Las etapas de una ruptura en una mujer son diferentes a las de un hombre, porque las mujeres aceptan su dolor más fácilmente.
No temen ser vulnerables y aceptar su dolor.
A los hombres, en cambio, se les ha enseñado desde pequeños a ocultar sus emociones y a no mostrar nunca sus debilidades.
Por eso las mujeres se sienten más cómodas con la idea de pedir ayuda o apoyo en estos momentos difíciles.
Otros factores también entran en juego a la hora de explicar por qué las mujeres aceptan más rápidamente una ruptura que los hombres.
Las mujeres suelen dar mucha importancia a las relaciones y los vínculos sociales.
Los hombres, en cambio, se aíslan tras una ruptura porque no quieren oír los juicios o las críticas de sus allegados.
Aunque sus allegados sean comprensivos y atentos, este miedo sigue estando muy arraigado en los hombres.
Sin embargo, contar con una red de apoyo sólida puede ayudar a afrontar los retos emocionales de una ruptura.
La investigación también sugiere que las mujeres, por término medio, tienden a expresar sus emociones más verbalmente.
Esto significa que son más propensas a discutir y procesar sus sentimientos abiertamente, lo que puede contribuir a una percepción de mayor aceptación.
Las mujeres son más propensas a adoptar estrategias de afrontamiento proactivas, como acudir a terapia, practicar la autoterapia o participar en actividades que les ayuden a procesar sus emociones.
Los hombres, en cambio, prefieren sufrir en silencio mientras lloran su pérdida.
Ocultan cómo se sienten realmente, salen mucho e incluso viven una aventura tras otra para mantener a raya el dolor.
Esto crea un círculo vicioso de negatividad y sufrimiento.
Por último, las expectativas sociales y las normas de género pueden influir.
Los hombres pueden sentirse presionados por la sociedad para ocultar o minimizar su angustia emocional tras una ruptura, lo que podría contribuir a la percepción de que las mujeres manejan las rupturas con más facilidad.
Ahora que ya conocemos las diferencias entre hombres y mujeres a la hora de aceptar una ruptura, veamos cómo afrontan la situación las mujeres.
Al fin y al cabo, las fases de la ruptura para las mujeres son más sencillas que para los hombres.
Para las mujeres, hay cinco etapas principales antes de estar completamente curadas.
Para los hombres, hay ocho, y si te interesan, puedes leer el artículo: ¿Cuáles son las 8 fases de la ruptura de un hombre?
Fases de la ruptura para las mujeres
Independientemente de quién haya decidido romper, el dolor, la conmoción y la tristeza siempre están ahí.
De hecho, muchas emociones embargan a la mujer que se cuestiona a sí misma.
¿Ha encontrado otra pareja?
¿No soy lo bastante buena para él?
¿Por qué no puede ser feliz conmigo?
¿Qué tengo que cambiar de mí para retenerle?
Aunque estas preguntas no sirvan para nada, son inevitables.
Toda mujer se las hace en un momento u otro porque necesita dar sentido a lo que está pasando.
Sin embargo, estas respuestas no son lo que realmente cuenta. He aquí las fases que permiten a una mujer sanar su corazón roto:
Fase 1: Negación o la pesadilla de la vida real
¡Se acabó, te dejo! ¡Ya no puedo fingir que soy feliz contigo!
Cuando un hombre comunica a su pareja que su relación ha terminado, ella se siente literalmente como si viviera una pesadilla.
Está en estado de shock, aunque en el fondo era consciente de que la separación estaba a la vuelta de la esquina.
Los que dicen que no lo vieron venir mienten, porque siempre hay señales de alarma.
Lo que pasa es que decidieron ignorarlas.
Romper con alguien puede ser violento y cargado de consecuencias: se llama duelo.
Hay que decir adiós a todos los planes juntos y al futuro: ¡es una tormenta emocional!
Por un lado, duda de si su pareja la quería de verdad.
Por otro, se siente culpable porque piensa que se ha merecido este sufrimiento.
Fase 2: La ira o la constatación de la falta
Por favor, ¡dame otra oportunidad!
El dolor del duelo y la tristeza dan paso a una rabia demencial: echa tanto de menos a su ex que le culpa de lo que tiene que pasar.
De repente, ya no se pregunta qué podría haber hecho de otra manera, sino que está convencida de que él es el canalla que le ha causado el dolor a sabiendas.
Esta fase es bastante contradictoria, porque la mujer está enfadada, pero al mismo tiempo sólo sueña con una cosa: quiere recuperar a su ex.
Por eso hace todo lo posible por ponerse en contacto con él, saber adónde va y con quién pasa el tiempo.
Su intenso anhelo y dolor pueden llevarla a cometer locuras como espiar a su ex o acosarlo en las redes sociales.
Cuando se da cuenta de que él no quiere verla ni volver con ella, su ira vuelve a apoderarse de ella.
Entonces le envía mensajes de odio e incluso le amenaza de una forma u otra.
La mujer no entiende que necesita alejarse de él para iniciar su proceso de curación.
Con esta obsesión malsana, sólo está prolongando su sufrimiento.
Es más, le está haciendo la vida imposible a su ex, ¡que puede tenerle miedo!
Fase 3: Devaluación o cómo recuperarle
Sé que me merecía esta ruptura porque todos nuestros problemas son culpa mía.
Por fin, la mujer llega a una fase de interiorización y autoanálisis.
Pero las cosas no salen como estaba previsto.
En lugar de comprender que dos personas crecen y cambian, piensa que ella es la única culpable del fracaso de la relación.
Así que se cuestiona muchas cosas y cree que podría haber hecho las cosas de otra manera para conservar a su hombre.
Para ella, ¡el éxito y el fracaso de su relación recaen sobre sus hombros!
Debería haberle querido más, debería haberle dado otra oportunidad, debería haber sido más cariñosa, etcétera.
La culpa no cesa durante estas fases.
Sin embargo, las fases de la ruptura de una mujer son una oportunidad para abrir los ojos y pasar página.
Durante el análisis, es importante ser honesto: ambos miembros de la pareja son responsables del éxito o el fracaso de su relación.
Son los esfuerzos conjuntos, los compromisos y los sacrificios (o la falta de ellos) los que desempeñan un papel.
Fase 4: Autoaceptación y autoestima
Me siento liberado.
Una vez que ha llorado, ha dudado de sí misma y ha intentado reconquistarlo, se da cuenta de la realidad: ese hombre no era para ella.
Finalmente, ¡culpa a su ex!
En resumen: la mujer aún no está preparada para compartir responsabilidades.
Durante esta fase, prefiere ver a su ex como un monstruo que le ha arruinado la vida.
Afortunadamente, poco a poco, se desprende de su odio y de su necesidad de control para comprender que dos personas cargan con el peso del fracaso.
Eso lleva tiempo.
De hecho, la fase de ruptura para las mujeres es la que lleva más tiempo.
La aceptación significa dejar las cosas claras.
Esto significa tomar decisiones radicales sobre su estilo de vida, su peinado, sus pasiones e incluso su trabajo.
Necesita cambios que la hagan feliz para olvidar su melancolía.
En conclusión, es el momento de dejar el pasado donde debe estar: ¡en el pasado!
Fase 5: Curación o una nueva vida
Ahora sé qué tipo de hombre estoy buscando…
Después de todo el sufrimiento, la mujer por fin siente que vuelve a vivir.
Tiene un nuevo aliento vital y aprecia todo lo que ha aprendido durante el proceso de curación.
Ahora comprende mejor quién es y qué tipo de compañero sentimental puede ser.
Además, su vida está más en consonancia con sus pasiones y con lo que quiere para su futuro.
Se siente fuerte porque ha pasado por un infierno y ha salido más alta, más lista y más segura de sí misma.
Por último, sus límites y reglas para una relación sana han cambiado.
Sus estándares son más altos y se niega a rebajarlos por nadie.
Es una mujer nueva y está orgullosa de serlo.