¿Qué significa ser una persona solar?
¿Es posible aprender a desarrollar una personalidad solar?
Hay dos tipos de personas.
Las que tienen una personalidad lunar y las que tienen una personalidad solar.
La naturaleza dualista de toda la creación ha sido siempre la principal fuente de inspiración para el hombre pensante.
A cada paso, en todo lo que percibimos o sentimos, advertimos polaridades diametralmente opuestas que constituyen un todo.
Noche y día, masculino y femenino, caliente y frío son los conceptos básicos que describen la necesidad inicial de autocompresión divina para proporcionar el “espacio” para la creación.
De ahí la existencia de la personalidad lunar y la personalidad solar.
Este acto inicial en el que, según el misticismo hermético, Dios dividió su propio ser, inició la emanación de la dualidad de toda la creación para siempre.
Mediante este acto, el mundo entero se desgarra en su propia existencia.
Personalidad solar, definición:
Una persona solar ilumina su entorno y a las personas que le rodean con su sonrisa y amabilidad.
Tienen una energía benéfica.
Personalidad lunar, definición:
Una persona lunar es ansiosa, ya que tiene muchas dificultades para gestionar sus emociones.
A menudo son incomprendidos por quienes les rodean porque son reservados.
Las características dualistas de toda la existencia se manifiestan en todos los niveles de la jerarquía, tanto cosmológica como natural, es decir, humana.
Según las creencias herméticas, el principal propósito del hombre es devolver al mundo la unidad divina original mediante la deificación o individuación, tal como se expresa en los términos de la psicología contemporánea.
Este objetivo se realiza de muchas maneras, la mayoría de las veces de forma espontánea y accidental, en todos los espacios entre los polos de la existencia.
Superar el escollo de la dualidad se considera el logro supremo del espíritu humano.
El camino hacia esta realización en astrología, es decir, en la carta natal, se ve a través de la parte de la fortuna, que simboliza la conexión entre la luz primaria y la secundaria, el Sol y la Luna.
La parte de la fortuna no es más que el arco de la fase lunar proyectado desde el grado ascendente, y como tal, representa la fuerza de la dualidad en una personalidad.
En la tradición hermética, la felicidad se define como una armonía de principios opuestos, la relación entre la relación y las emociones, la mente y el cuerpo y, por lo tanto, esta parte, a nivel básico, simboliza la capacidad de alcanzar la felicidad personal.
La relación entre el Sol y la Luna constituye el tema central del hombre, la esencia de su personalidad solar y lunar, la distancia entre ambos designa el punto que permite la conexión con el reino etéreo del Hermetismo, es decir, la quintaesencia (el quinto elemento) de los alquimistas.
La parte de la fortuna, alfa y omega de este mundo en el marco microcósmico del hombre, representa un tenue vínculo entre él y los espacios celestes, esa estrecha puerta que le “abre” a los reinos divinos.
En la tradición, el Sol es, ante todo, el símbolo de la fuerza primaria del espíritu y de la más alta jerarquía que transmite su poder a los principios planetarios distribuyendo su propia luz a los seis niveles planetarios, repitiendo y recreando así el acto primario de la creación y la unidad que se perdió para que el mundo fuera creado.
En este sentido, el Sol es la esencia de la existencia, el único propósito y motivo verdaderos. El ser solar es la definición.
En una carta natal, el Sol representa un símbolo no sólo del ego, no sólo de la parte consciente de la personalidad, sino, sobre todo, el centro del reino inmortal del que surgen todas las ambiciones y motivos mundanos.
La calidad de su fuerza zodiacal, mundana y almutal indicará el potencial de individuación, y su relación con la Luna el poder y la calidad de la personalidad, así como el grado de equilibrio entre lo racional y lo instintivo, es decir, la capacidad de aceptar las limitaciones personales y los dictados del destino.
Puesto que el Sol y la Luna representan el influjo central que permite la manifestación de las energías planetarias, su relación mutua y las partes relacionadas están en el origen de todos los motivos y deseos de la vida.
El discernimiento de los marcos de personalidad solar y lunar representa uno de los mayores retos para un astrólogo, ya que esta tarea no sólo se ocupa de la determinación de ciertas propiedades específicas; en su propósito primordial se dirige a la búsqueda de la esencia de la felicidad personal, que tiene poco en común con las circunstancias objetivas de la vida de una persona.
Los tipos de personalidad solar y lunar son fácilmente reconocibles en todas las cartas natales
Un principio planetario se reconoce no sólo a través de un planeta, sino también a través del contexto zodiacal y mundano relacionado, la parte relevante, la secuencia de almuten, la regla de la hora de nacimiento y una variedad de combinaciones de todos los factores de una carta.
Una personalidad de tipo predominantemente lunar vendrá indicada por lo siguiente:
- el ascendente en un signo cardinal o mutable con la Luna en cualquiera de ellos
- el stellium en la 3ª casa porque representa la posición mundana de la exaltación de la Luna
- la Luna en las casas cadentes
- el stellium en la 7ª casa sin ninguna conexión con el Sol, Saturno o Júpiter porque la 7ª pertenece a la Luna según el orden caldeo de los planetas
- una parte de la fortuna aspectada por Marte
- Marte en la 1ª casa o en conexión con la Luna en las casas cadentes en un signo cardinal o mutable
Una persona lunar tiene muchos cambios de humor repetitivos. Así, este tipo de personalidad puede estar feliz y deprimida en el espacio de unos minutos.
Sin embargo, esta actitud rara vez está relacionada con algo que ocurra fuera de su cabeza. E incluso si pueden trabajar y encontrar su lugar en la sociedad, su falta de autoconciencia les dificulta mucho las cosas.
¿Cuáles son las características de una persona lunar?
Hay ciertas actitudes que diferencian a una persona lunar de una solar:
- falta de control sobre las emociones
- la alegría y la tristeza se alternan
- el estrés la vuelve irritable
- falta de sufrimiento personal
- ansiedad constante
- persona tranquila
- problemas para expresarse con claridad
- incomprensión por parte de los demás
- ningún trastorno de la personalidad, sólo un problema de comportamiento
Estos cambios no tienen causas evidentes. Un ser solar no puede definirse de este modo.
El tipo de personalidad lunar es fácilmente reconocible incluso sin conocimientos de astrología.
A diferencia de la persona solar, es hipersensible a su entorno, muy inquieta y anhela el cambio.
Es extrovertido y depende de la opinión de los demás, la impresión que deja es muy importante para él, busca llamar la atención, viaja a menudo y cambia su estilo personal, tiende a seguir las modas y a depender de ellas, es maleable, suele gastar más de lo que tiene.
Sus relaciones suelen ser “prometedoras”, entra en ellas con gran entusiasmo y expectativas, pero rara vez duran mucho.
Se reprocha a los demás no reconocer la “profundidad de su sensibilidad”, se mueve fácilmente entre superficialidades y sensaciones populares, a menudo no reconoce lo esencial, no sabe distinguir entre lo que es importante y lo que no lo es, y tiene dificultades de aprendizaje.
Su peor característica es probablemente la envidia, que representa simbólicamente el hecho de que la Luna depende del Sol, y no al revés.
Contrariamente a la creencia común de que la Luna no tiene nada que ver con lo carnal y material en la tradición, esto no es cierto.
La Luna es ante todo el símbolo del hombre carnal, de sus necesidades corporales y terrenales.
El tipo de personalidad solar es, por supuesto, diametralmente diferente
Es sedentario por naturaleza, difícil de “mover”, no tiene deseos de viajar, rara vez cambia de domicilio. El ser solar no aprecia el movimiento.
Estable, casi nunca cambia su estilo personal, bastante insensible a la opinión de los demás, no sigue tendencias, seguro de sí mismo, racional con una lógica desarrollada, aprecia el fondo mucho más que la forma, inclinado a la cogitación profunda, logra relaciones sociales y personales estables, convencional, tradicional, enamorado del orden y la jerarquía, insensible a las tendencias e íntimamente estable.
A menudo muy intolerante con las diferencias, es individualista, muy escéptico y a menudo muy rígido y resistente a las tendencias e ideas “no probadas”.
Las profesiones de una personalidad solar son: el periodismo analítico, todas las ciencias sociales y naturales, la filosofía y, en cuanto al arte, sólo la prosa.
Una persona solar es una persona que emana energía positiva.
Su actitud es siempre sonriente y amistosa. En resumen, la personalidad solar es el Sol de la gente que le rodea.
Además, la tranquilidad es la característica más importante de una personalidad solar.
Por eso, las personas que están cerca de una persona solar buscan alcanzar este equilibrio, serenidad y calma.
En resumen, la presencia de una personalidad solar tranquiliza a todo el mundo.
En general, estas capacidades son innatas. Forman parte de la naturaleza primaria de la persona solar.
Sin embargo, es posible aprender a ser una persona luminosa.
Le mostraremos cómo un poco más adelante en este artículo.
¿Cuáles son las características de una persona solar?
Claramente, sólo las cualidades más bellas definen a una persona solar:
- confianza en sí misma
- amabilidad
- empatía
- amor propio
- aceptación de los demás
- serenidad
- control de las emociones
Una persona solar no se denigra a sí misma, pero tampoco denigra a los demás.
Sin embargo, no utiliza su poder de seducción ni su atractivo para ponerse por delante ni para ser arrogante.
¿Y si no eres ni una persona lunar ni una solar?
Por último, también hay personas que no pertenecen a ninguno de estos dos tipos, es decir, pertenecen a ambos.
Su carta natal tiene factores solares y lunares de igual potencia, sus luminarias están en aspecto armónico entre sí o en recepción, y suelen nacer con el ascendente en signo, término o cara solar y hora lunar o viceversa.
Las cartas de este tipo son las más integradas y contienen “el código” para un potencial “gran trabajo alquímico”.
Las personas con cartas de este tipo se distinguen por una serenidad y tranquilidad inusuales en todos los sentidos (expresión facial, vestimenta, expresión facial, voz).
La armonía entre los componentes lunar y solar les libera de cualquier manifestación marcada que se produzca como consecuencia de alguna deficiencia psicológica íntima.
Estas personas hablan con sencillez, no tienen grandes pretensiones de nada, son modestas y dóciles, maduran antes que los demás.
A menudo son poco ambiciosas e inusualmente complacientes.
Tales cartas natales son raras, porque presuponen no sólo una armonía formal entre las luces, sino también su conexión con el resto de los factores de la carta, especialmente con las partes de la fortuna y el espíritu.
¿Cómo convertirse en una persona solar?
Como puedes ver, una personalidad solar tiene un gran amor por sí misma. Pero no es arrogante.
Por eso, cada uno de nosotros debe esforzarse por convertirse en un ser solar.
La aceptación de los demás y la comprensión de uno mismo son las cualidades que te permitirán conquistar el mundo y alcanzar todos tus objetivos.
Para convertirte en una persona solar, esto es lo que tienes que hacer.
1. Amarte a ti mismo es la clave para tener una personalidad solar
Evidentemente, antes de poder amarte a ti mismo, debes comprender quién eres realmente.
Este paso para convertirte en un ser luminoso requiere mucha sinceridad. En efecto, no es el momento de ocultar cosas.
¿Qué sentido tiene mentirse a uno mismo?
Así pues, para ser un ser solar, debes responder a estas preguntas:
- ¿cómo te sientes?
- ¿qué palabras te hacen daño?
- ¿qué emociones no puedes controlar?
- ¿quién te ha hecho daño?
- ¿qué haces que sea autodestructivo?
Es importante que entiendas cómo funcionas. Acepta tus cualidades y tus defectos.
Tu lado luminoso y tu lado oscuro.
¿Cómo puedes conocerte para ser un ser solar?
Hay una técnica sencilla:
- ¿qué odias de los demás?
- ¿cómo te afectan las acciones de los demás?
- ¿tienes patrones negativos repetitivos?
Escribe todo lo que experimentas y sientes.
2. El miedo a ser juzgado te impide convertirte en una persona soleada
Si intentas complacer a todo el mundo, fracasarás estrepitosamente.
La frustración te corroerá por dentro.
Tienes derecho a tomar tus propias decisiones y a tener tus propias opiniones, aunque eso moleste a algunas personas.
El éxito suele asustar a la gente. Se ponen celosos y se decepcionan porque no pueden estar a tu altura.
¿Cómo puedes no tener miedo a que te juzguen para ser una persona soleada?
No escuches a nadie.
Es sencillo, ¿verdad?
Si escuchas a la gente que te aconseja no hacer esto o aquello, o si pides constantemente la opinión de los demás antes de actuar, nunca desarrollarás una personalidad solar.
3. Apégate a tus principios morales para convertirte en una persona solar
En la vida, siempre puedes elegir.
¿Vas a ser una buena o una mala persona?
¿Actuarás para apoyar/ayudar a alguien o aceptarás hacer daño?
Para alcanzar la serenidad y estar tranquilo y en paz contigo mismo, debes definir tus principios morales.
Y respetarlos.
Digan lo que digan o hagan los demás, debes seguir tus instintos.
4. Para ser un ser luminoso, debes evitar a las personas tóxicas
Lógico, ¿no?
A lo largo de tu vida conocerás a muchas personas. Por desgracia, no todas tendrán buenas intenciones.
Por eso es importante que sepas distinguir entre las personas que te ayudarán a evolucionar y las que te frenarán…
Una persona solar es alguien que mantiene las distancias con las personas que no son buenas para sí mismas ni para los demás.
Y eso significa :
- envidiosos
- los mentirosos
- aquellos cuya presencia te hace sentir incómodo
- los que denigran tus ideas
- las personas que toman sin dar
- los cobardes
- los que siempre insisten en ideas negativas
- las personas arrogantes