Si hay un ejercicio que recomiendo a todo el mundo (no sólo a los escritores), es la escritura automática.
Es un ejercicio tradicional pero eficaz que entrenará tu creatividad.
Pero no sólo eso…
En efecto, la escritura automática ofrece muchas ventajas.
La escritura automática es una técnica que tiene más de 100 años y que los psicólogos utilizan para acceder al inconsciente de sus pacientes y los artistas para acceder a su creatividad.
Y ambas pueden serte útiles.
Escritura automática: el origen de este ejercicio
Ya en 1889, el psicoterapeuta Pierre Janet realizó experimentos con pacientes que debían escribir mientras estaban medio dormidos, en trance o bajo hipnosis.
Entraban en un flujo de escritura, revelando con la pluma algo que estaba previamente enterrado en el inconsciente.
El terapeuta podía entonces trabajar con ello.
El logro de Pierre Janet es tanto más sorprendente cuanto que el padre de toda la psicología, Sigmund Freud, fue el primero en dar a conocer el inconsciente a principios de siglo.
En cualquier caso, con este ejercicio, Pierre Janet se convirtió no sólo en el fundador de la escritura automática, sino también en el fundador de un “nuevo sistema de psiquiatría dinámica”.
Luego, en 1903, el caso de Daniel Paul Schreber, el hijo del inventor de las asignaciones, se hizo muy interesante y notorio.
Schreber publicó ese año su libro “Memorias de un paciente nervioso”.
Lo escribió utilizando la técnica de la escritura automática.
El libro contiene la visión de Schreber sobre su propia psicosis, profundiza en su inconsciente y se considera un estudio de caso exhaustivo para las generaciones posteriores de psicólogos.
Este proceso fue tan curativo para él que pudo abandonar la clínica y liberarse de sus delirios.
Desgraciadamente, Schreber muere de su enfermedad mental en 1911 en el sanatorio de Dösen.
La escritura automática llega a París…
Un grupo de surrealistas en torno a André Breton retoma este método en los años veinte y llena libros enteros con los resultados de la escritura automática.
No creo que estas obras se sigan utilizando hoy en día como entretenimiento.
Pero las instrucciones de Breton, que incluyó en su “Manifiesto del Surrealismo” en 1924, son interesantes:
Una vez que estés cómodo en un lugar donde puedas liberar tu mente al máximo, pide a alguien que te busque algo para escribir.
Ponte en el estado más pasivo o receptivo del que seas capaz.
Ignora tu genio, tu talento y el de los demás.
Date cuenta de que escribir es uno de los caminos más patéticos para llegar a todo y a nada.
Escriba deprisa, sin temas preconcebidos, lo bastante deprisa como para no guardarse nada ni caer en la tentación de pensar.
La primera frase vendrá sola, porque es cierto que en cada momento de nuestra conciencia hay una frase desconocida esperando a ser pronunciada. (…)
Continúa todo lo que quieras.
Cuente con la inagotabilidad del susurro.
Cuando un silencio amenace con instalarse porque has cometido el más mínimo error, se debe a una falta de atención, rompe sin vacilar en una línea que tenga sentido.
Ponga cualquier letra después de la palabra, la letra l por ejemplo, siempre la letra l, y restablezca la arbitrariedad haciendo que esta letra sea la primera letra de la palabra siguiente.
En cualquier caso, de un modo u otro, la escritura automática desapareció de la psicología y la literatura.
Pero hace unos años volvió a resurgir.
Y no hace falta ser un enfermo mental o sufrir bloqueo del escritor para disfrutar de la escritura automática.
Al contrario, una persona sana puede descubrir mucha creatividad y probablemente incluso más mirando en su subconsciente.
¿Quién puede practicar la escritura automática?
La respuesta es sencilla: a todos aquellos que quieren expresarse a través de la escritura y crear literatura, a las personas que buscan un método para bucear en su vida interior y descubrirse a sí mismas.
En la escritura automática, somos como arqueólogos de nuestra memoria.
Con la pluma descubrimos lo que espera ser descubierto.
En la escritura rápida, atrapamos nuestros sueños con una red de mariposas y nos perdemos en la realidad del aquí y ahora.
La escritura automática hace visibles nuestras creencias e ideas mentales y saca a la luz nuestras partes de sombra no amadas.
Podemos expresar verbalmente nuestra rabia escribiendo con rapidez, abrirnos a nuestros miedos y mostrar la tristeza que ha estado anidada en el rabillo del ojo durante años.
Con la escritura automática, podemos atrevernos con lo que normalmente no nos atreveríamos.
En general, las exigencias literarias a nuestras palabras escritas tienden a ser contraproducentes para una escritura viva.
La escritura rápida lo contrarresta.
Si uno quiere escribir literatura, no empieza con un bestseller.
¿Qué caracteriza a la escritura automática?
Mientras que el diario es una escritura reflexiva, la escritura automática es una escritura espontánea, creativa y viva.
Todo lo que necesitas es un bolígrafo y un papel o un ordenador.
Todo lo que necesitas es un poco de tiempo.
O bien especifica franjas horarias durante las cuales escribirá.
O bien eliges el número de páginas o palabras que quieres escribir.
Sólo necesitas un poco de tiempo, pero ten en cuenta que siempre necesitas un poco de margen mental para todas tus actividades.
Sí, te das una ventaja mental antes de empezar cualquier actividad.
Una vez sentado donde quieres escribir, estás listo para empezar.
Escribe lo primero que se te ocurra y no pienses dos veces si está bien o mal.
No hay nada correcto o incorrecto en la escritura automática, ni en términos de contenido ni de gramática.
Lo bonito de escribir es que la palabra escrita es vinculante.
Una vez que está en el papel, no puedes negar la idea que hay detrás.
Ninguna palabra tachada, ninguna errata puede negarla.
Las palabras y frases que se han escrito ya no se pueden ignorar.
Por eso la escritura automática se adapta tan maravillosamente a un viaje interior.
Descubrimos las causas de nuestros celos, los síntomas que nos llevan a la escritura automática.
Descubrimos las razones por las que discutimos, quizás nos detenemos en nuestra necesidad de una mayor cercanía emocional con nuestra pareja.
En definitiva, leemos en blanco y negro que no siempre somos sinceros con nosotros mismos o con los demás.
La escritura rápida plantea preguntas, a veces confunde la mente, al tiempo que aclara con sus respuestas.
¿Cómo funciona una sesión de escritura automática?
¿Cuál es la mayor ventaja de la escritura automática?
Es súper sencilla.
Pero antes de empezar, propóngase practicarla con regularidad durante unos días.
Invierte al menos 10 minutos al día durante las próximas 1-2 semanas.
Y luego juzga tu trabajo.
He aquí cómo funciona la escritura automática para un principiante y un habitual:
Pon una hoja de papel o un cuaderno sobre la mesa y coge un bolígrafo.
Para empezar, ponte una alarma durante cinco minutos.
Aumenta a 10 minutos al cabo de unos días.
Siéntete libre de escribir más tiempo después, pero por ahora, cíñete a este margen de tiempo.
Por último, escribe todo lo que puedas.
Intenta escribir el mayor número de palabras posible en poco tiempo.
Escribe lo que se te ocurra.
Si te preguntas qué escribir, escribe que te preguntas qué escribir.
No pienses en las reglas de las comas ni en frases inacabadas.
Cuando se acabe el tiempo, ya has terminado.
Suelta el bolígrafo y deja de escribir.
Ve a dar un paseo, come algo o fúmate un cigarrillo.
Da igual.
Lo importante es que dejes de escribir.
También es útil no volver directamente al día “productivo”.
Pero si no hay más remedio, también puedes hacerlo.
Eso es todo lo que tienes que hacer.
Una vez al día tienes una cita con tu bolígrafo, tu papel y tu despertador.
Y entonces tu vida vuelve a empezar.
Por supuesto, los resultados textuales son de naturaleza muy incierta desde el punto de vista literario.
Aunque siempre puedes leerlo tú mismo, el resultado de tal meditación de escritura no es nada para el público.
No hay introducción, no hay hilo conductor, sólo un montón de palabras y un montón de errores.
No importa.
Porque se trata del camino, no de la meta.
Has entrenado intensamente tu fuerza de escritura y ofrecido una salida a tu inconsciente creativo.
La regularidad, el entorno y un ritmo claro son importantes en el ejercicio de escritura automática
Un entorno tranquilo y siempre igual te ayuda a concentrarte en el entrenamiento muscular de la escritura automática.
Al cabo de poco tiempo, cada vez te resultará más fácil implicarte.
Como en cualquier entrenamiento, la constancia es la receta del éxito.
Porque sin una rutina, tu mente no puede adaptarse.
¿Y por qué cronometrar exactamente 5 ó 10 minutos?
No importa.
Sólo quiero demostrarte que no se necesita mucho tiempo.
Yo mismo una vez escribí automáticamente durante una hora para deshacerme de tantas cosas como fuera posible.
El contexto del método de escritura automática es importante para un principiante
Al parecer, este ejercicio asociativo permite al cerebro superar fácilmente los bloqueos de pensamiento habituales (que pueden visualizarse como “guardias”).
En este ejercicio se hace más o menos todo lo que se aprende en un entrenamiento más profundo de mindfulness:
- Estás plenamente “presente” porque no tienes tiempo de pensar en la cena ni en nada más secundario.
- Concentras tu conciencia en una sola actividad.
- No juzgas.
Esto significa que escribes automáticamente en algo parecido a una “meditación”.
Pero no te concentras en tu respiración ni en una vela, sino que dejas que las palabras fluyan.
El “guardián” que protege el inconsciente se relaja y deja salir más que en un estado de ánimo no meditativo.
Esto, a su vez, te permite profundizar aún más, y así sucesivamente.
Puede que en algún momento empieces a observar que una parte creativa desconocida de ti controla la mano mientras tu conciencia “normal” observa.
Después de algo de práctica, también puedes aprender a controlar la dirección de tu escritura automática.
Cuando el canal de escritura está despejado, puedes fijarte un tema antes de escribir a diario.
Muchas preguntas desafían tu creatividad.
Sin embargo, puede ocurrir que tu fuerza de escritura se niegue a tratar ese tema y tus pensamientos divaguen en otra dirección.
Si esto ocurre, aún tienes que aprender un par de cosas sobre ti mismo.
Mis 6 consejos para dominar la escritura automática siendo principiante
Con mis consejos aprenderás a soltarte y a centrarte en una sola tarea.
La escritura automática debería convertirse en un hábito.
Pero si quieres que este ejercicio sea efectivo, sigue estos consejos.
1. La rutina es importante para la escritura automática
Para lograr una escritura “productiva”, con muchas ideas y buenas ideas, ayuda mucho convertir la escritura automática en un hábito.
Lo ideal es hacerlo todos los días.
Cada mañana o cada tarde.
Si quieres escribir de forma disciplinada, tienes que ponértelo fácil y asegurarte unas condiciones constantes.
2. Consejos para desbloquear la escritura automática
Pocas personas pueden sentarse en su escritorio a una hora determinada y ponerse a escribir.
Independientemente de las circunstancias privadas o profesionales, a menudo desfavorables, esto tampoco funciona bien, porque la escritura propiamente dicha comienza mucho antes con la escritura interior.
Piensan en lo que quieren escribir con cierta antelación.
Y si no se les ocurre nada o si lo que se les ocurre no les parece lo suficientemente importante, ni siquiera se sientan.
Aquí es donde entra en juego el perfeccionismo.
Tienes que cuestionar tus creencias sobre la escritura.
Una creencia que impide a muchas personas expresarse de forma viva y libre es: “¡No debo cometer errores!”.
Éste es uno de los síntomas más comunes.
Pero la escritura automática es como hacer garabatos con palabras.
3. Las frases incompletas forman parte de la escritura automática
Por cierto, no tienes por qué escribir frases completas.
Si cuando escribes automáticamente fluyes, tu corazón rebosa de ideas.
La mano no puede seguir el ritmo.
Lo que puede impedir una verdadera fluidez es la necesidad, a menudo señalada, de escribir con frases completas.
Mi consejo es que ignores esta necesidad y dejes la frase que has empezado como un fragmento y sigas escribiendo sobre la nueva idea.
El cambio de tema no debe esperar hasta el final del párrafo, sino que empieza en el momento en que la idea surge en tu cabeza.
Esta voluntad de dar una nueva dirección al contenido sin vacilar fomenta tu espontaneidad, pero también tu intuición.
El objetivo de la escritura automática no es acabar con un texto completo y legible en la mano, sino darle a tu corazón una forma y un método para expresarse y dejar salir todos tus pensamientos y sentimientos enterrados escribiendo rápidamente.
4. La escritura automática acaba con el bloqueo del escritor
A veces uno no sabe sobre qué escribir.
Ya lo he mencionado antes.
Si no sabes por dónde empezar, escribe: “No se me ocurre nada”.
Luego escribe lo que piensas de ti mismo.
Puede que te juzgues por tu falta de ideas, por tu incapacidad para escribir, por tu vida aburrida.
De nuevo, tus propias creencias te desacreditan.
Puedes hacerlo, pero no tienes por qué cuestionarlas.
Lo más importante es que tomes conciencia de tus propios juicios sobre ti mismo.
Así que si no se te ocurre nada, crea este tema….
5. Escribir sin miedo es el secreto de la escritura automática
Si tienes miedo de que tu escritura sea leída en secreto (o incluso accidentalmente), no eres realmente libre para escribir rápido.
Tu subconsciente te frustrará.
No podrás escribir con verdadera libertad sobre el tema en cuestión.
Ya sean decepciones sobre tu pareja, ya sean tus celos.
Ya sean tus necesidades y deseos y todos los sentimientos que recorren tu cuerpo día tras día.
Se trata del proceso de escritura creativa, no de la letra perfecta.
Como los textos de escritura automática -a diferencia de los diarios- no están pensados para ser literatura independiente, mi consejo contra este miedo es arrancar las páginas o quemarlas.
Este “soltar” el texto también tiene la ventaja de que te demuestra que la escritura automática consiste en dejar salir los pensamientos secretos del subconsciente y dar rienda suelta a tu creatividad.
6. Limite su tiempo de escritura
Si, al cabo de varios días, notas que la escritura se detiene rápidamente, que el flujo de escritura se interrumpe una y otra vez y que te juzgas a ti mismo como una persona sin creatividad, entonces ponte un poco de presión con un temporizador.
Pon un temporizador para que las interrupciones no sean demasiado largas.
En cuanto te acostumbres al aumento de velocidad al cabo de unos días y apenas tengas interrupciones entre el principio y el final de la escritura, puedes aumentar el tiempo de tu escritura automática.
¿Es peligrosa la escritura automática?
Hay quien dice que puede ser peligroso dedicarse a la escritura automática.
Pero, ¿por qué?
1. La mente controla el cuerpo
Cuando te concentras en la escritura automática, tu subconsciente dirige tu mano.
Entonces puedes perder el equilibrio.
Puedes sentirte somnoliento, borracho o desorientado (síntomas de la escritura automática).
Si esto ocurre, deberías tomarte un descanso.
De hecho, para evitar el adormecimiento de cuerpo y mente, toma aire fresco durante un rato.
2. Confundir el poder del subconsciente con lo paranormal
Mientras te dedicas a la escritura automática, puedes pensar que otra entidad controla tu cuerpo.
Así, puedes creer que un fantasma o un ser superior ha echado raíces en ti.
Pero no.
Se trata simplemente de tu subconsciente.
Sólo que no estás acostumbrado a verla u oírla.
3. Adicción
El aspecto más peligroso de la escritura automática es la adicción.
Para escapar de la vida difícil que puedes estar llevando o para ocultar tu debilidad emocional, puedes refugiarte en este ejercicio.
Entonces te desligas completamente de la gente que te rodea y te olvidas de tus obligaciones.
En resumen, sólo te sientes bien cuando escribes.