El eczema facial no sólo es antiestético, sino que también puede dañar tu autoestima.
El eczema (dermatitis atópica) es una erupción amarilla, escamosa y roja en la zona de las glándulas seborreicas. Éstas producen sebo, una mezcla de grasas y proteínas que protege la piel de la desecación.
Las glándulas sebáceas se localizan principalmente en los conductos sudoríparos de la cara (especialmente donde está el pelo).
El cuero cabelludo es también la zona más frecuentemente afectada por el eczema en los bebés.
Entre el tres y el cinco por ciento de las personas desarrollan problemas de eczema cada año. Sin embargo, si tenemos en cuenta los casos leves que no requieren tratamiento, esta cifra sería probablemente mucho mayor.
Los hombres de entre treinta y sesenta años son los más afectados por esta enfermedad de la piel.
La forma que se presenta en los bebés en las primeras semanas de vida (hasta el segundo año de vida como máximo) es menos común que el eczema facial en los adultos.
¿Cuáles son las diferentes formas de eczema de cara y cuello?
El eczema facial es una forma leve de placa que parece un precursor. Puede aparecer sin causa aparente, pero también después de un tratamiento no tolerado o tras una fuerte exposición al sol.
La secreción de sebo (seborrea) y la producción de sudor son particularmente pronunciadas. En algunos casos, la descamación local es el único signo de la enfermedad.
La piel también puede perder parte de su pigmentación (hipopigmentación).
Por el contrario, el eczema en espiga de la cara se caracteriza por unos síntomas totalmente pronunciados: las “manadas” son claramente rojizas, irregulares y escamosas de color amarillento.
Esta forma de eczema suele ser crónica y recurrente (con recaídas).
La llamada localización intertriginosa es catalogada por algunos expertos como una subforma de eczema seborreico. Intertriginoso es el término utilizado para describir las zonas del cuerpo donde las superficies cutáneas opuestas se tocan directamente o pueden tocarse.
Por ejemplo, las axilas, la zona bajo el pecho femenino, el ombligo, la ingle y el ano. En estos casos, el riesgo de infección es alto en este tipo de eczema. Sin embargo, en estas zonas, el eczema también puede confundirse con una infección fúngica pura.
El eczema diseminado, que va de subagudo a agudo (“subagudo” = menos agudo/grave), es especialmente grave.
Se produce sin una causa identificable o tras la irritación de los focos existentes, por ejemplo, debido a un tratamiento intolerante.
Los focos suelen estar distribuidos de forma simétrica, son extensos, confluentes, escamosos y también pueden caracterizarse por defectos cutáneos más extensos de supuración y formación de costras (erosiones).
En los casos graves de este tipo de eczema, todo el cuerpo se enrojece (eritrodermia).
Una forma rara de la enfermedad es el eczema pitiriasiforme. Se da principalmente en el tronco. La parte del nombre “pitiriasiforme” indica que esta erupción es muy similar al liquen rosa (Pityriasis rosea).
Los rebaños son redondos-ovalados y confluentes. Por regla general, la escala se acentúa en el centro. A diferencia del liquen rosa, no hay un foco mayor que se produzca primero (el insecto primario).
En los bebés, el eczema suele formarse en la cabeza. Se caracteriza por sus escamas gruesas, amarillentas y aceitosas. En muchos casos, la enfermedad comienza en la parte superior de la cabeza, cerca de las cejas, en la mejilla o en la nariz.
A partir de ahí, el eczema puede extenderse a todo el cuero cabelludo y la cara. La descamación puede ser muy grave. El cabello del bebé aparece graso y con parches.
Al igual que en el caso de los pacientes adultos, el eczema no suele ser un problema para el bebé afectado.
A veces el eczema se extiende a la zona del pañal, la ingle, el ombligo, las axilas o, con menos frecuencia, al pecho. También es posible la infestación en diferentes lugares.
La propagación de patógenos, especialmente de hongos, provoca un enrojecimiento de la piel y una modificación de la descamación en la zona periférica.
¿Cuáles son las causas y los factores de riesgo del eczema?
Se han implicado factores tanto internos (endógenos) como externos (exógenos) como desencadenantes del eczema facial. Un factor interno importante es la predisposición hereditaria a ciertas enfermedades denominadas atopia (forma atópica, véase alergias).
Entre ellos se encuentran la fiebre del heno, el asma y la neurodermatitis. La atopia suele estar asociada a la sequedad de la piel. Aumenta la probabilidad de desarrollar un eczema facial, ya que su función de barrera se ve afectada.
La sudoración intensa de los pies y las manos (hiperhidrosis) también puede provocar eczemas. El sudor puede disolver las sustancias alergénicas de los calcetines, los zapatos o los guantes.
Además, la formación excesiva de sebo puede provocar eczemas. El cuero cabelludo, el pecho, la espalda y los genitales son las partes del cuerpo donde se produce este tipo de eczema.
Hay muchos factores externos que irritan la piel y causan eczemas.
Esto incluye muchas sustancias y circunstancias diferentes. El eczema de contacto alérgico se produce por el contacto con metales como el níquel (en los botones de los pantalones, las joyas o las gafas), los perfumes de los desodorantes, las cremas u otros productos para el cuidado de la piel y también el látex de los guantes de goma.
Si la piel se sobrecarga o se utiliza en exceso, puede desarrollarse un eczema irritante-tóxico. Se dan principalmente en las manos que están expuestas a mucha humedad y calor/frío.
Las sustancias lixiviadas, como los jabones y desinfectantes, o las actividades que implican lavarse las manos con frecuencia, provocan o agravan el eczema.
Los grupos profesionales como los peluqueros, los limpiadores, los enfermeros especializados y los trabajadores del metal o de la construcción corren un riesgo especial; en particular, el eczema tóxico irritante puede convertirse en un eczema crónico de las manos.
Tomar ciertos medicamentos, como los antibióticos, mientras se toma el sol también puede desencadenar un eczema.
¿Cuáles son los síntomas del eczema?
Comienza con el enrojecimiento de la piel, seguido de picor. Estos síntomas son típicos del eczema. Todas las demás dolencias dependen de las partes del cuerpo donde se localizan las alteraciones de la piel.
También difieren según la edad del enfermo. Así que no hay una apariencia, sino muchas.
El eczema puede ser temporal (agudo) y permanente (crónico). La fase aguda comienza con una zona de la piel enrojecida que, en el caso de un eczema muy leve, puede desaparecer al cabo de unos días.
Si el eczema persiste, aparecen pequeñas ampollas del tamaño de una cabeza de alfiler llenas de líquido claro. Las ampollas estallan y supuran, y luego se forman costras. La fase aguda dura hasta tres días.
Si el eczema no se cura, se vuelve crónico. Al mismo tiempo aparecen rojeces, pústulas, costras y escamas. Además, hay quejas de que rascarse contra el picor lo desencadena e intensifica: la capa superior de la piel se engrosa y los surcos se vuelven más ásperos.
Se forman grietas profundas y capas de piel más claras y más oscuras. La fase crónica no tiene por qué seguir a la fase aguda, sino que ambos periodos pueden darse al mismo tiempo. Los síntomas se superponen.
Las complicaciones son infecciones causadas por bacterias, virus u hongos. Entran en el cuerpo a través de zonas desgarradas o rotas de la piel.
Allí pueden provocar infecciones.
¿Cómo deshacerse del eczema facial?
El tratamiento adecuado para el eczema facial depende de la causa subyacente de la afección cutánea. El éxito de la terapia suele consistir en varios pasos: terapia básica con productos óptimos para el cuidado de la piel, evitar los posibles desencadenantes y tratamiento con medicamentos.
Si el eczema es una alergia de contacto de la cara, el médico puede determinarlo mediante una prueba cutánea (prueba del parche). Si el médico descubre, por ejemplo, una alergia al níquel, se puede evitar la ropa o las joyas con este metal.
Los síntomas suelen desaparecer por sí solos al cabo de unos días. El eczema facial crónico puede desarrollarse en caso de contacto frecuente y constante con sustancias alergénicas, como puede ocurrir en la vida laboral cotidiana.
Son característicos el engrosamiento inflamatorio, la cornificación y el agrandamiento. También en estos casos, la mejor protección es evitar el alérgeno para no provocar el eczema.
Se recomienda a los peluqueros alérgicos a los productos de limpieza o a los tintes que utilicen guantes.
En el peor de los casos, sólo un cambio de carrera puede ayudar. Las cremas que contienen cortisona son soluciones temporales, ya que con un uso prolongado, la piel deja de regenerarse y se adelgaza.
El tratamiento de la neurodermatitis se lleva a cabo en diferentes etapas dependiendo de la gravedad.
La terapia básica con productos hidratantes para el cuidado de la piel puede ser muy eficaz para el eczema facial leve.
Ingredientes especiales como la urea permiten que la piel almacene más humedad y se vuelva menos seca. En el caso del eczema facial recurrente y con picor, las zonas de la piel se tratan con pomadas y cremas que contienen cortisona.
Los inhibidores de la calcineurina pueden ser más adecuados para las zonas problemáticas propensas al eczema, como la cara y las arrugas. A veces, los antihistamínicos en forma de pastillas también ayudan a combatir el picor.
La terapia sistémica, es decir, interna, por ejemplo con preparados de cortisona que influyen en el sistema inmunitario, sólo se lleva a cabo en casos de eczema facial o de cuello grave.
Cuidados adecuados para el eczema facial
La base de cualquier tratamiento para el eczema facial es la terapia básica. La piel seca, en particular, necesita ayuda, ya que no puede cumplir su función de barrera.
Un lavado excesivo reseca y estresa la piel. Una ducha corta y fresca es mejor que un baño largo y caliente. No te duches más de una vez al día, ni más de tres veces a la semana.
Los aditivos espumantes también resecan la piel del rostro.
Los detergentes suaves con un pH neutro son mejores que los jabones perfumados. Cuanto menos se utilicen, más feliz será la piel.
La exfoliación en seco también desengrasa la piel y la irrita, por lo que es mejor dar palmaditas en la piel del rostro en seco. Esto reduce el riesgo de desarrollar eczema.
Después de la limpieza, es aconsejable frotar la piel con cremas o lociones grasas. Estos no sólo devuelven a la piel la grasa perdida, sino que también “sellan” la humedad que la piel ha absorbido durante la ducha o el baño.
¿Existen tratamientos naturales para el eczema facial?
Hay algunos remedios caseros que puedes probar para deshacerte del eczema facial, o al menos reducirlo.
1. Limón para el eczema de cara y cuello
De todos modos, estos remedios caseros naturales para el eczema están casi todos en nuestra cocina. El limón combate la inflamación. Rebanadas y colocadas directamente en la zona afectada, ayudan a combatir el eczema.
La sensación de ardor inicial desaparece rápidamente.
2. La avena ayuda a calmar el eczema de contacto facial
La avena es un verdadero milagro para la piel. Para combatir el eczema facial, no se pone en el bol de cereales, sino en un calcetín.
Cuélgalo en el grifo y báñate, de modo que el calcetín lleno esté en el agua. La avena empapada tiene un efecto antiinflamatorio y alivia el picor.
3. Pepinos para combatir el eczema en el cuello y la cara
Los pepinos ya son conocidos en la cosmética, por ejemplo como aplicación de bienestar en los ojos. Tienen un alto contenido en agua e hidratan la piel. También tienen un efecto antiinflamatorio.
Una rodaja de pepino sobre un eczema es muy beneficiosa para el picor.
4. Aloe vera para eliminar el eczema facial
El aloe vera también es conocido por ser muy hidratante. Como la piel suele resecarse con el eczema, la planta es una ayuda natural que también reduce el picor.
Para ello, basta con exprimir unas cuantas hojas de aloe vera y aplicar el jugo en la zona afectada.
5. Miel para combatir el eczema
Por su efecto desinfectante, la miel no sólo es un remedio maravilloso para los resfriados. También ayuda con el eczema facial. Para ello, aplica un poco de miel sobre el eczema y déjala actuar hasta media hora.
6. La manzanilla al rescate de tu rostro
La manzanilla tiene un efecto calmante, desinfectante y antiinflamatorio. Por lo tanto, las flores son el remedio casero ideal para el eczema. Deja que la manzanilla se enfríe un poco y empapa una toalla con ella.
Dejar la envoltura de manzanilla sobre la piel afectada durante unos 10 minutos.
7. Cúrcuma para eliminar el eczema
Actualmente se habla de la cúrcuma a través de la “Leche Dorada”, una bebida picante con cúrcuma añadida. Esta especia se considera un remedio contra la inflamación en la medicina tradicional china, por lo que se utiliza contra muchas enfermedades.
También tiene un efecto desintoxicante y analgésico. Para el eczema, basta con mezclar un poco de polvo de cúrcuma con agua y dejarlo sobre la zona afectada durante unas horas.
Di adiós al eczema facial con estos consejos.
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