No siempre es fácil definir el sentimiento de abandono pero, por decirlo de forma sencilla, puede describirse como una neurosis que lleva a quien la padece a creer que su familia, sus amigos, su entorno profesional o social le rechazan.
Esta ansiedad puede dar lugar muy a menudo a la anomia, es decir, a la alienación debida a la pérdida o al borrado de los valores morales. Todo esto es quizás un poco difícil de entender.
El sentimiento de abandono que surge del miedo al abandono se clasifica como un tipo de ansiedad que algunas personas sienten ante la idea de perder a un ser querido.
Sin embargo, la pérdida de un ser querido, por muerte o simplemente por el fin de una relación, forma parte de la vida de todos.
A pesar de que son conscientes de ello, no pueden controlar su reacción emocional, y a veces física, ante el temor de quedarse solos con el corazón roto.
Además, a menudo es difícil darse cuenta o admitir que se sufre de sentimientos de abandono, se requiere una retrospección y un análisis sincero de su comportamiento.
Pero no puedes hacer todo esto solo, necesitas la ayuda de alguien cercano o de un profesional.
Pero antes de entrar en el análisis del tratamiento, veamos de dónde viene el sentimiento de abandono y cómo se manifiesta en las personas que lo padecen.
Cada uno de nosotros es, por supuesto, diferente, pero las causas y los síntomas de este trastorno son muy similares en las personas que tienen miedo al abandono. Así que vamos a intentar comprender el sentimiento de abandono y sus consecuencias en la vida cotidiana.
Los orígenes del sentimiento de abandono
Para un desarrollo humano saludable, nuestras necesidades emocionales y físicas deben ser satisfechas.
En la infancia, este consuelo proviene de nuestros padres, mientras que en la edad adulta lo proporcionan nuestras relaciones personales y románticas.
Sin embargo, este desarrollo puede interrumpirse en cualquier momento y es entonces cuando resurge el sentimiento de abandono.
Hay cuatro factores principales que desencadenan este trastorno. La primera es la pérdida de un ser querido.
Aunque la muerte es un proceso natural de la vida, esto no significa que no sea traumática. La pérdida de un ser querido crea un vacío emocional que se llena con sentimientos de abandono.
El segundo detonante es el abuso. Ya sea físico, sexual o de cualquier otro tipo, el maltrato es siempre el origen de los trastornos mentales, incluido el sentimiento de abandono.
Destruye la autoestima y da a la víctima una imagen negativa de sí misma. La víctima siente que no vale nada y que ninguna pareja le querrá.
La pobreza es el tercer detonante. Cuando no se satisfacen las necesidades básicas, se crea un estado mental de carencia perpetua.
La persona que ha sido pobre, o sigue siéndolo, cree entonces que los recursos emocionales como el amor, la atención o la amistad también son limitados. Esto, por supuesto, da lugar al sentimiento de abandono.
Finalmente, el último detonante es la ruptura de una relación. No se trata necesariamente de una separación, puede ser una infidelidad, un divorcio o la muerte de la pareja.
A algunas personas les resulta difícil afrontar el final de una relación porque les resulta demasiado doloroso. Por lo tanto, el sentimiento de abandono surge del miedo a ser herido de nuevo, a ser decepcionado o a estar solo.
Las personas que han sufrido negligencia o han experimentado acontecimientos extremadamente estresantes o traumáticos pueden desarrollar más fácilmente sentimientos de abandono.
De hecho, si fueron maltratados, abandonados o desatendidos en su infancia, son mucho más propensos a desarrollar esta ansiedad.
Además, las personas que sufren sentimientos de abandono también corren un alto riesgo de repetir sus traumas infantiles.
Las personas que han sido víctimas de un delito, que han perdido a un ser querido o que han tenido que afrontar acontecimientos muy estresantes también son más propensas a desarrollar sentimientos de abandono.
Los síntomas del abandono
Las personas que sufren sentimientos de abandono presentan comportamientos similares.
Por ejemplo, les resulta difícil separarse de las personas aunque sean tóxicas, violentas o insanas.
También tienden a ser sobreprotectores, levantando muros entre ellos y los demás para evitar ser heridos.
Hay muchos síntomas y no todas las personas que sufren de abandono tienen los mismos síntomas. Pero hay cuatro síntomas principales que suelen estar presentes en todos ellos:
La necesidad constante de tranquilidad
Alguien que sufre de abandono necesita apoyo emocional. Por ello, suele buscar el apoyo de un amigo o de su pareja para obtener seguridad emocional.
Además, esta persona suele empujar a su amigo o pareja a hacer grandes declaraciones como “siempre estaré ahí para ti”.
Aferrarse a relaciones tóxicas
Aunque la persona que sufre el abandono sabe que la relación es tóxica, y aunque siente una profunda necesidad de irse, no lo hace. ¿Por qué no?
Se quedan con una pareja abusiva o simplemente incompatible porque el miedo a quedarse solo es mucho más fuerte que el deseo de irse.
Encadenamiento de relaciones
Para protegerse, una persona que sufre de abandono puede optar por tener una relación superficial tras otra. De hecho, como tiene miedo de ser rechazado, huye de la intimidad.
Por lo tanto, dejan a su pareja antes de que tenga la oportunidad de hacerlo. No involucrarse nunca emocionalmente es la mejor defensa para alguien que sufre de abandono.
Arruinar deliberadamente las relaciones
Además, el sentimiento de abandono puede llevar al enfermo a actuar de forma irracional.
Pueden optar por rechazar conscientemente a su pareja para no verse perjudicados cuando se vaya, si es que alguna vez decide irse.
Este trastorno también va acompañado de síntomas como la ansiedad por separación, el pánico o el miedo a estar solo.
De hecho, el sentimiento de abandono puede provocar un miedo a la separación, aunque sea temporal.
Por ejemplo, el enfermo puede sentir pánico cuando su pareja sale de compras o visita a sus padres. Se trata de una reacción psicológica a su miedo a estar solos, aunque sea por un corto periodo de tiempo.
¿Cuáles son las opciones de tratamiento?
Antes de intentar erradicar el sentimiento de abandono, primero debes admitir cuánto estás sufriendo e identificar tus síntomas. El primer paso es encontrar el origen de tus sentimientos de abandono.
Dado que el abandono suele ir acompañado de incertidumbres (por ejemplo, la muerte es un punto final, mientras que la pérdida deja dudas sobre el posible regreso del ser querido).
Tienes que poner tu dolor en palabras y tratar de responder a las siguientes preguntas: ¿Por qué se fue?
¿Volverá él o ella? ¿Podré volver a confiar?
Y, al igual que el rechazo, el abandono puede hacer que se destruya la autoestima. Por eso es imprescindible entender primero por qué te duele tanto.
A continuación, debe identificar el mecanismo de defensa que ha puesto en marcha.
Hay dos soluciones. La primera es que te has convertido en una persona extremadamente pegajosa que necesita que le den seguridad constantemente.
Al hacer esto, estás tratando de llenar el vacío que el sentimiento de abandono ha creado en ti.
El comportamiento típico en este caso es comenzar una relación con una nota alta y luego alejar a tu pareja para reforzar la idea de que no mereces su amor.
La segunda solución es adoptar el comportamiento contrario.
Pasas de una relación a otra sin llegar a invertirte emocionalmente.
Siempre mantienes la distancia y no dejas que nadie te conozca realmente.
Como si y cuando este individuo se va, usted no sufrirá mucho.
En su diagnóstico, debe ser realista y sincero si quiere que su tratamiento funcione.
El tratamiento de los sentimientos de abandono se centra en el establecimiento de límites emocionales saludables.
Tienes que tener un arsenal de respuestas listo en caso de que tus viejos demonios resurjan.
Por lo tanto, la terapia es la base principal del tratamiento del abandono.
Un profesional le ayudará a descubrir las causas de su trastorno y las mejores herramientas para combatirlo cuando sienta que empieza a controlar su vida.
En segundo lugar, el enfoque para tratar este trastorno es el autocuidado.
Debes asegurarte de que te sientes emocionalmente satisfecho en tus relaciones con los amigos, la familia y los demás.
Así que no tengas miedo de ser sincero con tus seres queridos sobre tus necesidades y tu problema con los sentimientos de abandono.
Las personas que te rodean sólo quieren que seas feliz, así que harán todo lo posible para ayudarte a recuperar el rumbo.