El autoconocimiento es un “talento” que cada uno de nosotros puede aprender a mejorar con los ejercicios y hábitos adecuados.
¿Hay partes de tu vida o de tu personalidad que no logras entender? ¿Alguna de sus conductas parece repetirse a pesar de los resultados negativos que obtiene cada vez?
El autoconocimiento es el conocimiento que tiene una persona de sus capacidades espirituales y psicológicas. Es un conocimiento que adquirimos a lo largo de nuestra vida a través de nuestras experiencias.
El autoconocimiento significa que tienes el hábito de prestar atención a tu forma de pensar, sentir y comportarte.
Cuando quieras desarrollar tu autoconciencia, busca los patrones de pensamiento que has creado. ¿Cómo percibes el mundo?
Esto también significa que quieres entender tus propias emociones y estados de ánimo. En lugar de intentar evitar o “arreglar” lo que sientes, observas y sientes curiosidad por tus emociones, incluso por las más difíciles e incómodas.
La autoconciencia es prestar atención a cómo tiendes a actuar y comportarte en determinadas situaciones.
¿Cuáles son sus reacciones por defecto ante determinados acontecimientos? ¿Cuáles son sus hábitos y manierismos?
En resumen, ser consciente de uno mismo significa prestar atención a tu propia psicología para poder aprender más sobre ti.
Desarrollar la conciencia de sí mismo
Hay 10 técnicas que te permitirán trabajar en tu autoconocimiento. El objetivo es hacer un desarrollo personal que traiga más cosas positivas a tu vida.
1. ¿Qué es lo que desencadena una reacción emocional en usted?
A nadie le gusta sentirse triste, ansioso o avergonzado. Así, aunque todos rehuyamos de las emociones negativas, cada uno de nosotros tiende a tener una emoción negativa que le desagrada especialmente y que trata de evitar.
Pero lo más importante es entender que al evitar la emoción, evitamos escuchar lo que la emoción tiene que decirnos. Aprender a tolerar el malestar de nuestra criptonita emocional es una parte esencial del autoconocimiento.
2. ¿Qué le molesta de los demás?
A menudo, las cosas que más nos irritan en los demás reflejan una cualidad que no nos gusta de nosotros mismos.
Por eso, cada vez que alguien haga algo que le parezca especialmente molesto o irritante, pregúntese: ¿es un defecto mío lo que me irrita?
La autoconciencia es la conciencia de tus defectos y limitaciones.
3. ¡Medita en tu mente!
Probablemente hayas oído hablar de la meditación de atención plena. Es una práctica sencilla que consiste en mantener la atención centrada en la respiración o en alguna otra sensación física.
Luego, si notas que tu mente divaga hacia otros pensamientos, vuelve a llevar tu atención suavemente a tu punto de concentración.
La meditación es esencial para el autoconocimiento, ya que te permite conocer mejor el funcionamiento de tus pensamientos.
Con demasiada frecuencia carecemos de autoconocimiento porque pensamos demasiado.
4. Dedica tiempo a identificar claramente tus valores.
Esta es una pregunta que da miedo: ¿Con qué frecuencia se toma el tiempo para considerar deliberada y cuidadosamente sus valores y aspiraciones más elevados?
¿No es de extrañar entonces que nos resulte difícil alcanzar nuestros objetivos y encontrar satisfacción cuando no nos tomamos el tiempo de considerar cómo sería eso para nosotros?
Una forma particular de autoconciencia es tomar conciencia de las cosas que realmente te importan y aclararlas: ¿Por qué estás aquí? ¿Cuál es su objetivo?
5. Haz una línea de tiempo de tu vida.
Empezando por tu nacimiento, escribe los acontecimientos importantes de tu vida a lo largo de la línea de tiempo. Concretamente, los acontecimientos que han tenido un gran impacto en ti, ya sea positivo o negativo.
Esta técnica de desarrollo de la autoconciencia puede dar un sentido o una nueva perspectiva a un periodo especialmente doloroso o difícil al ver ese momento concreto en su contexto.
6. Identifica tus distorsiones cognitivas.
Las distorsiones cognitivas son pensamientos y creencias inexactas que distorsionan la forma de ver las cosas, incluso a uno mismo.
Si puedes aprender a identificar estos patrones de pensamiento inexactos, puedes desarrollar tu autoconciencia y sentirte mejor.
7. Aprende algo nuevo.
Aprender algo nuevo aumenta la conciencia de uno mismo al obligarnos a pensar y actuar de forma única.
Hacer lo mismo una y otra vez nos reconforta, pero también fomenta la estrechez de miras y el pensamiento limitado. Al centrarse en una nueva pasión o interés, desarrolla su autoconocimiento.
8. ¡Viaje!
Los nuevos lugares nos sacan de nuestra rutina y nos obligan a ser más conscientes de nosotros mismos.
Viajar no tiene por qué significar ir al otro lado del mundo. Puede visitar una ciudad cercana a la suya. El autoconocimiento implica el análisis de su comportamiento en un nuevo entorno.
9. Pide a los demás su opinión sobre tu personalidad y acepta su punto de vista.
He aquí una pregunta: ¿Con qué frecuencia buscas deliberadamente información sobre ti mismo?
Si eres como yo -o como la mayoría de la gente, sospecho-, probablemente no lo hagas a menudo. Lo cual es una pena, porque un buen feedback es una de las formas más rápidas y eficaces de desarrollarse y mejorar.
El autoconocimiento no tiene por qué ser un esfuerzo aislado, puedes pedir ayuda a tus allegados.
10. Lee buenos libros.
Se suele decir que los grandes escritores son grandes observadores del mundo que les rodea. Y es esta capacidad de percibir los sutiles detalles y características de la vida lo que les permite recrearla de forma tan conmovedora en su obra.
Así que tómate tu tiempo para hacer una lista de buenas obras de ficción que piensas leer o pide a un amigo experto que te recomiende algunas de sus obras de ficción favoritas.
Los 5 beneficios del autoconocimiento
Es difícil enumerar todos los beneficios de la autoconciencia, así que te diré cuáles son los cinco principales.
1. Aprenderás a comunicarte con mayor eficacia.
En efecto, tener una idea más clara de lo que uno cree y de lo que realmente quiere facilita mucho la comunicación en todos los aspectos de la vida.
Con un buen autoconocimiento, es más fácil comunicarse con confianza, ser honestos sobre lo que nos gustaría y respetar los deseos de los demás.
2. Pensarás con más claridad y tomarás mejores decisiones.
De hecho, una mala toma de decisiones suele ser el resultado de un pensamiento confuso y de fuertes reacciones emocionales.
Cuando desarrollas tu autoconciencia, eres más consciente de tus patrones de pensamiento y sentimiento. Así, podrá distinguir más fácilmente entre los impulsos o deseos a corto plazo y los valores y objetivos a largo plazo.
3. Serás más eficaz.
Así pues, la causa más común de la procrastinación y la baja productividad no es la falta de esfuerzo o compromiso, sino la interferencia por su parte.
Cuando te cuesta llegar al trabajo, suele ser porque en algún nivel tus propios pensamientos, emociones o hábitos se interponen en el camino. Un mayor conocimiento de uno mismo puede ayudar a eliminar muchos de estos obstáculos ocultos.
4. Te sentirás más alegre.
De hecho, tu estado de ánimo y la forma en que tiendes a sentirte dependen en gran medida de la forma en que eliges pensar y comportarte.
Cuando se desarrolla la autoconciencia, se toma conciencia de la relación entre los pensamientos, el comportamiento y las emociones. Esto facilita la regulación de sus sentimientos y estados de ánimo.
5. Más amistades y relaciones significativas.
Por eso es difícil pedir lo que queremos y necesitamos en una relación cuando nosotros mismos no tenemos claras estas cosas.
De hecho, el desarrollo de tu autoconciencia te ayudará a tener mejores relaciones porque evitará que estés a la defensiva en tus interacciones con la gente.