En pocas palabras, la motricidad libre consiste en dejar que los niños descubran su propio cuerpo y los movimientos que son capaces de hacer.
La Dra. Emmi Pikler inventó el concepto de “motricidad libre” en los años sesenta.
Para ella, el bebé es un superdotado capaz de desarrollarse por sí mismo, sin intervención externa, es decir, sin la ayuda de los padres.
El desarrollo motor del bebé comienza en el vientre materno.
Pero hay un largo camino desde los primeros reflejos hasta la marcha independiente y el manejo hábil de los objetos.
Agarrar, correr, dar palmas: lo que ha aprendido durante el desarrollo motor es un juego de niños.
Pero las acciones motoras requieren una interacción coordinada con precisión de muchos músculos diferentes.
Éstos deben controlarse correctamente a través de los nervios.
De ello se encargan distintas zonas del sistema nervioso central y se requiere la retroalimentación de diversos órganos sensoriales…
Todo ello en cuestión de milisegundos.
Movimiento libre: el primer movimiento en el vientre materno
Por supuesto, el desarrollo motor del niño empieza mucho antes del nacimiento.
A partir de la décima semana de embarazo ya pueden observarse movimientos espontáneos.
Sin embargo, los primeros movimientos pasan desapercibidos durante mucho tiempo, porque al principio los movimientos son demasiado débiles y todavía hay suficiente espacio en el estómago.
Hacia el 5ᵉ mes de embarazo, el bebé se da a conocer, aunque todavía muy vacilante.
Sin embargo, con el paso de los meses, el espacio vital del vientre materno se va estrechando y los movimientos se hacen más fuertes, de modo que también pueden verse o sentirse desde el exterior.
El entrenamiento continúa asiduamente después del nacimiento: agarrar, gatear, sentarse, ponerse de pie y correr.
Pero el desarrollo motor implica mucho más.
Las habilidades motoras son necesarias para que los bebés tengan importantes experiencias sensoriales y físicas: sin el movimiento de los ojos o la boca, no pueden ver, hablar o reír.
Esto significa que el desarrollo motor también es sumamente importante para la interacción social y está estrechamente ligado a las capacidades mentales.
Y con cada nueva habilidad física adquirida, crece la independencia del pequeño ser humano.
Motricidad libre: los reflejos garantizan la supervivencia
Los reflejos son respuestas innatas e involuntarias desencadenadas por un estímulo específico.
Son iguales para todos.
Los reflejos innatos de los bebés garantizan su supervivencia.
Algunos de estos reflejos disminuyen con la edad.
Un ejemplo es el reflejo de succión.
Si tocas los labios de tu bebé con el dedo, empezará a chupar el dedo.
Este reflejo asegura la ingesta de alimentos en los primeros meses de vida.
Con el tiempo, este reflejo desaparecerá, ya que se vuelve inútil.
Además de los reflejos de búsqueda, succión y deglución, que permiten la lactancia materna o el biberón, muchos reflejos acompañan el desarrollo motor en los dos primeros años.
Entre ellos se encuentran los siguientes reflejos
- agarrar: cuando se tocan las palmas de las manos, el bebé cierra el puño y agarra.
- pisar: si se sujeta al niño por debajo de las axilas y se colocan las plantas de los pies en el suelo, el niño hará automáticamente movimientos de pisar.
- agarrarse (reflejo de Moro): es un reflejo de supervivencia que se desencadena por cosas como golpes repentinos, cambios bruscos de posición de la cabeza, ruidos fuertes o luces brillantes. El bebé extiende repentinamente los brazos hacia los lados y separa los dedos.
- Cervical: el reflejo cervical asimétrico es el estiramiento de las extremidades en la dirección de la mirada. Si giras la cabeza del bebé hacia un lado, el bebé extenderá por reflejo un brazo en la dirección de la mirada y doblará el otro.
Al igual que el reflejo de succión, estos reflejos también desaparecen con el tiempo.
Sin embargo, otros reflejos permanecen de por vida.
Por ejemplo, entrecerrar los ojos automáticamente cuando aparece una fuente de luz brillante.
¿Cuáles son los beneficios de la motricidad libre?
Los primeros meses de vida de un bebé son extremadamente importantes, ya que es durante este periodo cuando se desarrolla la seguridad emocional.
Si los padres no están suficientemente presentes durante este periodo, el niño tendrá dificultades para desarrollarse físicamente, porque tendrá miedo.
El miedo es el enemigo de la motricidad libre.
Durante el desarrollo de la seguridad emocional, los padres deben permitir que el niño se mueva por sí mismo: mover los brazos, coger los juguetes con las manos, sentir las distintas formas o descubrir el entorno que le rodea.
La motricidad libre permite al bebé ser el protagonista de su desarrollo motor.
Así descubre dónde están sus límites y cómo satisfacer sus necesidades.
Esta es la base de su futuro desarrollo.
Además, la motricidad libre permite al niño progresar a su ritmo, sin sentirse presionado.
Si tu hijo no está preparado para sentarse, no le fuerces.
Si tu hijo no está preparado para andar, no le empujes.
De lo contrario, puede asustar o bloquear a su hijo.
De hecho, la motricidad libre ayuda al niño a ganar confianza para futuros aprendizajes y acontecimientos vitales.
De este modo, se estimulará la mente creativa del niño.
La motricidad libre tiene beneficios a largo plazo
Está claro que el desarrollo de la motricidad libre en la primera infancia es una piedra angular de la educación y el desarrollo posteriores del niño.
Un bebé que se mueve libremente está descubriendo su cuerpo, su espacio vital, y se siente bien con su cuerpo.
Se siente orgulloso de sus capacidades.
Entonces no tiene ningún problema en alejarse de sus padres para ir al colegio o a casa de sus amigos.
Se vuelve más independiente.
Cuando motivas la motricidad libre, ves que tu hijo utiliza sus sentidos: se lleva objetos a la boca, huele la fruta y toca todo lo que le rodea.
Cuando no practicas la motricidad libre, pueden aparecer defectos y lesiones en el ego del niño.
O pueden aparecer bloqueos psicológicos o físicos.
¿Qué influye en el desarrollo motor?
Los estudios han identificado factores negativos y neutros en el desarrollo motor.
Los siguientes factores pueden afectar negativamente al desarrollo motor de los bebés:
- bajo peso al nacer
- nacimiento prematuro
- ataques cerebrales
- daños cerebrales en la primera infancia (parálisis cerebral)
- bajo nivel educativo de los padres
- problemas mentales de los padres
- embarazo no planificado
- problemas en la pareja
Estos factores no influyen en la rapidez con que un niño alcanza un hito del desarrollo motor:
- sexo
- hermanos
- tipo de parto (cesárea/parto normal)
- tamaño al nacer
- el transporte del bebé (portabebés/cochecito)
- edad de la madre
- tamaño del piso
- estatus social
Libre circulación del niño: ¿cuáles son las etapas clave?
¡Tu hijo crece deprisa!
Con un chasquido de dedos, tu bebé se convierte en bebé y luego en niño.
Así se desarrolla tu hijo:
Recién nacido
Motricidad gruesa :
- Reflejos
- Movimientos oculares concentrados
- Levantar brevemente la cabeza en decúbito prono al final del primer mes de vida
Primer año de vida
Motricidad gruesa :
- 3er mes: control de la cabeza en posición supina
- Aproximadamente 5 meses: movimiento independiente de decúbito supino a decúbito prono
- 9º mes: sentarse libremente y moverse en posición supina
- Aproximadamente 10-12 meses: tirar de objetos, ponerse de pie con agarre, esquivar con agarre
Destreza:
- 6ᵉ meses aprox: agarrar objetos intencionadamente y pasarlos entre ambas manos.
- 8-9ᵉ meses aprox: agarre en tijera.
- 11-12 meses aprox: agarre en pinza
1 a 3 años
Motricidad gruesa :
- 12 – 18 meses: marcha libre
- Aproximadamente 18 meses: ponerse en cuclillas y levantarse con las manos libres
- 2 años aproximadamente: correr y subir escaleras de forma segura con ayuda; rodar la pelota
- 3 – 4 años aproximadamente: mantenerse de pie sobre una pierna (al menos 3 segundos) y subir escaleras sin manos y cambiar de pierna
Destreza
- 1-2 años: apilar y coger cosas; empujar y tirar
- 3 años: buen uso del lápiz y las tijeras
Estimular la motricidad libre: ¿qué pueden hacer los padres?
Sentirse bien con el propio cuerpo es importante para el resto de la vida.
El desarrollo motor del niño aumenta cuando sus padres o cuidadores le motivan a moverse de diferentes maneras.
Si el niño puede elegir entre distintos materiales de juego, se estimula enormemente su desarrollo motor.
Pero esto no significa que haya que comprar costosos equipos de entrenamiento o hacer cursos especiales para el bebé.
Una pelota o el parque infantil bastan para ponerlo en movimiento.
El instinto natural de descubrimiento mantiene al bebé en movimiento.
En concreto, puedes fomentar la motricidad libre de tu hijo con los siguientes juegos y actividades:
- juegos de atrapar y saltar
- salto en cama elástica
- túnel de exploración
- escaleras
- natación
- juegos de pelota, saltar a la comba
Fomentar la motricidad fina libre funciona mejor si el área de movimiento es bastante limitada y el niño puede centrarse en ella.
Dependiendo de la edad, las siguientes actividades pueden fomentar la motricidad fina libre:
- pintar con lápices, pinceles, ceras o tizas de suelo
- juegos de enhebrar con cuerdas y cuentas
- juegos de encaje y rompecabezas
- bloques de construcción
- juegos con martillos
- amasar
- doblar papel
- jugar al Mikado
- tejer (en el telar)
- jugar con los dedos
¿Cómo podemos favorecer el placer del movimiento para estimular la motricidad libre?
Puedes ayudar a tu bebé a desarrollar su motricidad libre, por ejemplo, enseñándole a disfrutar moviéndose a su edad.
Lo mejor es dejar que tu hijo actúe de forma independiente y pruebe cosas, pero vigílalo siempre.
Esté siempre atento a posibles fuentes de peligro.
Recién nacido
- Masajes
Un masaje puede ser muy beneficioso para tu recién nacido.
- Balanceo suave
Coloca las manos bajo los hombros de tu bebé y hazlos rodar suavemente hacia delante y hacia atrás.
Esto estimula el control de la cabeza y el sentido del equilibrio.
- Masaje de manos y pies
Masajea las manitas y los piececitos.
Así tu bebé entra en contacto con estas partes del cuerpo.
Primer año
- Gatear y agarrar
Por ejemplo, coloca objetos interesantes en el suelo delante de tu bebé cuando esté boca abajo.
Asegúrate de que tu bebé hace un pequeño esfuerzo por alcanzarlo y cogerlo.
- Jugar con los dedos
Juega con los dedos de tu bebé mientras dices rimas.
De 1 a 3 años
- Paisaje animado
Ya sea en la habitación de los niños o en el patio de recreo: dé a su hijo pequeño la oportunidad de trepar, hacer equilibrios, saltar, etc.
Así practicará su destreza.
Pero vigila siempre de cerca a tu pequeño aventurero.
- Juegos rodantes
Los juguetes para empujar y tirar mejoran el equilibrio y la coordinación.
Una bicicleta de equilibrio es interesante para los niños a partir de los 2,5 años y fomenta el placer del movimiento.
Aquí tienes algunos artículos que pueden resultarte útiles:
1. Colchoneta motriz
Una alfombrilla para bebés ayuda a tu hijo a desarrollar su motricidad libre.
Descubre todo lo que puede hacer y se siente atraído por los diferentes colores y movimientos de los objetos.
2. Juegos motores para bebés
Los juegos motores para bebés les permiten trabajar su motricidad libre sin saberlo.
Descubren que cada movimiento de su cuerpo provoca una acción y una reacción determinadas.
¿Qué hacer ante un retraso del desarrollo motor?
El desarrollo motor forma parte del desarrollo mental y siempre es similar en los niños, pero no idéntico.
Como en cualquier otra etapa del desarrollo, los niños adquieren la motricidad gruesa y fina a ritmos diferentes.
La secuencia de las distintas fases motoras no tiene por qué ser la misma para cada niño.
A veces, simplemente se saltan algunas fases.
Estas diferencias pueden ser culturales (por ejemplo, porque determinadas formas limitan las habilidades motoras de los niños) o porque los niños tienen diferentes prioridades de desarrollo.
Los niños con buena motricidad suelen aprender a hablar más tarde y los superdotados lingüísticamente caminan más tarde.
Sin embargo, también hay bloqueos físicos (por ejemplo, debidos a un traumatismo al nacer) que pueden dificultar el desarrollo motor del niño.
Tras un examen médico exhaustivo y la exclusión de enfermedades graves, la visita a un osteópata puede hacer a veces maravillas.
Si el desarrollo motor está claramente alterado o gravemente retrasado, el pediatra suele reconocerlo con bastante rapidez basándose en las pruebas correspondientes.