La depresión sonriente se refiere a la agitación emocional que la persona afectada oculta tras un buen estado de ánimo.
Estadísticamente, la depresión y otras enfermedades mentales han aumentado considerablemente en los últimos años. Hay varias razones para ello.
En opinión de algunos expertos, las elevadas exigencias del mercado laboral están desbordando a muchos enfermos mentales.
Lo que es seguro, sin embargo, es que la actitud hacia los problemas de salud mental ha cambiado recientemente.
Naturalmente, una mejor comprensión va de la mano de un mayor número de diagnósticos.
La depresión sonriente muestra lo insidiosa que puede ser la enfermedad.
En el mundo anglosajón, se refiere a una forma especial en la que la enfermedad se oculta con éxito tras una fachada. La persona afectada suele tener una vida laboral regular, en muchos casos mantiene una relación y da la impresión de salud mental en la conversación.
En la vida cotidiana, ocultan tan bien su tristeza que ni siquiera sus amigos íntimos tienen idea de ello.
Con la depresión sonriente, la noche es particularmente difícil
Este término aún no está establecido en psicología. Sin embargo, el término “depresión atípica” abarca esencialmente los mismos síntomas. Se calcula que entre el 15 y el 40% de las personas que sufren depresión están afectadas por esta forma.
Debido a su estilo de vida funcional, muchos no se dan cuenta del alcance de sus problemas durante mucho tiempo.
La depresión sonriente no es un término psicológico, sino que entra en la categoría de depresión atípica.
Las personas afectadas por esta enfermedad pueden esconderse por miedo a ser una carga para alguien o por temor a la reacción de quienes les rodean.
Resulta especialmente preocupante el riesgo relativamente alto de suicidio en esta forma.
A diferencia de las personas con depresión “normal”, las personas con TAS tienden a tener la energía necesaria para acabar con su vida.
El papel crucial que desempeña el entorno en la enfermedad mental también es difícil.
Como la enfermedad no es fácilmente reconocible ni siquiera para las personas cercanas, la ayuda que se ofrece es mucho menos frecuente.
¿Cuáles son las causas de la depresión sonriente?
Actualmente existe consenso en la comunidad investigadora en que la depresión se desencadena y se mantiene por la interacción de varios factores. Los aspectos biológicos, por un lado, y los psicológicos y psicosociales, por otro, desempeñan un papel importante.
Por ejemplo, es más probable que los acontecimientos estresantes de la vida desencadenen una depresión si ya existe una susceptibilidad genéticamente aumentada (llamada vulnerabilidad) a la enfermedad.
La interacción de las distintas causas repercute a su vez en la terapia de la enfermedad, en la que a menudo se combina la medicación con la psicoterapia.
1. Factores biológicos que causan el TAE
La interacción entre genes y entorno puede influir en la capacidad de una persona para afrontar el estrés o en la frecuencia con que se encuentra en situaciones vitales difíciles o de riesgo.
En cualquier caso, lo cierto es que en la depresión intervienen diversos genes: no existe un vínculo simple entre un gen y la enfermedad.
La actividad de las sustancias mensajeras del cerebro -los llamados neurotransmisores- también se ve influida por factores genéticos.
Éstos transmiten información a las sinapsis -los puntos de conexión entre dos fibras nerviosas en el cerebro- e influyen así en nuestras experiencias, sentimientos y pensamientos.
2. Factores psicológicos que causan la depresión sonriente
La depresión sonriente se desencadena muy a menudo por estrés psicosocial: el estrés crónico, como estar constantemente sobrecargado de trabajo o una relación conflictiva, pero también acontecimientos vitales estresantes como la pérdida de la pareja o un trauma grave, aumentan la probabilidad de desarrollar depresión.
A la inversa, la falta de sentimientos positivos, como la alegría o la satisfacción, también puede conducir a la depresión a largo plazo.
Sin embargo, no siempre tiene que haber un desencadenante claro de la depresión sonriente. La enfermedad también puede estallar sin ninguna angustia aparente.
A la inversa, muchas personas pueden hacer frente a un estrés intenso sin sufrir necesariamente una depresión.
¿Cuáles son los síntomas del SMI?
Hay muchos síntomas y signos de depresión sonriente:
- fatiga y trastornos del sueño
- tristeza y desesperanza
- sensación de pesadez en brazos y piernas
- agotamiento y pérdida de libido
- irritabilidad, sensibilidad al rechazo
- miedo matutino o nocturno
Estas emociones se dan con menos frecuencia en la depresión atípica. Esto es precisamente lo que hace que la depresión sonriente sea tan peligrosa.
Los afectados intentan seguir adelante con sus vidas mientras se ven aplastados por conflictos internos. Y esto requiere toda la energía y la fuerza que un ser humano puede reunir.
La “enfermedad” en una depresión sonriente no es uniforme. Pero los siguientes puntos indican problemas subyacentes:
- La víctima se muestra irritable y se hiere fácilmente cuando se siente criticada o rechazada.
- La persona afectada evita conscientemente las situaciones embarazosas, pero piensa mucho en ellas.
- La persona afectada apenas habla de cosas y problemas personales (con familiares), se lo come todo por dentro.
- La persona afectada está constantemente en acción, siempre en movimiento y siempre tiene algo que hacer. Con una sonrisa en la cara, por supuesto.
Los depresivos sonrientes suelen volverse tristes e impotentes por la noche
Aproximadamente el 15-40% de las personas con depresión presentan síntomas atípicos de depresión. Debido a su alto nivel de rendimiento fuera del trabajo, los afectados a menudo ni siquiera son conscientes de su enfermedad.
Típica de la depresión sonriente es la depresión vespertina. Por lo tanto, es :
- tristeza intensa
- pesadez en brazos y piernas (“sensación de plomo”)
- hipersensibilidad a las críticas
- las experiencias positivas proporcionan como mucho una breve mejora del estado de ánimo
- comer constantemente en exceso o apenas comer
- deseo de dormir más de lo habitual
¿Cuál es el tratamiento de la depresión sonriente?
A diferencia de muchas enfermedades físicas, el éxito del tratamiento de la depresión sonriente depende mucho de la persona afectada. Por difícil que sea la situación, nunca es desesperada.
Un primer paso importante es conocer la depresión y no deshacerse del sentimiento de avergonzarse de su tristeza.
La psicoterapia puede contribuir al éxito, a menudo en combinación con antidepresivos.
También en la vida cotidiana el paciente tiene la oportunidad de mejorar sus síntomas.
Los estudios demuestran, por ejemplo, la influencia extremadamente positiva del deporte.
Algunos deportes como el yoga tienen resultados especialmente buenos, pero en principio cualquier tipo de ejercicio regular es beneficioso para la salud mental.
La meditación profesional también puede ser un equilibrio útil para las personas.
Un objetivo en la vida también debería ser especialmente importante, sea cual sea su aspecto.
Un estado sin tensiones, responsabilidades ni retos no suele ser deseable.
En particular, las personas propensas a estados de ánimo depresivos necesitan sentir que su vida tiene sentido.
El objetivo correspondiente puede ser profesional, pero el trabajo voluntario o atender a alguien que lo necesite también son opciones.
¿Es posible curar la depresión sonriente?
Un sencillo test puede proporcionar las primeras pistas sobre la depresión: el test de las dos preguntas.
- En el último mes, ¿se ha sentido a menudo deprimido, triste, abatido o desesperanzado?
- En el último mes, ¿ha sentido mucho menos deseo y placer por las cosas que normalmente le gusta hacer?
Si responde “sí” a ambas preguntas, es aconsejable consultar a un médico o psicoterapeuta.
El examen
Un médico o psicoterapeuta le hará preguntas detalladas sobre los síntomas de la enfermedad. También puede pedirle que rellene cuestionarios.
Es esencial mantener una conversación abierta sobre si sufre depresión y su gravedad. Pueden añadirse preguntas sobre otros síntomas y exámenes físicos para descartar otras enfermedades.
Este es el momento en que el médico diferenciará entre depresión y “depresión feliz”.
Después intentará determinar la gravedad de la enfermedad.
El tratamiento adecuado para usted depende de la gravedad de la enfermedad. También son importantes sus necesidades y su situación:
- Depresión leve
Con tu médico o terapeuta, puedes esperar a ver qué pasa. Si los síntomas no mejoran, deben sugerirle psicoterapia. En general, no deben utilizarse antidepresivos.
- Depresión moderada
Se le debe ofrecer psicoterapia o tratamiento antidepresivo.
- Depresión grave
En este caso la medicación y la psicoterapia son más eficaces.
Qué puede hacer usted mismo contra la depresión sonriente
Puede ser útil llevar al médico o al psicoterapeuta a alguien de confianza. Esta persona puede acompañarte y describir tu estado de ánimo “desde fuera”.
Al buscar tratamiento, ya has dado un paso importante.
Tenga en cuenta que este tratamiento lleva su tiempo. Muchos afectados experimentan una mejoría inicial al cabo de 2-4 semanas.
El deporte y el ejercicio son importantes. No es necesario ser un atleta de élite. Intente fijarse objetivos pequeños y alcanzables: un paseo al aire libre, un paseo corto en bicicleta.
Elija lo que le guste hacer.
Otras pequeñas actividades también pueden ayudar: una llamada a un amigo, una cita, una visita a la peluquería o una comida preparada por ti mismo pueden ser pequeños éxitos.
Con apoyo, las crisis son más fáciles de superar. Acepte las ofertas de conversación y ayuda de familiares y amigos.
Esto puede ayudarle a hablar con otras personas afectadas. Después puedes ponerte en contacto con un grupo de apoyo.