En algún momento, la mayoría de nosotros experimentamos un fenómeno conocido como la noche oscura del alma.
De hecho, por mucho que intentemos huir de ella, está ahí.
Por mucho que intentemos ocultarla y reprimirla, está ahí.
Aunque intentemos poner una sonrisa feliz y disimularlo, está ahí.
Algunos buscamos refugio en el pensamiento religioso, otros en la filosofía espiritual o en la psicología.
Otros buscan refugio en las adicciones y otras actividades perjudiciales.
Lo cierto es que, aunque todos nacemos con alma, no todos sabemos encarnarla e integrarla plenamente en nuestra experiencia humana.
A lo largo de la historia, místicos, santos y chamanes se han relacionado de distintas maneras con la lucha egocéntrica humana.
Uno de ellos fue San Juan de la Cruz, un monje español que acuñó el término “Noche Oscura del Alma” a partir de su propia experiencia mística.
Hoy en día, el término “noche oscura del alma” se utiliza en un contexto mucho más amplio.
Lo que antes era un término que se aplicaba a las personas que participaban activamente en un viaje espiritual, ahora se utiliza simplemente para describir distintas experiencias: unos días difíciles, un episodio de depresión, la muerte de un ser querido, etc.
La danza entre el miedo y la gracia de la noche oscura del alma
A medida que nos adentramos en el camino espiritual, somos cada vez más conscientes de que nada externo puede darnos verdadera seguridad.
Empezamos a sentir la realidad más allá del cuerpo, la mente y las emociones.
Recibimos regalos de amor, belleza y gratitud.
La gracia fluye y nos muestra los reflejos de la eternidad.
La compasión nos abraza en sus brazos más tiernos.
Nos damos cuenta de que el misterioso tesoro que siempre hemos buscado existe.
Pero el ego está escondido debajo de todo, esperando a emerger.
Liberar la noche oscura del alma
Puede llegar un momento en que nuestra meditación se vuelva completamente incontrolable.
La mente, desesperada por recuperar su poder, vuelve armada con nuevos poderes.
Por mucho que lo intentemos, no podemos atravesar la oscuridad.
Y hay miedo…
Mucho miedo, más del que jamás hemos sentido.
Místicos cristianos como San Juan de la Cruz y Thomas Merton describen esta época como la “noche oscura del alma”.
Es una fase en la que el ego llega a la profunda comprensión de que todas sus luchas por la identidad, el sentido y la autoestima son inútiles.
Y comprendemos que los elementos de la realidad que nos aportan valor y consuelo son efímeros.
Sabemos que todas las estructuras que nos sirven de fundamento interior son una ilusión.
Nos damos cuenta de que vivimos en Matrix…
Y esta toma de conciencia nos asusta.
Sentimos lo desconocido, pero esta nueva realidad no tiene forma, no proporciona una base sólida para nuestros pies.
Es como caer en una noche sin fin.
La noche oscura del alma y el nuevo sentido del amor y la fe
En la noche oscura, el alma no experimenta el amor como un sentimiento dulce y tierno.
El amor es una respuesta a una llamada interior para entrar en la oscuridad.
Es una elección valiente experimentar el miedo, la soledad y la ansiedad que brotan de nuestro subconsciente.
Al entrar en la oscuridad, debemos enfrentarnos a esas fuerzas implacables.
Tendremos que enfrentarnos a los miedos y las dudas, y también a nuestra alma.
Tendremos que cuestionar toda la estructura de nuestra vida espiritual.
Y justo entonces, toda la luz espiritual se oscurece, todos los valores pierden su forma y su realidad, y nos quedamos atrapados en el vacío, por así decirlo.
Atravesamos este vacío sólo por la fe.
Pero llega un momento en que sentimos que lo estamos perdiendo todo, incluida la fe.
El punto de esta experiencia es precisamente la tentación de dudar de Dios mismo.
No debemos minimizar el hecho de que se trata de un peligro real.
Porque aquí superamos la etapa en la que Dios se ha abierto a nuestra mente en imágenes simples y primitivas.
Entramos en la oscuridad, en la noche en la que Él está presente sin ninguna imagen, invisible, impenetrable y más allá de cualquier representación mental satisfactoria.
La terrible experiencia de perder la fe nos hace descubrir la verdadera fe que nace en lo más profundo de nuestro ser,
Este don de Dios es inaccesible en sí mismo, pero se nos da a cada instante, más allá de nuestra comprensión, por su insondable misericordia.
La llamada a la devoción desde la noche oscura del alma
La noche oscura del alma es un momento de transición entre el ego y el corazón.
La noche oscura del alma es un momento de pérdida de control, de ver sin ojos, oír sin oídos y caminar sin pies.
La pregunta “¿Quién soy?” abre la realidad que asusta a nuestra pequeña alma humana.
El ser individual puede percibir lo desconocido como una inmensidad aterradora.
En estos tiempos difíciles, es útil recordar que la esencia del camino espiritual es la entrega al corazón.
Y la noche oscura del alma es una llamada a esta entrega.
Este proceso de transición es una llamada a aceptar todo lo que surge en el alma: el miedo, la duda, la soledad, la ansiedad y todas nuestras luchas: caer y volver a levantarse.
A medida que nuestra humanidad responde a la llamada silenciosa del corazón, emerge nuestro mundo subconsciente oculto, y experimentarlo puede ser aterrador.
El ego, ese niño pequeño que tiene miedo a la oscuridad, quiere esconderse bajo una manta.
Intenta dar sus primeros pasos en lo desconocido y su miedo está bastante justificado.
La vida humana se desarrolla en el espacio y en el tiempo, al igual que la aventura espiritual.
La entrega no puede forzarse ni acelerarse.
Surgirá de lo más profundo de nuestro ser cuando llegue el momento oportuno.
Noche oscura del alma: signos de crisis existencial
La noche oscura del alma es una depresión espiritual, una especie de crisis existencial que requiere una inmersión profunda y dolorosa antes de la iluminación.
1. Durante la noche oscura del alma, estás confuso porque crees que “deberías” ser feliz ahora mismo
Esta es la naturaleza de la noche oscura del alma: suele ocurrir justo cuando tienes todos los motivos para ser feliz.
Lo que ocurre es que usted ve que las cosas externas no le han curado.
Sus ilusiones sobre lo que realmente importa se hacen añicos.
Esto ocurre casi siempre cuando una persona experimenta la noche oscura del alma.
2. Los síntomas de la noche oscura del alma son un sentimiento de vacío
Para algunas personas es un auténtico reflejo nauseoso.
Para otros, es un antojo de alimentos más sanos, una sensación de inexplicable frialdad, pesadez o ligereza, un deseo de sudar más o de poner en orden tu casa y tu vida social.
Estás empezando a vaciar tu alma.
3. Durante la noche oscura del alma, te sientes atascado
La sensación de estar “atascado” suele producirse cuando empezamos a ver todas las limitaciones que nos ponemos a nosotros mismos.
La noche oscura del alma es la causa.
Sentirse “perdido” simplemente significa que ya no estás viviendo de acuerdo con el guión que has inventado para ti mismo.
4. Durante la noche oscura del alma sientes la necesidad de conectar con los demás
Te das cuenta de que hay dos formas de conectar con la gente: intentar conseguir su aprobación siendo “mejor” que ellos o intentar conectar realmente con ellos.
Tratar de impresionar a la gente para gustarle siempre te dejará vacío.
Este es un mecanismo muy común que el ego utiliza para calmarse cuando surge el miedo a ser realmente visto por otra persona.
5. Tienes recuerdos y sueños aleatorios e intensos de parejas pasadas, experiencias infantiles olvidadas, etc.
Esto se debe a que todas las emociones asociadas a estas experiencias salen a la superficie.
La energía que has estado ignorando todo este tiempo comienza a desvanecerse y empiezas a reabrirte a las partes de tu subconsciente que has “olvidado” mientras suprimías otros recuerdos.
6. La noche oscura del alma te hace replantearte radicalmente tu idea de “éxito”
Empiezas a prestar atención a las innumerables advertencias de que la fama, la fortuna y el “éxito” no son la vida de lujo que crees que son.
Empiezas a darte cuenta de que en realidad no quieres nada de eso…
7. A través de la noche oscura del alma, redescubres a tu niño interior
Ya sea que decidas hacer algo que alguna vez amaste y luego abandonaste -como un juego o una forma de arte- o simplemente te permitas ser tonto de vez en cuando, te permites regresar a tu estado más inocente.
8. Tienes pensamientos aterradores e irracionales
A medida que atraviesas tu noche oscura del alma, una parte de ti muere.
Tomas conciencia de tu ego y de cómo ha controlado la calidad de tu vida.
9. Empiezas a ver y sentir lo que es el verdadero sufrimiento
Cuando sufres de verdad, llegas a comprender lo que es el verdadero dolor.
Antes, las películas con escenas de guerra y hermanos moribundos y pruebas de cáncer positivas eran tristes, pero no te conmovían de verdad.
10. A primera vista, esta revelación del verdadero sufrimiento es abrumadora, pero no permanece así mucho tiempo
Este sentimiento primero te hará levantarte y cambiar todo lo que puedas, aunque por supuesto no eres responsable de aliviar todo el dolor del mundo.
Con el tiempo descubrirás cuál es tu papel a la hora de ayudar y sanar.
11. Durante la noche oscura del alma, tus patrones de sueño son irregulares, tienes más hambre de lo habitual o no tienes nada de hambre
Lo más importante que debes recordar durante una noche oscura del alma es que debes descansar más de lo habitual.
Debes tomártelo con calma.
Todo tu cuerpo se está reajustando y es natural que sientas dolor durante la noche oscura del alma.
12. La noche oscura del alma te hace sentir que necesitas estar tranquilo
Si te has movido mucho en los últimos meses o años, tienes la sensación intuitiva de que ha llegado el momento de estar presente y no huir constantemente de tus problemas.
Incluso si tus aventuras pasadas parecían ser sólo eso, hay algo profundamente importante en ser capaz de quedarte quieto donde estás y procesar las emociones que surgen.
¿Cómo salir fortalecido de la noche oscura del alma?
La noche oscura del alma deja una profunda huella en ti.
Te sientes agotado, perdido.
Los síntomas de la noche oscura del alma son intensos.
Y pueden llevarte a un torbellino de emociones incontrolables.
Entonces, una vez que has conseguido (voluntaria o involuntariamente) desencadenar la noche oscura del alma, ¿cómo se sale de ella?
1. Suéltate y deja que tus estados internos tomen el control
Cuando atravieses la noche oscura del alma, reduce tus expectativas sobre ti mismo.
Dale a la marea interior el espacio y la oportunidad de desbordarse y fluir.
Encuentra tus diferentes maneras de dejar que el flujo fluya sin control, pero de forma canalizada.
Aprovecha las oportunidades creativas sin buscar sentido, propósito o beneficio.
2. Para salir de la noche oscura del alma, debes practicar una autorreflexión fiable
Mantén un diálogo interior contigo mismo.
Utiliza el trabajo creativo.
Elige algo para ti.
No necesitas hacer demasiado.
Esto te apoya y te da una sensación de seguridad a través de un intercambio fiable y regular contigo mismo.
3. Crea conciencia corporal para salir de la noche oscura del alma
En nuestra sociedad cerebral, no hay conexión con lo físico y lo terrenal.
En la noche oscura del alma, esto conduce a la inestabilidad.
Por eso es importante que conectes con tu cuerpo.
No tengas miedo de tus propios sentimientos.
Permítelos, siéntelos y, si lo deseas, ponles nombre.
Pasa tiempo en la naturaleza y bebe mucha agua.
4. Acepte compañía amable y conecte
Necesitas estabilidad, pero también un trato cuidadoso.
Como si te acercaras a un animal asustado, debes ser muy cuidadoso en tu contacto con los demás y recuperar la confianza.
5. El humor y la ligereza te ayudarán durante la noche oscura del alma
La noche oscura del alma es pesada, es profunda y apesta.
Su antítesis, la ligereza, parece inalcanzable.
Ríete y utiliza el humor negro y amargo, si te hace bien, lo que te catapulta inmediatamente a un estado de ligereza.
Permítete olvidar todo lo que te rodea y estar en el momento.