El maltrato no es sólo físico.
También puede ser psicológico y emocional.
Hoy vamos a trabajar mano a mano con Valérie, de 37 años.
Está casada con Fabien desde hace ocho años.
Por desgracia, no todo es de color de rosa en su relación.
Primero les contaré lo que Valérie me dijo.
Luego veremos cómo podemos ayudar a Valérie a salir de esta situación tóxica.
Así, si estás en la misma situación o conoces a alguien que lo esté, sabrás qué hacer.
Esta es la historia de Valérie:
Mi marido me destruye moralmente.
Llevo ocho años con mi pareja y hace tres nació nuestro hijo, un niño de ensueño.
Por fuera, somos la pequeña familia perfecta, sonrientes en todas nuestras fotos de Facebook y de buen humor en las reuniones familiares.
Pero no somos felices, porque mi pareja tiene una enorme rabia dentro, que siempre descarga conmigo.
Somos muy normales: bromeamos con nuestros amigos, jugamos con nuestro hijo y nos sentamos juntos a la mesa por la noche.
Durante mucho tiempo, esto hizo aún más difícil ver qué nos pasaba.
Pero ahora puedo ponerle nombre: el hombre al que amo, el hombre con el que quiero compartir mi vida, me trata de forma abusiva.
Mi marido me está destruyendo moralmente.
Me gustaría anticipar una cosa enseguida: no me pega.
Sin embargo, me duele porque sus palabras dejan heridas que no se ven a simple vista.
De niña sufrí abusos físicos, así que también conozco esa sensación.
Esa sensación cuando estás esperando en cualquier momento que alguien te lance al otro lado de la habitación, que alguien te grite o que alguien te dé una patada de repente.
Probablemente al principio no me di cuenta de la magnitud del problema de ira de mi marido porque debí de experimentar algo parecido de niña.
Al menos mi pareja no me pega como lo hacían mis padres entonces.
Sin embargo, ahora reconozco que parte del maltrato de mi infancia se repite en mi relación, concretamente el maltrato psicológico.
Cuando mi marido está enfadado, sus palabras son como cuchillos y basta un poco para que arremeta contra mí:
“¡Me grita cuando se me cae algo!
Mi marido me está destrozando la moral, ¿por qué hace esto?
Es un error común pensar que la violencia psicológica sólo adopta la forma de constantes estallidos de ira y gritos, menosprecio y críticas.
Éstas son simplemente las formas más fácilmente reconocibles.
Otras formas de maltrato psicológico, aunque menos flagrantes, son igual de devastadoras.
Entre ellas están: la falta de respeto, la grosería, la condescendencia, la condescendencia, la crítica constante, los juicios, las “bromas” ofensivas, las mentiras, los “olvidos”, las faltas de confianza, las trampas y las distorsiones del pasado.
Por lo general, los amigos perciben a la pareja maltratadora como decente, cumplidora, sensible, tranquila y, en el mejor de los casos, discreta.
Sin embargo, hacia su pareja, suele ser autoritario, egocéntrico, demasiado crítico, obsesivo, infantil y malicioso.
La verdad es que el marido de Valérie se ajusta a ambas descripciones.
Es este eterno contraste entre la persona a la que ama y la persona que le hace daño lo que confunde profundamente a Valérie.
De hecho, sus actos de violencia emocional se entremezclan a menudo con las garantías de su amor de que ella es “lo mejor que le ha pasado”, de que quiere empezar a tratarla como tal.
Esto lleva a una mayor confusión.
Ella espera que si “hace” lo suficiente, si le da lo suficiente, dejará de hacerle daño y reaparecerá su lado cariñoso y afectuoso.
Esta falsa esperanza es una razón común por la que las mujeres maltratadas no rompen.
Mi marido me está destruyendo moralmente, pero siento que no puedo decir nada.
¿Cómo puedo explicárselo a mi familia o a mis amigos?
Al fin y al cabo, nunca ha mostrado este lado tóxico delante de otras personas.
Lo mantiene entre las cuatro paredes de nuestra casa.
Motivos del maltrato emocional
No le sorprenderá: el maltrato emocional de la pareja tiene su origen en la infancia del maltratador.
Los padres del marido de Valérie pueden haber practicado el chantaje emocional o la falta de respeto durante su infancia.
Los padres narcisistas o maltratadores transmiten sus rasgos de personalidad a sus hijos.
Cuando una persona vive constantemente bajo el estrés de tener que ser perfecta o de tener que hacer esto o aquello para ganarse el amor de sus padres, deja huella.
El maltrato físico en la infancia también puede ser una razón válida para el maltrato emocional hacia la pareja.
Cuando digo “válida”, me refiero a las justificaciones que dan los maltratadores.
No se trata, por supuesto, de una excusa.
Por otro lado, los padres permisivos también hacen sufrir a sus hijos.
Cuando no ponen límites, sus hijos no desarrollan respeto por los demás.
Para ellos, los demás son sólo una forma de conseguir lo que quieren.
Por último, si el marido de Valérie ha tenido una relación abusiva con otra pareja en el pasado, esto puede reflejarse en su relación.
¿Cómo se refleja?
Sencillamente porque él no ha curado sus heridas emocionales y se las achaca a Valérie.
La pobre chica es la víctima, sin ser el origen del problema.
Atención: nadie merece sufrir.
Nadie merece ser maltratado.
Sólo digo que, en el caso de Valérie, su marido no puede justificarse culpándola a ella.
Su comportamiento es lamentable e inaceptable.
Como en todos los casos de maltrato.
¿Cómo se reconoce el maltrato emocional?
Lo más peligroso es que suele ocurrir en secreto
A las víctimas de violencia psicológica les suele resultar difícil imaginar que su pareja pueda llegar a hacérselo.
E incluso los amigos íntimos y la familia no suelen ser conscientes de ello.
Lo que suele faltar es una “perspectiva exterior” que ayude a las personas afectadas a reconocer realmente el maltrato psicológico como tal y a extraer las consecuencias oportunas.
Pero hay algunas señales que indican al menos la posibilidad de maltrato psicológico:
1. “Mi marido me está destruyendo moralmente con su control compulsivo”.
Por supuesto, algunas personas son más celosas que otras.
Pero, como muy tarde, cuando los celos se convierten en control compulsivo, debes escuchar.
Una persona que abusa emocionalmente de otra suele querer saber siempre dónde está su pareja, con quién y durante cuánto tiempo.
Sin embargo, a menudo no acaba ahí la cosa: el teléfono, los contactos y actividades en las redes sociales, el ordenador… todo está vigilado.
Al fin y al cabo, se le dice a la otra persona lo que puede hacer y lo que no.
El objetivo es conseguir que la pareja renuncie por completo a su independencia.
2. “Mi marido me destruye moralmente aislándome”.
Las personas aisladas, sin apoyo ni relaciones con los demás, son más fáciles de controlar y, por tanto, víctimas más adecuadas.
En consecuencia, una persona que comete violencia psicológica tiende a aislar a su víctima.
Se cortan las relaciones con la familia, los amigos y los conocidos.
Si tu pareja te obliga a romper todo contacto con los demás, ¡es una clara señal de alarma!
3. “Mi marido me destruye moralmente haciéndome sentir vergüenza”.
Los sentimientos negativos, como la vergüenza o el bochorno, tienen un efecto negativo en nuestra autoestima.
Las personas emocionalmente abusivas utilizan estos sentimientos para hacer dóciles a sus parejas.
Una persona que siente vergüenza, por ejemplo porque ella misma no es lo bastante fuerte para rebelarse contra el comportamiento abusivo y manipulador de su pareja, rara vez recurre a los demás para evitar mostrar sus debilidades.
De este modo, el maltrato pasa desapercibido durante más tiempo.
4. “Mi marido me destruye moralmente culpándome”.
Los agresores culpan a las víctimas de todos los problemas, contratiempos o discusiones.
Incluso cuando el agresor es el responsable, miente o distorsiona los hechos para dar la impresión de que él es la víctima y no el culpable.
5. “Mi marido me destruye moralmente negándome afecto”.
Probablemente, el marido de Valerie se ha sentido tan herido en algún momento que no puede mostrar ningún sentimiento de cariño hacia su pareja.
Retener el afecto en esta situación suele ser una especie de autoprotección, pero desde luego no una acción calculadora.
Sin embargo, para las personas que cometen abusos emocionales, retener el amor se convierte en algo normal.
De este modo, castigan y debilitan a sus parejas con plena conciencia de sus actos.
6. “Mi marido me destruye moralmente atacando mi autoestima”.
Los logros y las victorias son buenos para nuestra autoestima.
Si tu pareja sigue restando importancia a tus logros, podría ser una señal de alarma.
Por ejemplo, ¿estás orgulloso de la velada que has organizado tú mismo y tu pareja comenta que sólo lo has conseguido porque tu vecino te ha ayudado?
Esto puede ser un signo de maltrato psicológico.
Sobre todo cuando situaciones como ésta se repiten una y otra vez.
A menudo, a las víctimas les cuesta aceptar la idea de que su pareja pueda estar abusando emocionalmente de ellas.
Desvalorizar sistemáticamente, criticar, negar afecto o intentar aislar y controlar a la pareja son señales de alarma urgentes que hay que tomarse en serio.
Mi marido me está destrozando la moral, ¿qué puedo hacer?
¿Cómo se sale de una relación emocionalmente abusiva?
El abuso emocional en una relación es el ejercicio directo y manifiesto o indirecto y sutil de poder y control para colocar a la pareja en una posición de inferioridad y permitir que la relación dé prioridad a sus propias necesidades.
Se pueden exigir “mejoras” continuas por parte de los interlocutores de la relación sin que estasa “mejoras” sean recíprocas y tenidas en cuenta.
En última instancia, puede crearse un estado de confusión.
La violencia puede ser extremadamente dañina y dolorosa.
Puede cambiar quién eres, cómo piensas, tus relaciones y toda tu vida.
Aunque el abuso emocional puede ser difícil de superar, puedes elegir vivir una vida libre de dudas y miedo.
Pero hay un paso que debes dar: la ruptura.
Como Valérie tiene un hijo, la situación se complica.
Pero su hijo es otra razón para dar el paso.
Después de todo, ella también tiene que pensar en su seguridad.
Romper con un hombre tóxico :
1. Tomar una decisión
En primer lugar, debes preguntarte ¿cuánto tiempo estás dispuesto a sufrir?
2. Pérdida total de contacto
Bloquea y borra a la persona en todos los canales, ya que la persona tóxica seguirá intentando acosarte.
3. Busca un intermediario
Sé que es muy difícil romper el contacto cuando se tienen hijos en común.
Déjalo en manos de un abogado o intenta evitar cualquier contacto personal.
Esto también puede significar tener a alguien allí para apoyarte.
4. Conseguir ayuda
Busca un psicólogo, coach o consejero que sepa de este tipo de cosas.
5. Trabaja en ti mismo
Toma a tu niña interior en tus brazos y “abrázala de nuevo”, dale el amor y la protección que necesitaba en ese momento y fortalécete con este ejercicio.
6. Salir
El movimiento cura, la naturaleza cura, puedes ordenar tus pensamientos.
7. No pienses en él
Deja de seguirle en las redes sociales solo para ver si te ha sustituido.
8. Establece nuevos objetivos
¿Quizá un nuevo deporte, una carrera de 10 kilómetros o un nuevo objetivo profesional?
9. Rodéate de gente que te haga bien
Personas que te nutren emocionalmente, te apoyan.
10. Date un capricho
Toda herida emocional y psicológica se manifiesta también en las células y la tensión psicológica puede sentirse en el cuerpo a través de la tensión y desencadenar cefaleas tensionales, dolores de espalda u otros problemas físicos.
11. Llevar un diario
Escribe todo lo que sientes en este momento.
¿Cómo puedes cuidarte después de una relación abusiva?
Para Valérie, como para otras mujeres que han sufrido malos tratos, la ruptura no es más que el principio.
Tiene que trabajar sus heridas emocionales y aceptar todo lo que ha pasado.
Si quiere recuperar las riendas de su vida y volver a ser feliz con su hijo, es necesario seguir los siguientes pasos.
1. Reconocer el abuso
La mayoría de las víctimas de violencia no se dan cuenta de que se enfrentan a ella, sobre todo cuando no se trata de violencia física.
Sólo reconociendo el maltrato se puede dar el primer paso para cambiar y superar la situación.
2. Habla con alguien
Si sufres maltrato psicológico, habla con alguien sobre ello.
Sí, puede ser un tema difícil de tratar y puede que te sientas perdido sobre cómo empezar la conversación.
Puede que tengas dudas y te preocupe que la otra persona no lo vea como maltrato o le reste importancia a la experiencia.
Pero en lugar de suponer cómo podrían reaccionar y responder tus seres queridos, simplemente sé abierto y honesto con ellos.
3. Piensa en la seguridad
Planifique cómo mantenerse a salvo, especialmente si la violencia física o doméstica se combina con la violencia psicológica.
Prepara un plan de evacuación en caso de que el agresor se ponga violento.
4. Nota
Escribe todos tus pensamientos y sentimientos sobre tu experiencia.
Como tiendes a dudar de ti mismo todo el tiempo, deberías llevar un diario para comprender mejor la realidad.
5. Evita los pensamientos negativos
El maltrato psicológico persistente puede cambiar nuestra forma de pensar y comportarnos.
No importa lo optimista que seas, ser constantemente maltratado por la persona que amas puede, con el tiempo, llevarte a desarrollar patrones de pensamiento negativos.
Por eso, uno de los pasos más importantes en la recuperación es desafiar tu autoconversación negativa tomando conciencia de tus pensamientos negativos.
La autoconversación positiva puede ayudarte a controlar mejor tu vida y hacer frente a la violencia.
6. Establecer límites
Aunque el maltratador hará todo lo posible por ignorar sus límites personales, usted debe mantenerse firme y comprometido a mantener sus límites.
7. Evite la culpa y la culpabilización
No es culpa tuya y nunca lo fue.
Libérate de la carga de la culpa, la vergüenza y la culpabilidad.
7. Evite las discusiones
Una de las cosas más inteligentes que se pueden hacer ante el maltrato emocional es evitar involucrarse con el maltratador.
Si te niegas a entrar en sus juegos, a ceder a sus exigencias, a darle explicaciones, a disculparte y a proteger sus sentimientos frente a los tuyos, le estás negando cualquier satisfacción.
8. Practica el amor propio y el autocuidado
Cuando comiences tu viaje de curación, tienes que empezar por centrarte en tus necesidades físicas, emocionales, mentales, sexuales y espirituales.
Asegúrate de hacer cosas sencillas para practicar el amor propio, como:
9. Deje de intentar salvarse
Una cosa es ser empático y otra muy distinta intentar salvar a alguien que no lo necesita.
Lo único que puedes cambiar es tu forma de pensar y de reaccionar.
10. Ir a terapia
El consejo de un terapeuta profesional puede ayudarle a superar los malos tratos y las enfermedades mentales asociadas para que pueda llevar una vida más sana y feliz.