¿Nacemos narcisistas o nos convertimos en ellos?
¿Por qué las personas desarrollan este trastorno?
Son preguntas que obsesionan a cualquiera que haya tenido trato con un pervertido narcisista.
Desgraciadamente, la respuesta no es tan fácil como podría pensarse.
De hecho, es una combinación de factores lo que está en la raíz de este trastorno de la personalidad.
Sería fácil decir que no se puede hacer nada para controlar la aparición de la perversión narcisista, porque una persona nace con esta enfermedad psicológica.
También podría decirse que la causa reside en la educación de los padres, por lo que todo lo que se necesita es terapia para “reparar” el daño causado.
Pero esto sería simplificar demasiado la situación y quitarle importancia al trastorno.
Un pervertido narcisista es una persona compleja cuyo estado mental representa un peligro para quienes le rodean.
Para ser precisos, el narcisismo es un rasgo de la personalidad (un estado psicológico) caracterizado por un interés excesivo por uno mismo, su aspecto físico y sus propias capacidades.
Las personas con rasgos narcisistas suelen tener un sentido exagerado de su propia importancia, una necesidad constante de atención y admiración, y una falta de empatía hacia los demás.
El término tiene su origen en la mitología griega.
Narciso era un joven apuesto que se enamoró de su propio reflejo.
En psicología, el narcisismo suele conceptualizarse como un trastorno de la personalidad conocido como trastorno narcisista de la personalidad (TNP), que se caracteriza por un patrón generalizado de grandiosidad, una necesidad constante de admiración y una falta de empatía.
Aunque cierto grado de narcisismo se considera normal, las personas con este trastorno muestran estos rasgos hasta tal punto que interfieren en su funcionamiento y sus relaciones.
Obviamente, el narcisismo existe en un espectro y no todas las personas con rasgos narcisistas padecen un trastorno de la personalidad.
Además, la perversión narcisista puede manifestarse de diferentes maneras, desde una autoestima sana hasta el narcisismo patológico.
¿Cuáles son las causas del narcisismo?
Como ya he dicho, la raíz de la personalidad narcisista no puede resumirse en un único factor.
Por lo tanto, para entender por qué nos convertimos en narcisistas, tenemos que analizar la situación en su conjunto.
Los psicólogos coinciden en que hay tres causas combinadas:
- Factores genéticos
- Factores cerebrales
- Influencias psicosociales
Puede parecer un galimatías en este momento, pero lo explicaré todo.
Si uno de los factores está presente, un individuo puede desarrollar rasgos narcisistas, pero si los tres están presentes, entonces no puede escapar a su destino.
Es un poco fatalista, pero representa la santísima trinidad del desarrollo narcisista.
Así que analicemos las tres causas en detalle:
1. La base biológica de la perversión narcisista
Para convertirse en un pnj, hay que tener una vulnerabilidad genética para este trastorno mental.
De hecho, los estudios sobre gemelos y familias han aportado pruebas de una contribución genética al narcisismo.
Por ejemplo, las investigaciones han demostrado que los gemelos idénticos (que comparten el 100% de sus genes) son más similares en sus rasgos narcisistas que los gemelos fraternos (que comparten alrededor del 50% de sus genes).
Es importante señalar que no existe un “gen del narcisismo” específico o un conjunto de genes que causen directamente los rasgos narcisistas de la personalidad.
Más bien, se cree que son múltiples los genes responsables de este trastorno.
Los investigadores estudiaron los genes específicos que podrían estar asociados a los rasgos de personalidad, incluidos los relacionados con el narcisismo.
Los genes implicados en la regulación de los neurotransmisores, como los relacionados con la dopamina y la serotonina, se han estudiado en relación con los rasgos de personalidad.
La interacción entre genética y entorno es crucial.
Las predisposiciones genéticas pueden interactuar con factores ambientales para influir en el desarrollo de rasgos narcisistas.
Por ejemplo, una persona genéticamente predispuesta a una alta extraversión puede tener más probabilidades de desarrollar rasgos narcisistas si se cría en un entorno que refuerza el comportamiento egocéntrico.
De hecho, es probable que los rasgos de personalidad estén influidos por múltiples genes, cada uno con un efecto pequeño.
Esta naturaleza poligénica significa que no es probable que un solo gen sea un fuerte predictor de los rasgos narcisistas de la personalidad.
Por último, los factores epigenéticos, que implican cambios en la expresión de los genes sin alterar la secuencia de ADN subyacente, también pueden desempeñar un papel en el desarrollo de los rasgos de personalidad.
2. Factores cerebrales como causa del narcisismo
Si una persona nace con un carácter hipersensible, lo más probable es que su autoestima sea baja.
En segundo lugar, las condiciones en las que crecen empeoran su estado mental.
Al fin y al cabo, la infancia y la adolescencia son periodos difíciles para la confianza en uno mismo.
Por un lado, puede tener unos padres maltratadores o negligentes que impiden que el niño sea feliz y se sienta realizado.
Por otro, puede estar rodeado de compañeros que le maltratan o acosan.
La violencia física, el maltrato verbal, el abandono, la falta de apoyo y la falta de aceptación son factores de riesgo.
Cuanto más aislado, incomprendido y maltratado se sienta un niño o adolescente, más baja será su autoestima.
Cuanto más baja es la autoestima, más perversos son los rasgos narcisistas que se desarrollan.
Lo que puede sorprenderle es que el comportamiento excesivo de los padres también está en la raíz de la perversión narcisista.
La mayor fuente de narcisismo son los padres que admiran demasiado a sus hijos, que los ponen en un pedestal o que los halagan por las cosas más insignificantes.
¿Cómo no vas a enamorarte de ti mismo cuando tus padres te convencen de que eres un ser perfecto?
A esto se añaden las expectativas poco realistas de unos padres que nunca consiguieron vivir la vida que soñaban.
3. ¿Por qué es tan importante el papel de las influencias sociales?
No se pueden descuidar los factores sociales.
Vivimos en un mundo obsesionado con las redes sociales y la aceptación entre iguales.
Publicamos todo lo que hacemos en Internet para ganarnos la admiración de completos desconocidos.
Vemos cuerpos de proporciones ideales, casas de lujo perfectamente ordenadas y parejas que tienen la simbiosis de los dioses griegos.
Obviamente, nos comparamos con ellos y nuestra autoestima se resiente.
La confianza en nosotros mismos desaparece.
¿Y qué hacemos?
Nos inventamos una vida y la exponemos en Internet para inflar nuestro ego, aunque en el fondo nos sintamos menos que nada.
En resumen, el egocentrismo está en el centro de nuestras vidas y esto conduce inevitablemente al narcisismo.
Búsqueda de atención y “me gusta”: algunas personas pueden centrarse más en la búsqueda de validación y atención externas, convirtiendo el número de “me gusta” y comentarios positivos en una medida de su autoestima.
Comparaciones y teoría de la comparación social: la teoría de la comparación social sugiere que las personas determinan su propia valía social y personal en función de cómo se relacionan con los demás.
Grandiosidad y exhibiciones públicas: la autopromoción constante puede contribuir a una sensación de grandeza, en la que las personas pueden sentirse con derecho a recibir atención, admiración y un trato especial.
Bucle de retroalimentación: las plataformas suelen utilizar algoritmos que presentan a los usuarios contenidos basados en su comportamiento anterior.
¿Cómo se llega a ser narcisista?
Por último, puede decirse que existen seis etapas clave para convertirse en un pn.
Como puede verse, el desarrollo de rasgos narcisistas perversos es una compleja interacción de factores genéticos, ambientales y psicológicos.
Por lo tanto, para entender por qué un individuo se convierte en un perverso narcisista, hay que tener en cuenta cada uno de los siguientes factores:
1. Nacer con una predisposición genética
Los individuos pueden heredar ciertos rasgos de personalidad o predisposiciones temperamentales.
Esto les hace más propensos a desarrollar tendencias narcisistas.
2. Experimentar traumas
Las teorías psicodinámicas suelen hacer hincapié en el papel de las experiencias de la primera infancia en el desarrollo de esta personalidad.
La relación de una persona con sus cuidadores y el entorno en el que se ha criado pueden moldear su autopercepción y su comportamiento interpersonal.
Por ejemplo, una educación incoherente o excesivamente indulgente puede contribuir al desarrollo de rasgos narcisistas.
3. Crecer con un estilo de crianza incoherente
La forma en que se cría a los individuos y los estilos de educación que reciben pueden influir en el desarrollo de tendencias narcisistas.
Los niños que son alabados o valorados en exceso desarrollan un sentido de derecho y superioridad.
4. Tener un modelo tóxico
El aprendizaje por observación y el modelado del comportamiento por parte de otras personas significativas, como los padres o cuidadores, pueden contribuir al desarrollo de rasgos narcisistas.
Si los individuos están rodeados de modelos narcisistas, es probable que aprendan y adopten patrones similares de relación con los demás.
5. Compararse con sus iguales
Los valores sociales y las normas culturales también pueden influir.
En las culturas que hacen hincapié en los logros individuales, el éxito y la autopromoción, los individuos pueden ser más propensos a desarrollar tendencias narcisistas cuando interiorizan estos valores.
6. Experimentar heridas emocionales
Los traumas o las adversidades, como los malos tratos o el abandono en la infancia, pueden influir en el desarrollo de la personalidad.
Algunas personas pueden desarrollar defensas narcisistas para hacer frente a sentimientos de vulnerabilidad o inutilidad.
¿Por qué las personas se vuelven narcisistas?
El narcisismo es un mecanismo de autodefensa o una estrategia de afrontamiento que los individuos desarrollan en respuesta a diversos retos o amenazas, especialmente durante sus años de formación.
Protección contra la baja autoestima: adoptando un sentido exagerado de la propia importancia y buscando la admiración de los demás, intentan compensar los sentimientos subyacentes de baja autoestima.
Defensa contra la vulnerabilidad: al presentar al mundo una imagen grandiosa e invulnerable, los individuos creen que pueden evitar las lesiones o el rechazo.
Superación de traumas infantiles: la creación de un personaje grandioso y egocéntrico es una forma de superar heridas pasadas y de protegerse de más dolor emocional.
Mantener una sensación de control: es una forma de controlar la ansiedad y mantener una sensación de estabilidad, sobre todo en situaciones en las que se sienten inseguros o amenazados.