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¿Por qué la hiperempatía puede ser tan incapacitante?

¿Por qué la hiperempatía puede ser tan incapacitante?

¿Qué es la hiperempatía?

¿Cuál es el don especial de una persona empática o hiperempática?

¿Es una ventaja o una desventaja?

¿Es posible tener una relación?

La hiperempatía es la capacidad de experimentar emociones, intuiciones, sentimientos e impresiones de forma extremadamente intensa.

Es como si las personas con síndrome de hiperempatía tuvieran largas antenas que captan todas las emociones que vibran a su alrededor.

Pero acaban perdiéndose en las necesidades de los demás y envenenándose con demasiada compasión.

En resumen, se sienten culpables del dolor que sienten los demás. Esto es muy doloroso y agotador para ellos.

Quizá te sorprenda saber que se trata de un síndrome.

¿Es ir demasiado lejos calificar de patológico un comportamiento aparentemente normal o incluso deseable?

La respuesta a esta pregunta es no.

En el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, 5ª edición, la hiperempatía figura como un síntoma de los trastornos de la personalidad.

Las personas con exceso de empatía o hiperempatía, que muestran patrones de angustia e incapacidad para gestionar las relaciones interpersonales en sus sentimientos y comportamientos, muestran así signos de un trastorno de la personalidad.

Y como condición que dificulta la relación con los demás, causa sufrimiento e impide llevar una vida normal, el síndrome de hiperempatía merece nuestra atención y, posiblemente, tratamiento.

En este contexto, es importante subrayar que existe una diferencia entre las personas sensibles y las que padecen el síndrome de hiperempatía.

En el interesante libro Women Who Love Psychopaths (Las mujeres que aman a los psicópatas), la psiquiatra Sandra L. Brown explica cómo muchas mujeres no sólo comprenden, sino que de hecho justifican el comportamiento psicopático de su pareja.

En otras palabras, su excesiva empatía les impide por completo ver al depredador que tienen delante.

De hecho, utilizan métodos increíblemente sofisticados para defender las acciones violentas de su pareja.

Esto demuestra claramente que el síndrome de hiperempatía es una enfermedad sobre la que hay que reflexionar y hablar, ya que amenaza la integridad física y psicológica de las personas afectadas.

Empatía e hiperempatía: la delgada línea que separa el equilibrio de la patología

Si la empatía es un atributo positivo, útil y deseable, podríamos pensar que no hay nada malo en tener “demasiada”.

Pero, como tantas otras cosas en la vida, tener demasiada no es bueno, y lo mejor es encontrar un equilibrio saludable entre el egocentrismo y la empatía.

La hiperempatía afecta a la capacidad de las personas para distanciarse de los demás.

La empatía, en cambio, significa ser capaz de ponerse en el lugar del otro. Es importante señalar que, como persona empática, nunca dejas de ser tú mismo.

También es importante ser consciente de los diferentes tipos de empatía que uno puede experimentar: ¿cuáles son saludables y cuáles pueden desbordarse hacia la patología?

1. Empatía emocional

Tiene que ver con la capacidad de sentir las emociones y sentimientos que experimenta otra persona.

Quien siente empatía emocional siente lo que sienten los demás.

2. Empatía cognitiva

Permite comprender lo que pasa por la mente de la otra persona.

Quienes sienten empatía cognitiva comprenden lo que sienten los demás.

3. Empatía excesiva o hiperempatía

Se trata de ser a la vez un espejo y una esponja.

Las personas afectadas no sólo sienten lo que sienten los demás, sino que también sufren.

Un empático extremo siente un dolor físico que le provoca miedo y le subyuga a las necesidades de los demás.

No saben dónde se detienen y dónde empiezan los demás. Esto hace que estar en una relación sea extremadamente difícil.

¿Cuáles son los síntomas del síndrome de hiperempatía?

¿Cómo reconocer a una persona hiperempática?

¿Es usted una persona hiperempática?

A continuación describimos las características de las personas con síndrome de hiperempatía para que puedas distinguir entre sensibilidad aumentada e hipersensibilidad patológica:

1. Las personas afectadas experimentan una pérdida de identidad y de habilidades sociales.

2. Son pacientes y dependientes. De hecho, necesitan una interacción constante y se validan haciendo un favor a los demás. Cuando alguien intenta ponerles límites, se sienten heridos y rechazados. Además, quieren solucionar los problemas de todo el mundo, sentirse útiles y necesitados.

3. Suelen ser sobreprotectores y socavan la autonomía de los demás.

4. Su excesiva empatía les impide ser productivos en el trabajo. Sienten que nadie entiende su altruismo, su necesidad de apoyar y ayudar a los demás.

5. Son propensos a cambios de humor que van desde la depresión profunda a la felicidad histriónica y desenfrenada.

6. La hiperempatía a veces se convierte en rechazo y frustración. Una persona hiperempática experimenta tanta decepción que se aísla, se enfada y se desespera.

7. Estas personas suelen desarrollar un trastorno obsesivo-compulsivo y psicosis.

Tener una relación cuando se padece el síndrome de hiperempatía

¿Qué significa una relación para una persona hiperempática?

Las relaciones de los empáticos rara vez siguen los patrones que conocemos.

Debido a su alta sensibilidad, el amor no sólo es la mayor felicidad en la tierra, sino que también puede causar sufrimiento a estas personas.

Un hiperempático se enfrenta a la verdadera naturaleza del ser humano desde una edad temprana.

Este hecho debe tener inevitablemente consecuencias para el desarrollo posterior de la personalidad.

Por supuesto, es poco habitual (y probablemente poco práctico) explicar a un niño que los seres humanos tienden intrínsecamente a tener más debilidades que fortalezas.

Así que una persona inexperta que aún necesita mucho amor y cosas positivas para el desarrollo de su personalidad debe llegar inevitablemente a la conclusión de que algo en el mundo no puede estar bien.

Sin embargo, querer controlar la propia vida emocional con un cierto exceso de precaución siempre conduce a una tensión mental subliminal, que básicamente tiene un efecto negativo sobre la actividad cardíaca y la respiración.

Esto entra en conflicto con el desarrollo interior de una vitalidad suficiente.

Así, estas personas se vuelven rápidamente dependientes de recibir energía vital de los demás. La forma más rápida de hacerlo es mediante el reconocimiento, el amor y la atención del exterior.

Sin embargo, si esta energía adicional falla de repente, como en el caso de una relación amorosa infeliz, un hiperempático se queda sin vitalidad suficiente.

La inestabilidad mental latente reaparece y surge el sufrimiento.

En el amor, las personas hiperempáticas corren el riesgo de sufrir lesiones emocionales

Sin embargo, para una persona hiperempática, tener una relación implica algo más. Tiene un “conocimiento interior” del “amor verdadero”.

Este misterioso “plano interior” de un ideal de amor muy concreto también se debe a la propia hiperempatía.

Debido a las antenas ampliamente extendidas, por supuesto, aparece la característica esencial de una intuición pronunciada. Una especie de capacidad extrasensorial a través de la cual las personas hiperempáticas también obtienen todo tipo de información difusa y subliminal sobre el mundo.

Esto explica por qué poseen una cierta “sabiduría interior”. Las relaciones no son una excepción.

Por un lado, los hiperempáticos conocen el ideal absoluto de cómo podría funcionar perfectamente el “amor verdadero”; por otro, a menudo se enfrentan a situaciones de la vida que contradicen su “sabiduría interior”.

Entonces tocan fondo. No porque sus relaciones sean objetivamente malas, sino porque en el fondo tienden a idealizar el amor. De hecho, necesitan una relación fusional para que su pareja funcione.

Si a este hecho le sumamos la gran vulnerabilidad, es fácil comprender que es casi imposible que la vida amorosa de una persona hiperempática vaya en línea recta

Es más que evidente que hay que experimentar casi todas las facetas del amor. Mientras que en las personas no empáticas estas constelaciones vitales altamente emocionales desaparecen gradualmente en el transcurso de su vida, esto no suele ocurrir en el caso de un empático extremo.

El término “héroe del amor” es ahora ciertamente comprensible.

En consecuencia, se requiere una actitud heroica para no perder la estabilidad psicológica y la creencia en el amor y en una vida positiva.

Esto requiere un gran coraje emocional, mucha experiencia vital y una profunda creencia en el propio destino.

Al fin y al cabo, la pareja de un hiperempático es siempre un espejo de él/ella.

Las personas hiperempáticas acaban descubriendo en su interior exactamente lo que siempre han deseado en el exterior

El compañero sentimental es, por tanto, la imagen especular del estado actual de desarrollo de la personalidad. Y la naturaleza del amor deja a un empático extremo casi sin elección.

El vínculo emocional le obliga literalmente a observar de cerca esta semejanza.

Dado que los procesos de crecimiento personal son fundamentalmente procesos dinámicos, ésta sería también la razón por la que las experiencias amorosas de estas personas también deben ser dinámicas.

También explicaría por qué la mayoría de los hiperempáticos de hoy en día necesitan más de una pareja en su vida. Y cada una de sus parejas es una relación fusionada.

A veces, todo lo que necesitas hacer es tomarte un descanso del amor y luego atraer a una pareja que coincida con tu propio estado actual de este proceso de crecimiento interior hacia el amor propio.

Y en algún momento (normalmente en la segunda mitad de la vida), los hiperempáticos alcanzan por fin su objetivo en la vida.

Descubren cómo hacer brillar su corazón. Surge la capacidad de desarrollar el amor desde dentro, sin necesidad de una causa externa.

La hiperempatía y la relación fusional de pareja

Si eres una persona empática (alguien que puede sentir las energías y emociones de los demás como si fueran propias), tu sensibilidad te abre a bendiciones de amor únicas.

Los empáticos pueden ser compañeros increíblemente compasivos y solidarios. Sin embargo, ser hiperempático también te expone a desafíos amorosos únicos.

Estos son los mayores problemas a los que se enfrenta una persona con síndrome de hiperempatía en su relación:

1. Miedo a la intimidad y a la cercanía

Algunas personas hiperempáticas pueden evitar salir con alguien o involucrarse en una relación porque temen verse abrumadas por las energías y emociones de su pareja.

De hecho, a estas personas les gusta tener mucho espacio: energético, emocional y físico. Así es como se retiran y se recuperan, o como su sistema hiperperceptivo descansa de la sobreestimulación y la absorción de las energías y emociones de los demás.

Consejos de una persona con síndrome de hiperempatía
No hace falta que tengas una relación con otro empático para que tu pareja entienda tu necesidad de espacio.

Hazle saber a tu pareja que necesitas regularmente dar un paso atrás y crear un espacio para ti, especialmente cuando tu sistema sensitivo está abrumado y agotado.

2. Dar prioridad inconscientemente a los deseos y necesidades de tu pareja de forma desequilibrada

Dado que las personas hiperempáticas pueden sentir las energías y emociones de los demás de forma tan íntima, puede resultarles difícil enfrentarse o imponerse en una relación cercana.

Consejos de una persona con síndrome de hiperempatía
Practica ser más asertivo en la relación, expresando tus necesidades y deseos con más regularidad.

Con el tiempo, la práctica lo hace todo más fácil.

Una persona con síndrome de hiperempatía que vuelve a complacer a la gente puede forjarse una piel más dura ante la confrontación siendo más observadora y menos sensible durante estas interacciones.

Recuerda que priorizar tus propios deseos y necesidades es saludable para ti y para tu pareja.

3. Perderse en las emociones de la pareja en lugar de tener límites emocionales claros

Los seres humanos pueden apegarse profundamente a sus amantes y parejas y, cuando se es un empático sensible, es importante no ir demasiado lejos y fusionarse con la pareja.

De lo contrario, su relación se convierte en una fusión.

Incluso una alegría intensa puede resultar agotadora cuando se está demasiado presente en la experiencia emocional de otra persona.

Consejos de una persona con síndrome de hiperempatía
Cultiva aficiones, intereses, amistades y actividades separadas de las que compartes con tu pareja.

4. Atender a la pareja sin comprender la observación y el testimonio

Ser capaz de sentir con la gente o tomar el pulso energético de un espacio o grupo es útil, pero si es la única forma que tienes de navegar por la vida, puede agotarte rápidamente.

A veces, sintonizar con un compañero es la opción más nutritiva, saludable y solidaria. Otras veces es lo contrario, sobre todo si el hiperempático ya se siente agotado y abrumado.

Consejos de una persona con síndrome de hiperempatía
Cuando presencias y observas, estás utilizando la vía psíquica clarividente o intelectual, que te permite recibir información intuitiva.

Ser capaz de sintonizar o desconectar con un compañero de forma más consciente es una herramienta increíble que todos los empáticos deberían conocer.

5. Intentar gestionar, contener o modificar las emociones de la pareja

Como los empáticos pueden sentir las emociones de su pareja en su propio sistema, pueden confundir esto con ser responsables de las emociones de su pareja.

Considere que las emociones de su pareja son asunto suyo. Si las emociones de un amante le abruman o le hacen sentir incómodo, eso suele ser asunto suyo.

Consejos de una persona con síndrome de hiperempatía
Fomente la inteligencia emocional y la madurez en su relación hablando de cómo sus emociones afectan a la otra persona.

Si la forma en que tu pareja maneja o expresa sus emociones es realmente insana, házselo saber y sugiérele que busque ayuda.

¿Qué puedes hacer si sufres el síndrome de hiperempatía?

Tal vez se pregunte si es realmente posible sufrir tanto cuando se padece el síndrome de hiperempatía.

La respuesta es “sí”.

Pues bien, en los últimos años se han producido muchos avances en este campo. De hecho, cada día se publican nuevos conocimientos sobre las bases genéticas y neuroquímicas de la hiperempatía.

Los investigadores también están aprendiendo mucho sobre los trastornos del espectro autista, como el síndrome de Asperger, que se caracterizan por la falta de empatía.

Es un tema interesante, pero aún quedan muchas preguntas sin respuesta.

Si padeces hiperempatía o síndrome de hipersensibilidad, busca ayuda profesional.

Por muy hiperempático que seas, siempre es buena idea aprender técnicas que te ayuden a poner límites, controlar mejor tus propios pensamientos, atender mejor tus necesidades, reforzar tu autoestima y definir tu identidad.

Recuerda que la empatía excesiva no sólo te altera.

También te separa del resto del mundo. No merece la pena aferrarse a un estado prolongado de vacío y tormento.

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