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Terrores nocturnos: edad, causas, consecuencias y tratamiento

Terrores nocturnos: edad, causas, consecuencias y tratamiento

¿Qué se puede hacer para prevenir los terrores nocturnos?

Los terrores nocturnos son una forma de trastorno del sueño en los niños. Pero también pueden afectar a los adultos.

Unas horas después de dormirse, el niño puede gritar, dar golpes, abrir mucho los ojos, pero no reconoce a nadie y no se le puede despertar ni consolar.

El término científico para los terrores nocturnos es “Pavor nocturnus”, que significa miedo nocturno o terror nocturno. Este trastorno del sueño suele afectar a niños pequeños y preescolares.

Los terrores nocturnos se producen principalmente entre la primera hora y las cuatro horas después de dormirse, es decir, en el primer tercio de la noche, tanto en adultos como en niños.

Una aparición repentina de miedo puede asustar al niño y sacarlo de un sueño profundo.

Se despierta gritando, pero sólo de forma incompleta: en realidad no duerme, pero tampoco se despierta.

Se levanta y en su rostro se aprecia un gran temor o ira. Los ojos están muy abiertos, el pulso se acelera y el corazón late violentamente. El niño respira con rapidez y suda profusamente.

Como no está totalmente despierto, parece confuso. También puede hablar de forma incomprensible. Además, no le reconoce y no se le puede tranquilizar.

Por el contrario, si le acaricias o le coges en brazos, el niño puede volverse loco. Es muy difícil despertarle en este estado.

Al cabo de cinco o diez minutos, el terror nocturno termina. Tu hijo se despierta por sí solo, su pulso y su respiración se normalizan de repente.

A continuación, vuelve a dormirse rápidamente. Al día siguiente, a pesar de los terrores nocturnos, tu hijo se despierta relajado y no recuerda nada del incidente.

Pero, ¿qué hacer con los terrores nocturnos?

¿Qué frecuencia tienen los terrores nocturnos en adultos y niños?

Aproximadamente un tercio de los niños de dos a siete años sufren terrores nocturnos. Los niños de tres a cinco años son los más afectados.

El sueño de la mayoría de los niños afectados sólo se ve perturbado esporádicamente por terrores nocturnos, es decir, una o varias veces. Algunos niños experimentan terrores nocturnos cada pocos meses durante uno o dos años.

Sólo en unos pocos casos se producen terrores nocturnos todas las noches en adultos y niños.

Incluso en la edad escolar, los episodios de terrores nocturnos han terminado en la mayoría de los casos. El pavor nocturno ocurre muy raramente en adultos y adolescentes.

Diferencias entre los terrores nocturnos y otros trastornos del sueño

Los terrores nocturnos pertenecen a las llamadas parasomnias. Se trata de trastornos del sueño en los que la persona afectada se despierta parcialmente.

El resultado es un comportamiento involuntario e indeseable, tanto en adultos como en niños en edad preescolar.

Los terrores nocturnos se atribuyen a parasomnias de la fase de sueño no REM. Los terrores nocturnos forman parte de los denominados trastornos de la vigilia o del despertar, así como de la somnolencia y el sonambulismo.

Por lo tanto, puede ocurrir que los adultos o los niños en edad preescolar con terrores nocturnos también sean sonámbulos de vez en cuando.

¿Cuáles son las causas de los terrores nocturnos en adultos y niños?

Los cerebros de los niños pequeños y preescolares son todavía inmaduros y la compleja arquitectura del sueño aún no se ha desarrollado. En el transcurso de una noche, se alternan regularmente distintas fases de sueño de profundidad y actividad variables:

  • Fase de sueño REM: fase de sueño superficial con movimientos oculares rápidos e involuntarios.
  • Fases de sueño no-remitente: diferentes profundidades de sueño sin los movimientos oculares típicos del sueño REM y con una actividad cerebral reducida
  • Entre una y otra, el adulto o niño afectado puede despertarse brevemente

Por término medio, cinco veces por noche se produce un cambio cíclico entre las distintas fases del sueño y el breve despertar.

Este ritmo de sueño y la duración de los ciclos de sueño cambian con la edad. Un ciclo de sueño en un lactante dura de 30 a 70 minutos y se prolonga de 90 a 120 minutos hasta la edad adulta.

1. Los terrores nocturnos son un fenómeno del desarrollo

El cambio entre las fases del sueño no siempre funciona bien en algunos niños pequeños. Una especie de sobreexcitación del cerebro en desarrollo puede desencadenar entonces terrores nocturnos ya en la fase de sueño profundo.

2. Los terrores nocturnos son cosa de familia (adultos y niños)

Los terrores nocturnos y el sonambulismo suelen estar relacionados. En ambos trastornos del sueño intervienen factores genéticos.

Si tu hijo en edad preescolar experimenta este tipo de episodios nocturnos, normalmente hay al menos un progenitor que también experimentó terrores nocturnos o sonambulismo cuando era niño.

3. Terrores nocturnos: factores desencadenantes

Hay ciertos factores que favorecen los terrores nocturnos en los niños:

  • Fatiga, falta de sueño
  • Estrés emocional
  • Enfermedades febriles
  • Medicación
  • Día agitado, muchas impresiones
  • Pasar la noche en un entorno extraño

Terrores nocturnos: ¿qué hacer?

Los terrores nocturnos están relacionados con el desarrollo del sistema nervioso y suelen desaparecer por sí solos con el tiempo.

Pero, ¿qué hacer si los terrores nocturnos son frecuentes? Consulta a un médico en los siguientes casos, él te dirá qué hacer:

  • Los terrores nocturnos son frecuentes
  • Los primeros episodios sólo se producen en niños mayores (por ejemplo, doce años) o en la edad adulta
  • Los terrores nocturnos persisten después de los seis años
  • Los terrores nocturnos reaparecen tras una larga pausa
  • Los terrores nocturnos se producen tras experiencias traumáticas
  • El adulto o el niño en edad preescolar tiene una enfermedad mental diagnosticada
  • La persona padece epilepsia

En primer lugar, el médico aclarará si se trata de terrores nocturnos o de otro trastorno del sueño. A continuación, si es necesario, puede iniciar un tratamiento.

Responderá a un cuestionario específico y se someterá a algunas pruebas. Después pasará a la siguiente fase del tratamiento.

¿Qué debe hacer si tiene terrores nocturnos? Su médico le aconsejará los siguientes pasos:

1. ¿Qué hacer en caso de terrores nocturnos? Lleve un diario del sueño

Es probable que el médico le pida que lleve un diario de sueño durante una semana. Entre otras cosas, se anotan para cada noche la hora de acostarse, el tiempo total de sueño, las posibles fases de vigilia, los episodios de terrores nocturnos, las pesadillas, etc.

En algunos casos, la actigrafía también puede ayudar. El adulto o preescolar afectado lleva durante varios días un dispositivo similar a un reloj de pulsera que registra continuamente las fases de actividad y descanso.

La evaluación de los datos puede revelar alteraciones en el ciclo sueño-vigilia.

2. ¿Qué hacer en caso de terrores nocturnos? Diagnóstico en el laboratorio del sueño (polisomnografía)

Los patrones de movimiento en los trastornos del sueño como los terrores nocturnos pueden ser muy similares a los de los ataques epilépticos nocturnos. Por ello, puede ser útil realizar una polisomnografía en un laboratorio del sueño.

La persona afectada pasa la noche en un laboratorio del sueño. Durante el sueño, se le conecta a aparatos de medición que miden parámetros como las ondas cerebrales, la frecuencia cardiaca, la respiración y la saturación de oxígeno y la concentración de dióxido de carbono en la sangre.

Los movimientos de los ojos y otros movimientos durante el sueño también se registran mediante videovigilancia, tanto en adultos como en niños.

3. ¿Qué hacer en caso de terrores nocturnos? Tratamiento

Los terrores nocturnos en los niños son un fenómeno del desarrollo y, por tanto, no suelen requerir terapia. Para evitar las alteraciones nocturnas, hay que reducir el nivel de estrés del niño y optimizar la higiene del sueño.

Otras medidas que pueden ser útiles en caso de terrores nocturnos:

¿Qué hacer en caso de terrores nocturnos? Despertador programado

Si el diario de sueño muestra que su hijo sigue experimentando pavor nocturno, puede llevar a cabo “despertares tempranos” planificados bajo la orientación del médico.

Durante una semana, despierte completamente a su hijo unos 15 minutos antes de la hora habitual de los terrores nocturnos. Después de cinco minutos, puede volver a dormirse.

Si los terrores nocturnos reaparecen, repite los despertares durante otra semana.

¿Qué hacer en caso de terrores nocturnos? Hipnosis

En algunos estudios, la autohipnosis y la hipnosis profesional han demostrado su eficacia en el tratamiento de los terrores nocturnos.

¿Qué hacer en caso de terrores nocturnos? Medicación

El tratamiento farmacológico de los terrores nocturnos sólo puede considerarse si las actividades cotidianas se ven perjudicadas por el trastorno del sueño, si se producen otras alteraciones psicosociales o si el niño o la familia afectada están sometidos a un gran estrés.

Terrores nocturnos: ¿qué se puede hacer?

Los intentos de sacar al niño de sus terrores nocturnos o de consolarle son, por desgracia, inútiles. Incluso pueden alterar aún más al niño.

Entonces, ¿qué hacer con los terrores nocturnos?

Si tu hijo sufre terrores nocturnos, sea cual sea su edad, lo mejor es que pongas en práctica los siguientes consejos:

  • Espere y no despierte, acaricie ni abrace al niño, por muy difícil que sea
  • Háblale en voz baja y tranquilizadora, asegurándole que estás ahí y que está a salvo.
  • Asegúrate de que el niño duerme en una zona segura para evitar que se haga daño
  • Al cabo de cinco o diez minutos, el niño se calmará de repente y volverá a dormirse rápidamente.

¿Qué se puede hacer para prevenir los terrores nocturnos?

Para prevenir los terrores nocturnos, en primer lugar debes prestar atención a una buena higiene del sueño de tu hijo. Esto incluye:

  • Hora de acostarse regular, adaptada a las necesidades del niño
  • Sueño diurno regulado para niños pequeños de todas las edades
  • Entorno poco irritante antes de acostarse
  • Sin actividades excitantes o agotadoras antes de acostarse
  • Entorno de sueño tranquilo, oscuro y confortable
  • Lugar cómodo para dormir que no esté asociado a otras actividades como jugar, ver la televisión, hacer los deberes o ser castigado
  • Ritual regular a la hora de acostarse

Además de estas medidas, los siguientes consejos pueden prevenir los terrores nocturnos:

  • Evitar la fatiga
  • Reducir el estrés, por ejemplo, programar menos citas por semana o día
  • Pruebe métodos de relajación como la relajación muscular progresiva adecuada a la edad o el entrenamiento autógeno
  • Haga mucho ejercicio al aire libre
  • Una rutina diaria regular

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