Skip to Content

Analizar y pensar en exceso: algo más que un problema de ansiedad

Analizar y pensar en exceso: algo más que un problema de ansiedad

Noches sin dormir pensando en nuestros errores, viejos errores que siguen matándonos. Es preocuparse por cosas que quizá nunca ocurran y preocuparse por cosas que ya han ocurrido.

Es cada uno de nuestros miedos lo que nos paraliza. Es pensar constantemente y aprender a contener las lágrimas.

Es el miedo constante al fracaso y el miedo a ver cómo nuestros fracasos imaginarios se convierten en realidad. Fracasar en la escuela. Fracasar profesionalmente. Fracasar personalmente.

Las personas con tendencia a analizar en exceso también tienden a fijarse expectativas poco realistas y un listón muy alto para alcanzar el éxito.

Mantener este nivel de exigencia implica realizar constantemente esfuerzos sobrehumanos. Significa estar agotado, tanto emocional como físicamente. Son pensamientos que nunca paran, que nunca se ralentizan.

Pensar y analizar en exceso es ese momento suspendido en el tiempo entre dos mensajes. Ese momento lleno de preguntas y dudas. Es escribir y borrar y volver a enviar, atrapados por el juego vicioso que nos hace la mente.

Es la necesidad constante de respuestas, esencial para nuestra tranquilidad.

El sobreanálisis es la expresión continua de una crítica que intenta destruirnos dudando de todo y de todos. Crítica que también nos empuja a dudar de nosotros mismos y a cuestionarlo todo. Cuando pensamos demasiado, nunca nos escuchamos a nosotros mismos, nunca seguimos nuestros instintos.

Significa tomar el camino destructivo que nuestros pensamientos trazan ante nosotros, sin posibilidad de desvíos ni de marcha atrás.

El exceso de análisis es como un fuego abrasador que no puede apagarse ni controlarse. Lo destruye todo a su paso, incluidos nosotros.

Es una mente crítica que recuerda todos los errores y los saca a relucir una y otra vez, devolviéndonos constantemente a nuestros fracasos.

Pensar demasiado es un poco como esperar a que ocurra algo, sin saber realmente lo que es.

Esperar un cambio.

Esperar un drama.

Esperar la locura.

Esperar la tragedia.

Pensar demasiado significa disculparse por acciones y palabras que no requieren que pidas perdón. Pero significa disculparse siempre por dudar, cuestionar y contemplar lo peor.

Porque eso es pensar demasiado: esperar lo peor una y otra vez. Lo que nos lleva a ser extremadamente precavidos con todo.

Analizar demasiado significa caminar sobre cáscaras de huevo que se han convertido en fragmentos de cristal y que pueden herirnos en cualquier momento, con el más mínimo movimiento.

Es el miedo a formar un vínculo con alguien porque eres tan exigente que temes imponer esta carga a otra persona.

¿Cómo le explicas a alguien por lo que estás pasando? ¿Cómo le explicas que no es culpa suya, que no es que no confíes en él, sino que es tu mente la que te está jugando una mala pasada? ¿Cómo le exiges a alguien que te repita una y otra vez esas frases que necesitas absolutamente escuchar varias veces al día?

Pensar demasiado al entablar una relación romántica significa aceptar que nunca estarás completamente seguro de ti mismo. Significa aceptar que a veces eres débil. Significa tener una necesidad constante de seguridad. Significa necesitar honestidad total y explicaciones constantes.

Son conversaciones difíciles e incómodas, pero absolutamente necesarias si quieres sentirte bien. Cuando algo va mal, necesitas que te lo digan. Significa necesitar que la otra persona te diga lo que piensa. Significa necesitar soluciones inmediatas a las discusiones, porque si no los problemas y los miedos se acumulan.

Significa necesitar una pareja que sea capaz de escuchar los peores escenarios que se te pasan por la cabeza, aunque sean completamente inverosímiles para una persona normal.

Pensar demasiado significa preocuparse demasiado por todo. Sí, no debemos preocuparnos por las opiniones de los demás. Sí, no deberíamos alarmarnos por un simple mensaje que queda sin respuesta, pero para una persona que lo analiza todo en exceso, significa preguntarse siempre: “¿Qué he hecho mal?”; “¿Qué puedo hacer para arreglar las cosas?”.

Y, sin embargo, sólo soñamos con una cosa: que los demás nos acepten tal como somos y sean felices así. Que comprendan que nosotros mismos todavía estamos intentando aceptarnos.

Significa elegir cada palabra con especial cuidado, por miedo a herir a los demás.

Pensar demasiado es creer que todo es culpa nuestra cuando una relación llega a su fin.

Pensar demasiado significa buscar soluciones a problemas que no existen.

Pensar demasiado es la necesidad de controlar todo lo que nos rodea para luchar contra la sensación de que no tenemos control sobre nosotros mismos.

Pero con el tiempo, aprendemos a aceptar lo que somos. También aprendemos a vivir con nuestro dolor y sufrimiento. De hecho, no podemos recordar un día en el que no hayamos vivido sin ellos.

Con el tiempo, también encontramos zonas de consuelo, en los brazos de quienes nos aceptan tal como somos, con nuestros defectos. Ellos también aprenden a adaptarse a nosotros y a nuestros pensamientos.

 

Estos son los 4 signos del zodiaco que tendrán un maravilloso 2024
← Previous
Si hace estas 7 cosas, es porque te quiere mucho más de lo que crees.
Next →
Comments are closed.