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Pensar en uno mismo: 7 maneras de hacer de tu felicidad una prioridad

Pensar en uno mismo: 7 maneras de hacer de tu felicidad una prioridad

¿Por qué es tan importante pensar en uno mismo?

Para muchas mujeres, hacer de sus propias necesidades una prioridad es impensable.

Dan prioridad a sus hijos, a su pareja, a su familia e incluso a sus amigos.

Está casi en nuestro ADN.

Desde pequeñas, siempre nos han dicho que teníamos que cuidar de los demás y dejar de lado nuestras emociones.

De adultas, nos hemos convertido en mujeres incapaces de tener en cuenta nuestros deseos.

No queremos parecer egoístas y no queremos que la gente piense que no nos ocupamos de los nuestros.

Así que es habitual que una mujer renuncie a sus sueños profesionales para criar a sus hijos.

O no persigue su pasión porque teme no poder mantener a su familia sin un trabajo estable.

En el día a día, las mujeres hacen sacrificios y se les dice una y otra vez que pensar en sí mismas es megalomanía.

Y, sin embargo, ¡olvidarse de uno mismo es el mayor lastre de las mujeres!

Una cosa lleva a la otra y el agotamiento las alcanza.

Están agotadas de tener que sacrificarse, ocultar sus necesidades y estar siempre ahí para los demás.

Al final, podemos concluir que olvidarse de uno mismo es una tontería, porque conocerse es esencial.

No es lógico ni intuitivo.

¿De verdad estás dispuesto a sacrificarte el resto de tu vida?

¿Es más importante la opinión de los demás que tu felicidad?

En este artículo te voy a dar siete consejos clave para pensar en ti mismo de forma saludable.

Conviértete por fin en tu prioridad.

¿Por qué es tan importante pensar en uno mismo?

Sé que estás convencido de que pensar en ti mismo es puro egoísmo, pero no es así.

¿Cómo puedes cuidar de los demás si no te cuidas tú primero?

Al crecer, aprendiste sobre la dedicación y la abnegación.

Ahora te cuesta visualizar otra vida para ti, pero tu salud mental y física son importantes.

De hecho, pensar en uno mismo es absolutamente necesario.

Si alguna vez has estado en un avión o has tenido la desgracia de sufrir un accidente, entenderás lo que te digo.

En el avión, siempre te dicen que primero te pongas la mascarilla y luego ayudes a los demás a ponerse la suya.

Cuando tienes un accidente, lo primero que te recomiendan es que evalúes tus lesiones antes de intentar ayudar a los demás.

La razón es sencilla: si no respiras, no puedes ayudar a los demás.

Si tienes una pierna rota, no puedes sacar a otra persona del coche sin agravar tus lesiones.

Creo que estas metáforas son excelentes recordatorios para pensar en uno mismo.

Como madre, conocerse y pensar en uno mismo es difícil.

Si tienes la suerte de tener hijos, quizá no entiendas cómo es posible no pensar primero en los demás.

Pero si estás cansada o enferma, no puedes ser una madre paciente.

Ni siquiera puedes ser una buena madre.

Estás siempre nerviosa, gritas a tus hijos y no puedes controlar tu ira.

Este tipo de comportamiento puede traumatizar fácilmente a tus hijos.

Una madre que se cuida es una madre paciente, cariñosa y presente.

Si quieres cuidar de tus hijos como tú quieres, necesitas estar en plena forma.

Tu salud mental es la piedra angular de la paternidad.

Y tu salud física es lo que te da la fuerza y la energía para cuidar de los tuyos y pensar en los demás.

Pensar en ti: pasos importantes para el autodescubrimiento

Pensar en los demás es bueno, demuestra que eres altruista y que quieres que tus seres queridos se sientan bien.

Tienes buenas intenciones hacia ellos y eso te honra.

Pero no debe ser tu carga: su felicidad no debe depender de ti.

Esta no debería ser la misión de tu vida.

Es hora de encontrarte a ti mismo y comprender quién eres realmente, con todos tus defectos y cualidades.

Tienes que abrazar tu yo interior y ser fiel a la persona que realmente eres.

A los hombres no les importa hacerlo, así que ¿por qué las mujeres van a seguir pensando que no es sano?

Paso 1: determina tus necesidades y conócete a ti misma

Para pensar en ti mismo, primero tienes que saber quién eres.

¿Qué necesitas exactamente?

¿Necesitas descansar?

¿O necesita estar físicamente activo?

Al principio, tendrás que hacerte estas preguntas a diario.

Con el tiempo, se convertirán en un hábito y serás capaz de entender tus necesidades sin pasar por un análisis personal en profundidad.

Así que entra en contacto contigo mismo y descubre lo que se esconde en lo más profundo de tu alma.

Este es el comienzo de tu desarrollo personal y de tu viaje hacia tu Yo Interior.

Paso 2: Ordena tu vida cotidiana

Imagino que tus días están llenos y siempre son iguales.

Las mujeres suelen pensar que pensar en sí mismas es imposible porque no tienen tiempo.

Sus días están sobrecargados y su agenda no tiene ni un momento libre.

Así que, para pensar en ti misma, primero tienes que aligerar tu rutina diaria y dedicarte tiempo a ti misma.

Seguro que hay tareas que no son necesarias y que puedes posponer o simplemente cancelar.

¿De verdad necesitas limpiar el horno todas las noches?

¿Realmente es necesario que tus hijos se duchen cada noche?

Haz una lista de todo lo que haces cada día y libera tus días.

Sustituye estas tareas por momentos para ti: un baño de burbujas, deporte o una manicura.

Paso 3: céntrate en tus valores

Todo el mundo tiene valores y creencias personales, y a veces los olvidamos debido a los altibajos de la vida.

¿Cuáles son los cimientos de tu ser?

¿Cuáles son las directrices de tu vida?

En resumen, tienes que encontrar el sentido de tu vida y tu misión.

Una vez que lo hayas encontrado, podrás sentar las bases de tu siguiente paso.

Digamos que crees que aprender es fundamental para tu bienestar.

Una vez que hayas liberado algo de tiempo en tu día a día, puedes elegir actividades que se correspondan con este valor.

Por ejemplo, podrías hacer un curso de idiomas, uno de costura o uno de emprendimiento.

Cada vez que termines un curso, sigue con otro.

Con el tiempo, sentirás que te realizas.

Esto te permitirá proyectarte en tu vida y no preguntarte “¿qué demonios estoy haciendo?

Cuando seas mayor, no te preguntarás qué has hecho con tu vida.

No te arrepentirás de todo lo que no hiciste, porque habrás sido fiel a tus valores personales.

Paso 4: Aprende a hacer oír tu voz

En todo lo que haces, los límites son importantes.

Primero hay que definirlos para uno mismo y luego declararlos a los demás.

Aprender a discutir lo que quieres aceptar y lo que no quieres sacrificar es esencial.

Si lo haces de forma agresiva, nadie te escuchará.

Así que una buena comunicación es la clave de tu éxito.

La asertividad forma parte de la idea de pensar en uno mismo.

Pero no será la parte más difícil de tu trabajo.

De hecho, es tu conversación interior la que puede ser tu peor enemigo.

¿Y cómo puede ser?

Sencillamente porque los pensamientos intrusivos o negativos pueden controlar tus acciones.

Y si dejas que tu ego asustado dicte lo que haces, nunca conseguirás ser feliz.

Así que necesitas recuperar el control de tus voces interiores.

Tranquilo, no tienes un trastorno mental, es perfectamente normal hablar solo.

Las afirmaciones positivas pueden ayudarte en este caso:

  • Soy una mujer adulta, controlo lo que hago.
  • Me permito pensar en los demás, pero primero tengo que pensar en mí.
  • Elijo hacer lo que me conviene.
  • La única dueña de mi destino es mi voluntad.

Paso 5: Acepta la necesidad de placer personal y tómate tu tiempo

A las mujeres a menudo les cuesta aceptar la idea de descansar o darse un capricho.

Es como si lo vieran como algo malo.

En general, tienen creencias muy arraigadas que las persuaden de que está mal.

O piensan que no se merecen una buena vida, descanso o momentos de alegría.

Las redes sociales y la educación son responsables de este sesgo.

Probablemente tus padres te empujaron a estar siempre activo y a no ser perezoso.

Con el tiempo, has aceptado la creencia de que nunca triunfarás en la vida si te detienes un momento.

Luego, las redes sociales nos muestran lo mejor de estas mujeres que lo tienen todo a su favor.

Tienen cuerpos perfectos, amantes tan guapos como dioses griegos y una casa perfectamente limpia.

Todo esto, con un trabajo de 9 de la mañana a 5 de la tarde, y luego otro por la noche como autónomas.

Entrevistas o publicaciones nos recuerdan que nunca paran, porque quieren ser independientes y sentirse realizadas.

¡Maravilloso!

Pero todo es una ilusión que intentan vendernos.

Tienes derecho (y necesidad) de descansar, de hacerte regalos o incluso de hacer un viaje.

Nada te impide trabajar y hacer de tu vida un éxito, aceptando al mismo tiempo algunos momentos de ociosidad.

Paso 6: piensa en ti: planifica tu vida

El trabajo de desarrollo personal es largo y agotador, y a veces puedes sentir ganas de abandonar.

Por eso necesitas crear un plan detallado de lo que quieres conseguir.

Compra un cuaderno y escribe tu objetivo final.

Añade objetivos intermedios que sean fáciles de alcanzar, lo que te motivará aún más.

Y no dudes en escribir cómo te sientes y qué quieres.

Planifica tu semana, incluyendo todo lo que tienes que hacer y todos tus periodos de descanso.

Poco a poco, cambia tu rutina y anota tu compromiso de cambio.

La procrastinación es un peligro real para aprender a pensar en ti mismo cuando no estás acostumbrado.

Así que anótalo todo como recordatorio para mantenerte siempre en el buen camino.

Paso 7: pensar en uno mismo significa prepararse para el cambio

No pienses que los cambios que estás planeando serán fáciles.

A veces te sentirás culpable porque crees que no piensas lo suficiente en los demás.

Querrás volver a ser el de antes por el bien de tus seres queridos.

Por educación y altruismo, te costará dar prioridad a tus necesidades.

A veces incluso te sentirás incómodo dedicándote tiempo a ti mismo.

Habrá mucha agitación en ti y en tu vida.

Para aguantar, tienes que entender que esto es esencial para ti.

Pensar en ti mismo no va a ocurrir de la noche a la mañana, así que cuando sientas que por fin eres importante para ti, no debes rendirte por miedo a herir a los demás.

Conclusión

Es inevitable que en algún momento pienses en volver.

Tus seres queridos, acostumbrados a que lo hagas todo por ellos, podrían sentirse desatendidos.

Entonces podrían hacerte sentir culpable.

No te dejes atrapar por este sentimiento porque no tengan las mejores intenciones para ti.

¡Tienes que pensar en ti!

Cuando te sientas cómodo en tu nueva vida, podrás explicar a tus seres queridos por qué es tan importante para ti.

Es más, cuidarte a ti mismo te permite cuidar de ellos.

Es bueno para todos.

Además, les enseñas a ser más independientes.

Explícaselo y, si de verdad son tus amigos, te entenderán y te apoyarán.

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