¿Por qué es importante tomar el control de tu ascensor emocional? Y lo que es más importante, ¿cómo se hace?
Cada uno de nosotros experimenta a diario emociones positivas y negativas. De hecho, no podemos escapar de su presencia.
Las emociones están asociadas al carácter, el temperamento y el estado de ánimo de una persona. Ante un objeto, una situación o un individuo, la reacción es una mezcla de conciencia y comportamiento expresivo y fisiológico.
El nivel de emociones varía de una persona a otra. Algunas emociones son más o menos intensas que otras. Pero la buena noticia es que, por muy grave o importante que sea la emoción, no durará para siempre.
Al fin y al cabo, cuando uno tiene un ataque de nervios o siente que le viene la ira, acaba por calmarse. ¿No es así?
La elevación emocional, si no estás familiarizado con el término, es cuando pasas de una emoción extremadamente negativa a una extremadamente positiva, en un corto período de tiempo. Y viceversa.
Como su nombre indica, el ascensor sube, pero también baja. Entonces, en algún momento, tus emociones parecen alcanzar su punto máximo. Se vuelven cada vez más intensos, fuertes y presentes en tu mente.
Y justo cuando crees que vas a explotar, tus emociones se estabilizan, se calman y luego bajan por completo.
Cuando te subes a un ascensor emocional, pierdes el equilibrio. Todas las emociones parecen aumentar. Te resulta difícil controlarte.
¡Así que todo lo que quieres hacer es salir! Para ello, hay que ser inteligente emocional y cerebralmente.
Y todo ocurre en tu sistema límbico.
Lo especial de la elevación emocional es que no es necesariamente circunstancial. Es decir, no es necesariamente que se esté sometiendo.
De hecho, la elevación emocional puede utilizarse como una forma de manipulación para conseguir lo que se quiere de otra persona.
La elevación emocional pasa del reconocimiento a la depresión. Luego, de la ira a la creatividad. Y así sucesivamente.
¿Por qué es importante tomar el control de tu ascensor emocional?
Cuando el viento de tus estados de ánimo te lleva de un lado a otro, es difícil tener una vida equilibrada y saludable. Así que si quieres paz y si quieres convertirte en el dueño de tu vida, debes aprender a controlar tu ascensor emocional.
El simple hecho de comprender que tu estado de ánimo (y por tanto tu elevación emocional) no se debe a las circunstancias que te rodean, sino a los pensamientos internos que tienes, es un gran paso adelante.
1. ¡Tu mente está en paz!
Cuando te embarques en la elevación emocional, notarás que cuanto más negativas sean tus emociones, más vacilará tu mente.
¿Qué significa esto? Cuanto más negativas sean tus emociones, más caos reinará en tu cabeza. Le resulta difícil pensar con calma y lógica.
Así que, en unos segundos, todos los posibles escenarios catastróficos pasan por tu mente. Pero cuando se pasa al lado positivo de la elevación emocional, las cosas cambian por completo.
No hay tanto que pensar. Por ejemplo, la gratitud no puede clasificarse como una idea. Es un sentimiento positivo. Así que cuando tomas el control de tu ascensor emocional, tu mente está serena y tranquila.
2. Conciencia de su fuerza mental.
La fuerza mental es más o menos la herramienta que tienes y utilizas para mantenerte tranquilo, tolerante y lógico. Sin embargo, como he dicho en el párrafo anterior, cuando bajas por el ascensor emocional, no puedes confiar demasiado en tu mente.
Tu pensamiento está nublado. Entonces, pensar, comunicar y reaccionar se alternan completamente. Pero el mero hecho de comprender que se encuentra en una pendiente psicológica inestable y que está en un ascensor emocional puede ser suficiente para evitar que cometa un grave error.
¿Alguna vez te han dicho que te calmes, que respires hondo? Bueno, eso es porque la gente a tu alrededor siente tus vibraciones negativas.
La irritabilidad o la ira son reacciones muy comunes en el ascensor emocional negativo. Tomarse un tiempo para pensar y calmarse es esencial para tomar la mejor decisión posible.
3. Cuando controlas tu ascensor emocional, tienes relaciones mucho más saludables.
La clave para controlar su ascensor emocional es tomar conciencia de sus emociones. De esta manera, puedes desarrollar una mejor inteligencia social.
La inteligencia social es imprescindible si quieres crear relaciones fuertes, sanas y duraderas con tus allegados. La empatía y la paciencia también son cualidades que afloran cuando se aprende a gestionar el ascensor emocional.
Por ejemplo, si tienes una relación, puedes calmar las discusiones antes de que se produzcan. Esto también le ayuda a comprender mejor las emociones de los demás y las reacciones que asocian a sus estados de ánimo.
4. Cuando controlas tu ascensor emocional, te conviertes en la mejor versión de ti mismo
Por naturaleza, todos somos buenas personas. ¡Tenemos un buen corazón! Por desgracia, con el tiempo y los años, adoptamos malos hábitos.
Por ejemplo, dejamos que nuestras creencias, nuestra forma de pensar o nuestros malos hábitos tomen el control de nuestras vidas. Y en cuanto alguien se opone a nuestra forma de hacer las cosas, nos enfadamos.
Nos tomamos todo como algo personal y adoptamos una posición defensiva. Pero aprender a controlar nuestro ascensor emocional significa volver a conectar con nuestra propia esencia, nuestro lado bueno.
5. Te vuelves creativo y original.
Para ser sinceros, lo que pasa por nuestra cabeza no es nada nuevo. Especialmente en los niveles más bajos del ascensor emocional. De hecho, los pensamientos negativos nos impiden ser creativos.
En resumen, cuanto peor es nuestro estado de ánimo, más perdemos la perspectiva y más limitado se vuelve nuestro pensamiento. Por otra parte, todas las ideas originales se nos ocurren cuando estamos de buen humor.
Por ello, es importante controlar tu elevación emocional para que siempre te mantengas en esos niveles positivos.
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¿Cómo puede recuperar el control de su ascensor emocional?
Tanto si quieres vivir una vida más serena y equilibrada como si quieres aprender a controlar el ascensor emocional porque quieres utilizar la manipulación para seducir (¡no te estoy juzgando!), tienes que dar los siguientes pasos.
Pero el simple hecho de que seas consciente de que estás en medio de un torbellino emocional explosivo ya es un primer paso increíble.
1. Concéntrese en algo que le haga feliz
El primer paso para aprender a gestionar su ascensor emocional es encontrar un lugar tranquilo donde pueda relajarse.
De hecho, cuando sientas que los pensamientos negativos te van a abrumar, debes tomarte un tiempo para respirar.
Es importante que te aísles al principio, ya que necesitarás reflexionar sobre todo lo que te está ocurriendo. Si no puedes estar solo, siempre puedes meditar.
Por ejemplo, te tumbas en el sofá y piensas en un momento concreto que te hizo reír. Agarraos a ese recuerdo.
Para frenar el ascenso emocional, tienes que tomar la decisión consciente de dirigir tus pensamientos hacia una perspectiva más positiva.
Por ejemplo, si tienes que pasar tiempo con una persona que te irrita sin remedio, debes tratar de encontrar una cualidad en esa persona que la haga parecer positiva.
Al fin y al cabo, no puedes huir constantemente de las personas o situaciones que te hacen sentir incómodo o te crean emociones negativas.
No somos el centro del universo. No es la gente la que debe adaptarse a nosotros. Simplemente tenemos que aprender a controlar nuestro ascensor emocional para volver a tomar las riendas de nuestra vida.
2. Aprender a reaccionar de forma más saludable
Empiezas el día de buen humor. Te levantas, te tomas el café y te preparas para el trabajo. Todo parece estar en el mejor de los mundos posibles.
Luego, al llegar a la oficina, lees un correo electrónico de tu jefe criticando tu trabajo en el proyecto que entregaste el día anterior. Y entonces comienza la elevación emocional.
Tu mente empieza a trabajar a 100 km/h y te invaden toneladas de ideas negativas. La inseguridad, la duda y luego la ira arraigan en tu mente.
Todos conocemos este tipo de situaciones. Lo que cambia es la forma en que la gente afronta las circunstancias. Por ejemplo, ¿habría reaccionado otra persona de la misma manera?
Alguien habría sentido curiosidad por este tipo de mensaje y habría encontrado una salida creativa a la situación.
Así que si quieres recuperar el control de tu ascensor emocional, tienes que obligarte literalmente a mirar siempre el lado positivo de las cosas.
Al principio será un poco duro, pero con el tiempo se convertirá en algo instintivo.
Pongamos un ejemplo: te enteras de que vas a estar en el paro a partir del mes que viene.
La reacción negativa: soy malísimo en mi trabajo, me voy a quedar sin dinero y nunca podré volver a conseguir un empleo. Dios mío, acabaré en la calle.
La reacción positiva: Vale, tengo un mes para decidir si quiero reciclarme o encontrar otro trabajo en el mismo campo.
3. Cambiar su visión de lo “normal
Cuando sientes constantemente emociones negativas, esta forma de vivir puede convertirse en un hábito. De hecho, cuando su ascensor emocional se atasca en los pisos inferiores, su estado de ánimo destructivo se convierte en su estándar de lo que llamaríamos “normal”.
Así, en lugar de reaccionar cuando te sientes mal, te dices a ti mismo que no hay razón para hacer nada al respecto, ya que todo forma parte de tu vida.
Imagina que alguien bloquea tu ascensor emocional con una barra de hierro. Acostumbrarse y aceptar las emociones negativas es exactamente eso.
Pero para librarse de esta vida insana, hay que tomar conciencia de sí mismo. Así que cuando sientes una emoción negativa, se activa una señal de alarma en tu mente.
Para ello, tienes que cuidarte y ser agradecido. De hecho, su salud mental y física son extremadamente importantes si quiere estar de buen humor.
En segundo lugar, la gratitud es la mayor cualidad que puedes poseer, ya que te permite adoptar nuevas perspectivas. Veremos cómo…
4. Agradece
Por naturaleza, todos pensamos en lo que está mal en nuestras vidas. Hacemos una lista de lo que nos falta, de nuestros defectos y de nuestros problemas. Y a menudo nos olvidamos de hacer lo mismo con todo lo que va bien.
Sin embargo, la gratitud es el sentimiento humano más fuerte. A diferencia de los pensamientos negativos, la gratitud no está vinculada a una idea.
Es simplemente un sentimiento muy arraigado en nosotros. Así que en lugar de buscar razones para ser injusto con uno mismo, intenta encontrar razones para estar agradecido.
Y practica esto todos los días.
Estoy agradecido porque me he levantado sano.
En todos los aspectos de tu vida, los momentos de tranquilidad y la reflexión sobre la gratitud pueden cambiar completamente tu estado de ánimo.
Al principio, no será fácil adoptar esta actitud más positiva ante la vida. Sin embargo, con el tiempo se acostumbrará a decir “gracias”.
Gracias por su apoyo.
Gracias por un día relajado.
De nuevo, es una cuestión de perspectiva. Se trata del reconocimiento. Todos somos muy afortunados, pero lo olvidamos con demasiada facilidad.
5. Utilizar los sentimientos como guía
La toma de conciencia es un elemento clave para recuperar el control de su ascensor emocional. Por eso es muy importante que puedas nombrar los sentimientos y las causas de tus emociones.
Estoy enfadado porque…
Me preocupa…
En realidad, estoy completamente deprimido porque…
Recuerda que es normal tener estos sentimientos. Pero no es normal dejar que se apoderen de tu vida.
Así que si eres consciente de que estás bajo la presión de las emociones negativas, eres capaz de decir:
No voy a tomar una decisión ahora. Esperaré hasta que esté más tranquilo.
¿Cómo funciona esto realmente? Cuando sientas que te invade una emoción negativa, primero debes hacer una pausa. Entonces tienes que respirar profundamente.
Por último, debes bloquear la afluencia de pensamientos negativos. Por ejemplo, puedes pasar del pesimismo a la curiosidad. No podemos cambiar todo lo que sucede a nuestro alrededor.
Pero podemos cambiar nuestra perspectiva. No puedes obligar a la gente a aceptar tu punto de vista o a vivir como tú quieres.
Así que tienes que utilizar tus emociones como señal de alarma.
Mira, lo que acaba de decir realmente me irrita. Voy a dar un paseo para calmarme ahora mismo.
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