que suena a altas horas de la noche
- Mensajes de una sola palabra
Imaginas en tu cabeza escenarios que no existen.
Por eso discutes a menudo con tu pareja, intentando controlar su forma de ser y de pensar.
Al final, tu relación se vuelve destructiva y se desarrolla una dependencia emocional.
Celos enfermizos: ¿cuál es el origen de esta paranoia?
Los celos posesivos son una emoción compleja y polifacética, que se manifiesta en distintos grados y por diferentes motivos.
Aunque no todo el mundo experimenta celos extremos, las personas que sufren celos posesivos no tienen toda la culpa.
Por supuesto, no digo que no deban asumir su responsabilidad, pero es importante comprender los orígenes de este sentimiento.
Por lo general, tiene su origen en una serie de traumas causados por los padres y una infancia difícil.
También está relacionado con relaciones pasadas abusivas o tóxicas.
Ser consciente de estos factores es importante para entender lo que está pasando.
Así que, si quieres entender por qué sientes celos enfermizos en tu relación, aquí tienes algunas pistas:
- Inseguridad y dependencia emocional
Los celos suelen tener su origen en un sentimiento de inseguridad o inadecuación.
Las personas que carecen de confianza en sí mismas o tienen baja autoestima son más propensas a los celos porque temen perder lo que tienen o piensan que no son lo bastante buenas en comparación con los demás.
- Experiencia anterior
Las experiencias previas de traición, rechazo o infidelidad en las relaciones contribuyen a aumentar los celos enfermizos.
Estas personas tienen problemas de confianza no resueltos que las hacen más desconfiadas o ansiosas en relaciones posteriores.
- Miedo paranoico a la pérdida
Los celos enfermizos se producen cuando una persona teme profundamente perder a un ser querido.
Este miedo puede ser irracional e irresistible, lo que lleva a pensamientos y comportamientos obsesivos.
- Celos enfermizos y comparación
Compararse constantemente con los demás provoca celos enfermizos, sobre todo cuando una persona tiene la impresión de que los demás tienen más éxito, son más ricos, atractivos o felices.
Los medios de comunicación y la sociedad moderna suelen exacerbar esta tendencia a comparar y fomentar la dependencia emocional.
- Falta de confianza
La confianza es fundamental para unas relaciones sanas.
Si una persona tiene problemas de confianza debido a traiciones pasadas o a una desconfianza general hacia los demás, se vuelve excesivamente celosa para protegerse.
- Celos posesivos e inseguridad en las relaciones
En las relaciones sentimentales, los celos surgen cuando se percibe que la relación está amenazada, por ejemplo, cuando la pareja pasa tiempo con alguien del sexo opuesto o mantiene una estrecha amistad con otra persona.
- Desequilibrio emocional
Algunas personas tienen una predisposición natural a reacciones emocionales exacerbadas, lo que las hace más propensas a experimentar celos intensos.
Para estas personas, regular sus emociones es todo un reto.
- Valores y creencias personales
Las creencias y valores de una persona también influyen en su propensión a los celos.
Por ejemplo, alguien que cree firmemente en la monogamia puede experimentar más celos en sus relaciones.
La gestión de los celos suele implicar autoconocimiento, comunicación, establecimiento de un clima de confianza y, en algunos casos, búsqueda de ayuda profesional, como terapia, para resolver los problemas subyacentes.
¿Cómo reconocer los celos enfermizos?
No creas que los celos posesivos aparecen enseguida; esta forma de dependencia emocional es progresiva.
Es un sentimiento que se cuela poco a poco, como el bombardeo amoroso del narcisista.
Al principio, le dices a tu novio que quieres pasar más tiempo con él porque disfrutas de su compañía.
Luego le dices que te gustaría conocer a sus colegas y amigos para crear un grupo social más fuerte.
Por último, le explicas que es importante intercambiar las contraseñas por motivos de seguridad, por si le pasa algo a alguno de los dos.
Cada paso te lleva a tu objetivo final: la posesividad total.
Tus simpáticos celos se convierten en obsesión: ¡es hora de ser consciente de tu toxicidad!
Entonces tu salud mental está en peligro.
De repente, espías todos los movimientos de tu novio, le sigues a todas partes, lees sus mensajes e incluso borras cosas que no te gustan.
Si crees que estás sufriendo celos enfermizos, estos son los síntomas que debes tener en cuenta:
1. Pones a tu media naranja en un pedestal
En tu mente, tu amorcito es perfecto, nadie se le acerca.
De hecho, le has erigido una estatua que glorifica cada rasgo físico y de personalidad.
Así que para ti tiene sentido que todas las mujeres quieran robarte a tu hombre.
No entiendes que lo miras con los ojos del amor y que otras mujeres ni siquiera se dan cuenta.
2. Te comparas con otras mujeres
Como mujer, tu autoestima no es muy buena, aunque no quieras admitirlo, no tienes confianza en ti misma.
Una buena terapia podría ayudarte a salir de esta situación porque te obliga a compararte con los demás.
Desgraciadamente, no te ves mejor, sino que piensas que las demás están por encima de ti.
Nadie puede devolverte la confianza en ti misma, sólo tú tienes ese poder.
3. Una persona enfermizamente celosa es posesiva
Tienes mucho miedo de perder a tu amado, así que haces todo lo posible por mantenerlo cerca de ti.
Él no puede salir solo o con sus amigos, y tú decides lo que puede y lo que no puede hacer.
En resumen, el control es innegable en tu vida matrimonial, ¡lo cual es agotador!
Buscas su admiración intentando obligarle a sentir ese amor incondicional por ti.
En definitiva, el celoso enfermizo no puede vivir sin el amor de la otra persona: es una cuestión de salud mental.
4. Celos paranoicos: entras en modo “detective
¡Nada se te escapa!
Cuando sientes celos enfermizos, nada está fuera de tus límites: espías su teléfono, el perfume que lleva y el número de veces que se ducha.
Si, de repente, empieza a hacer deporte aunque sabes que lo odia, frunces el ceño.
Incluso compruebas si está en el trabajo cuando dice que sí: tu obsesión ha alcanzado nuevos niveles y no es agradable.
5. Celos enfermizos: interrogas a tu novia como Sherlock Holmes
Tras la comprobación y el espionaje viene el interrogatorio.
Quieres saberlo todo sobre su vida, sus horarios y la gente que le rodea.
Si, por desgracia, no responde a tus preguntas como esperas, las cosas se pondrán feas.
¡Quieres todos los detalles posibles para poder hacer balance de la situación!
6. Una persona enfermizamente celosa siempre desconfía
Cada una de las acciones de tu pareja es un motivo para dudar de su fidelidad.
Te imaginas constantemente a tu hombre con otra mujer.
Los escenarios que se te pasan por la cabeza son completamente disparatados, pero te parecen realistas.
Aunque tu novio nunca haya hecho nada que te haga dudar de él, la sospecha siempre está ahí.
7. Una mujer enfermizamente celosa busca aislar a su pareja
Como estás convencida de que tu pareja te engaña, no quieres que salga sin ti.
Incluso le aíslas de sus amigos y familiares porque estás convencida de que hablan mal de ti a tus espaldas.
Quieres que esté contigo todo el tiempo, aunque no le guste.
Esto es pura dependencia emocional.
Los celos enfermizos pueden convertirse rápidamente en maltrato, y el aislamiento también es una táctica narcisista.
¿Qué puedes hacer para curar los celos posesivos?
Creo que por fin lo has entendido: los celos están directamente relacionados con la confianza en uno mismo.
Cuanto más intensos son tus celos, más baja es tu autoestima.
Admiras tanto a tu novio que lo has puesto en un pedestal, pero al mismo tiempo no te sientes a la altura.
De hecho, has acabado convenciéndote de que tu pareja se merece algo mejor que tú.
¡Lo que explica que tus celos enfermizos hayan arraigado tanto!
Así que es imperativo tratar este estado de ánimo negativo.
Como el origen de este sentimiento viene de la infancia, hay varias cosas que puedes hacer para contrarrestar el daño causado:
- En lugar de buscar signos de infidelidad, busca pruebas de amor.
- Deja de compararte con los demás y practica afirmaciones positivas para descubrir quién eres realmente.
- Aprende a aceptar los cumplidos y a valorarte.
- Cuídate eligiendo aficiones que realmente te satisfagan.
- No vivas para tu pareja, vive para ti.
- Cuida tu salud mental.
- Acude a terapia para aprender a confiar en tu pareja.
- Desarrolla mecanismos para calmar tu ira y salir de la dependencia emocional.