Hija mía, orgullo mío… ¡Ya no sé cómo decirte “te quiero”!
Utiliza uno de nuestros poemas de amor sobre las relaciones madre-hija para decirle a tu hija cómo te sientes.
Hay quien se quiere, quien se odia y quien se evita por completo.
La relación madre-hija siempre es algo especial, pero no siempre es fácil.
La relación que una madre tiene con sus hijos es lo que marca sus vidas.
Y esto es especialmente cierto si tiene una hija.
En los primeros años de vida, hay un vínculo muy fuerte entre madre e hija.
El estrecho contacto se debe sobre todo a que ambas son del mismo sexo y, por tanto, se pueden entender mejor muchos deseos y necesidades.
Así, las hijas se identifican totalmente con su madre, es el gran modelo a imitar en todo.
Algunas suelen permanecer en una relación casi simbiótica con su madre.
Esto no siempre es bueno.
Copian a mamá, se pavonean por el piso con sus zapatos, llevan sus joyas y hacen desfiles de moda con su ropa.
La niña no quiere otra cosa que ser como su madre.
Entonces la relación madre-hija cambia
Sin embargo, la admiración acrítica puede cambiar más tarde o, al menos, detenerse.
Y no sólo durante la pubertad.
Los primeros conflictos suelen aparecer ya en la guardería, a menudo procedentes de la madre, por ejemplo cuando la niña no se ajusta a la imagen de la chica ideal y desarrolla su propia mente.
En los primeros años, sin embargo, estos conflictos no se discuten.
Pero se vuelven más violentos durante la clásica fase de rebeldía, durante la pubertad adolescente.
De repente, la hija ya no encuentra a su madre tan estupenda, sino más bien molesta, y rechaza todo lo que hace.
Se corta el cordón umbilical y es el primer intento de afirmarse como persona independiente.
El comportamiento de la madre marca la vida futura de la hija
La fuerza de la influencia de la madre en el desarrollo de la propia identidad de la hija es especialmente evidente en los casos en que la interacción entre ambas se ve perturbada.
La relación madre-hija en la infancia y la adolescencia no siempre es una época feliz, llena de amor, comprensión y afecto hacia la hija.
Algunas madres también ven a su mini-yo como una competencia.
Y éste es sólo uno de los muchos puntos potenciales de conflicto.
Problemas en la relación madre-hija :
- Rechazo
La madre no puede elogiar y los logros de la hija no son reconocidos.
Incluso más tarde, la hija sigue sintiendo que su trabajo y su opinión no valen nada.
- Dominación
La madre interfiere en todo, con determinación sobre la cabeza de su hija, tomando decisiones por sí misma.
Una hija así suele tener dificultades para tomar decisiones independientes más adelante.
- Frialdad emocional
La madre no puede dar cercanía y calor, no abraza ni consuela.
En sus propias relaciones, la niña suele ser insegura y a menudo pegajosa.
- Autorización
La madre corrige y critica constantemente a su hija.
Las hijas de este tipo de madres suelen sentirse inútiles el resto de sus vidas.
- Imprevisibilidad
No saber cómo reaccionará la madre lleva a las hijas a culparse a sí mismas, a menudo durante toda su vida.
La relación madre-hija suele quedar permanentemente perturbada.
- Egoísmo
Una madre que sólo piensa en sí misma intenta integrar a su hija en su vida como un apéndice decorativo.
Estas niñas suelen sufrir falta de confianza en sí mismas.
- Transmisión
Las madres débiles o agobiadas tienden a aprovecharse de sus hijas y a encomendarles tareas de adultas a una edad temprana.
Cuando ellas mismas crecen, las niñas se dan cuenta de que les han robado su infancia.
Pero los conflictos también pueden reforzar la relación madre-hija
Aprender de los errores: esto también se aplica aquí y vale para ambas partes.
Algunas de las acciones de la madre sólo pueden ser comprendidas por la hija mucho más tarde, en la edad adulta; o si ella misma es madre y se encuentra en una situación similar.
Discutir también es una especie de muestra de amor.
Al fin y al cabo, sólo estás tratando con alguien que vale algo para ti.
La mayoría de las relaciones madre-hija críticas mejoran con los años.
Lo demuestra el hecho de que más de una de cada dos mujeres adultas discute sus problemas con su madre.
Así, la madre cumple la tarea de ser la importante confidente de una hija.
Sólo tenemos a ésta, nuestra madre, y tampoco para siempre.
¿Qué poema elegir para decir “hija mía, orgullo mío”?
Tanto si estás en la fase de tensión como en la de confianza con tu hija, tu amor por ella no es menos fuerte.
Sin embargo, la comunicación no siempre es fácil.
De hecho, la distancia, ya sea física o emocional, puede complicar las discusiones.
Por eso, para que tu hija sepa lo que sientes, puedes elegir una bonita cita motivadora o que hable del amor entre madre e hija.
Aquí tienes dos poemas que te pueden servir de inspiración.
1. Poema hija mía, mi orgullo
Tú, hija mía, mi orgullo,
Una noche estrellada de primavera,
mostraste tu rostro.
Nunca he sentido tanto amor
Como cuando me sonreíste.
Desde ese momento
Comprendí que eras
mi hija, mi orgullo.
Ahora te has convertido en una mujer.
Una persona gentil y amable.
Doy gracias a Dios por haberte puesto en mi vida,
porque sin ti,
nunca habría conocido el verdadero amor.
Estoy orgullosa de ti
y agradecida de tener el título de madre.
Por nada en el mundo
borraría las lágrimas y las dudas
que me atenazaron mientras atravesabas tu adolescencia.
Ha merecido la pena,
porque te has vuelto independiente.
Te quiero, cariño.
2. Poema a mi hija
Mi hermosa, mi hija, mi orgullo…
Nunca me sentí tan fuerte como aquel día
Cuando pusiste tu cara llorosa en el pliegue de mi cuello.
Nunca olvidaré esa sensación.
Ese día comprendí que
tenía que protegerte a toda costa.
Saber que siempre puedes confiar en mí.
Que sepas que siempre puedes contar conmigo.
Mi amor por ti no tiene límites.
E incluso cuando ya no esté aquí,
velaré por ti.
3. Bonita cita en forma de poema para mi hija
Te quiero.
Así de simple.
Tus lágrimas me entristecen
y tu risa me da gusto por la vida.
Eres mi hija, mi orgullo.
Nunca pensé que podría amar a alguien
tanto como te quiero a ti.
Ahora que has crecido,
que sepas que llegará el día
en que entenderás mis miedos y mis dudas.
Sé que eres una mujer fuerte,
pero mi corazón de mamá no puede evitar temblar.
Cuidate mucho.
Dios te bendiga, hija mía, mi orgullo.
4. A mi hija (Victor Hugo)
Oh hija mía, ya ves, me someto.
Haz como yo: vive alejada del mundo;
¿Feliz? No; ¿triunfante? Jamás.
¡Resignada!
Sé bueno y gentil y levanta una piadosa frente.
Como el día en los cielos pone su llama,
Tú, hija mía, en el azur de tus ojos
¡Pon tu alma!
Nadie es feliz y nadie es triunfador.
La hora es para todos una cosa incompleta;
La hora es una sombra, y nuestra vida, niña,
está hecha de ella.
Sí, todos los hombres están cansados de su destino.
Ser feliz, a todos, ¡lúgubre destino!
Todo se ha perdido. Todo, es decir, ¡ay!
Poco.
Este poco es lo que, por su parte,
En el universo todos buscan y desean:
Una palabra, un nombre, un poco de oro, una mirada,
una sonrisa.
El gran rey sin amor carece de alegría;
La gota de agua falta en el inmenso desierto.
El hombre es un pozo donde el vacío siempre
Comienza de nuevo.
Ved a estos pensadores que endiosamos,
Mira estos héroes cuyas frentes nos dominan,
Nombres cuyos oscuros horizontes
se iluminan.
5. Poema para mi hija, mi orgullo, mi vida
Mi hija, mi orgullo…
El día que naciste,
descubrí quién soy realmente.
En ti,
se mezclan los dos colores del amor.
Cada día rezo por tu seguridad y tu éxito.
Con mis manos construí tu destino.
Pero dejo al tuyo
perseguirlo o cambiarlo.
Puede que no estés contento
con algunas de mis decisiones.
Pero siempre las he tomado por tu bien.
Un día sé que me perdonarás por mis errores.
Hasta entonces,
tendré que ser paciente.
Tendré que dejarte crecer y madurar.
Que sepas que te quiero, hija mía, mi orgullo, mi vida.
6. Cita de amor para su hija
Pasé mucho tiempo
intentando encontrar el principio de nuestra historia de amor.
Entonces me di cuenta de que ella nació
mucho antes que tú.
Mi amor por ti tiene sus raíces
en mi deseo de ser madre.
Has superado todas mis esperanzas
y todos mis sueños más salvajes.
Estoy orgullosa de ti.
Estoy orgullosa de ser tu madre.
Y seré tu apoyo
dondequiera que la vida te lleve.
Te quiero hija mía, mi orgullo.
7. Cita sobre el amor entre madre e hija
Eres la luz de mis noches
y el aire que respiro.
Sin ti, no habría llegado a ser
la persona que soy hoy.
Gracias por ser una chica tan generosa y perfecta.
Cada día me sorprendes más,
me sorprendes más.
La música parece acunar tus pasos
y bailas al son de cada sonido.
Sigue asombrando a todos los que te rodean,
porque tú eres nuestra razón de ser.
Te quiero hija mía, ¡mi orgullo!
8. Hija mía (Auguste Lacaussade)
Planta fresca con aliento fresco,
Flor que florece en mi roca;
Oh tú que de la vida apenas
Acabas de cruzar el triste umbral;
Frágil niña, joven alma blanca,
Primer brote de mi verano,
Que Dios colgó en mi rama
Para velar su aridez;
Dulce ignorante de la vida,
Vaso puro de puro licor,
En mi sombra amaneció
Para verter el día a mi corazón;
Hermana de los ángeles de rostro rubio,
Que semidesnuda, al borde del cielo,
se mecen en el oro de una nube
En los lienzos de Rafael;
Espíritu de alguna esfera feliz,
Que en las nieves de tu cuerpo
Guarda la huella luminosa
Del mundo desconocido de donde viniste;
9. Poema a mi hija, mi orgullo
Recibí el regalo más preciado,
el día en que naciste.
Me despertaste de mi tormento.
Te convertiste en el rayo de esperanza en mi mundo de desesperación.
Que sepas que el amor entre una madre y una hija es único.
Es insustituible y único.
Por eso permaneceremos unidas para siempre.
De hija has pasado a ser mi confidente, mi amiga.
Ahora te veo crecer y ser feliz.
Te veo perseguir tus sueños
y no podría estar más orgullosa.
Hija mía, mi orgullo…
te quiero.
10. Poema a mi hija
Mi tesoro, mi ángel de amor…
Agradezco el amor infinito que siento.
Estoy tan feliz de ver la persona en la que te has convertido.
En mi vida no has hecho más que traer
mucha felicidad y alegría.
¡Gracias por todo!
¡Gracias por tu apoyo!
¡Y gracias por tu sonrisa!
Desde el momento en que naciste
supe que estabas destinado a lograr
tus mayores sueños.
Y estás así de cerca
de ser la Mujer Maravilla perfecta.
11. Poema para mi hija, mi orgullo
Hija mía, eres mi joya.
Eres la fuente de mi felicidad.
Cada día me levanto y estoy agradecida.
Agradecido por tenerte…
Agradecida por las cosas bonitas que has hecho.
Espero que algún día te conviertas en madre
y sientas el mismo amor.
Sí, el vínculo madre/hija es intenso.
Es único.
Es el único amor por el que merecen la pena todos los sacrificios.
Es el único amor por el que merece la pena transigir.