La depresión se define como una tristeza permanente acompañada de falta de interés y placer.
Las personas que sufren esta enfermedad se sienten mal por la mañana, pero mejor por la tarde.
Pero, ¿por qué nos sentimos mejor por la tarde?
¿Cuáles son las razones?
Según Freud, la estructura psicológica está formada por el ego, el id y el superego.
El ego es la capacidad de adaptarse al entorno, el id representa los instintos y el superego la moral.
La depresión tiene un impacto directo en el superego, por lo que las personas que la sufren a menudo se vuelven contra sí mismas.
Se vuelven violentos consigo mismos, destruyen al objeto de su amor e incluso se vuelven suicidas.
Los pensamientos negativos son la causa de este estado.
Según algunos médicos, las personas deprimidas sufren una falta de sustancias químicas liberadas por sus neuronas:
- Falta de serotonina: ansiedad, violencia, suicidio e insomnio
- Falta de dopamina: ausencia de placer
- Falta de cortisol: depresión
¿Qué causa la depresión?
La depresión es un trastorno mental complejo en el que intervienen múltiples factores.
Un único factor no es la causa, sino que es la combinación de varios factores lo que conduce a la depresión.
1. Factores biológicos de la depresión
Algunas pruebas sugieren que los desequilibrios en ciertas sustancias químicas del cerebro, como la serotonina, la norepinefrina y la dopamina, desempeñan un papel en el desarrollo de la depresión.
2. La genética desempeña un papel importante
Las personas con antecedentes familiares de depresión tienen más probabilidades de padecerla.
Sin embargo, la genética por sí sola no determina el desarrollo de la depresión, y los factores ambientales también desempeñan un papel importante.
3. El estrés y el entorno causan depresión
Los acontecimientos vitales traumáticos o estresantes, como la pérdida de un ser querido, las dificultades en las relaciones, los problemas económicos, la pérdida del trabajo o una transición vital importante, contribuyen a la depresión.
Estos acontecimientos alteran el sentido de estabilidad de un individuo, desencadenan sentimientos de impotencia o desesperanza y conducen a la aparición de síntomas depresivos.
4. Su personalidad también es un factor
Ciertos rasgos de la personalidad, como la baja autoestima, una visión pesimista, el perfeccionismo o la tendencia a la autocrítica, aumentan el riesgo de desarrollar depresión.
Los patrones de pensamiento negativos y las distorsiones cognitivas también contribuyen a la aparición y el mantenimiento de los síntomas depresivos.
5. Una enfermedad crónica
Enfrentarse a una enfermedad crónica o a problemas continuos de salud física puede tener un impacto significativo en el bienestar mental y contribuir al desarrollo de la depresión.
El estrés y las limitaciones asociadas a estas afecciones pueden provocar sentimientos de desesperanza, aislamiento y reducción de la calidad de vida.
6. Adicciones
El abuso y la dependencia de sustancias son tanto una causa como una consecuencia de la depresión.
Aunque el abuso de sustancias puede aliviar temporalmente los síntomas de la depresión, a menudo agrava la enfermedad a largo plazo, dando lugar a un ciclo de abuso de sustancias y empeoramiento de la depresión.
¿Cuáles son los síntomas de la depresión?
Para aprender a reconocerlos, hay que identificar los efectos de esta enfermedad en el cuerpo y la mente.
Depresión: ¿cuáles son los efectos en el cuerpo?
La depresión puede tener diversos efectos en el organismo, afectando no sólo al estado de ánimo de una persona, sino también a su bienestar físico.
Por ejemplo, los sentimientos persistentes de tristeza, desesperanza y angustia emocional provocan fatiga crónica y falta de energía.
Las personas que sufren depresión experimentan falta de motivación, dificultad para emprender o completar tareas y una sensación general de agotamiento físico y mental.
Además, la depresión suele alterar los patrones de sueño y provocar trastornos.
Algunas personas padecen insomnio, mientras que otras sufren hipersomnia, caracterizada por una somnolencia excesiva y períodos de sueño prolongados.
La depresión afecta al apetito y los hábitos alimentarios
Algunas personas experimentan pérdida de apetito y adelgazamiento involuntario, mientras que otras experimentan un aumento de apetito y el consiguiente aumento de peso.
Estos cambios pueden contribuir a generar sentimientos de angustia y una imagen corporal negativa.
La enfermedad también se manifiesta a través de síntomas físicos como dolores de cabeza, musculares, de espalda y de estómago.
Estos síntomas físicos suelen ser inexplicables y no siempre responden bien al tratamiento médico.
Pero pueden ser una manifestación del malestar emocional y psicológico asociado a la depresión.
La depresión prolongada o crónica también debilita el sistema inmunitario, haciendo a las personas más susceptibles a enfermedades e infecciones.
El resultado es un aumento de la frecuencia de resfriados, gripe y otras infecciones.
La depresión tiene un impacto negativo en el deseo y el funcionamiento sexual
Provoca una disminución de la libido (deseo sexual), disfunción eréctil en los hombres y dificultad para experimentar placer o alcanzar el orgasmo tanto en hombres como en mujeres.
Además, las personas que sufren depresión tienen un umbral del dolor más bajo y una mayor sensibilidad al malestar físico.
Esto puede amplificar la experiencia del dolor asociado a otras afecciones médicas o al malestar general.
Por último, hay pruebas que sugieren una relación entre la depresión y un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
De hecho, la depresión se asocia a tasas más elevadas de cardiopatías, infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares.
Depresión: ¿qué efectos tiene sobre la salud mental?
Por desgracia, al igual que el cuerpo, la mente está sujeta al trastorno depresivo.
Esta enfermedad deteriora funciones cognitivas como la concentración, la memoria y la toma de decisiones.
Estos problemas cognitivos pueden afectar al rendimiento escolar o laboral y a la productividad en general.
Un síntoma característico de la depresión es la anhedonia, la incapacidad de experimentar placer o interés por actividades que antes se disfrutaban.
Las aficiones, las interacciones sociales y las actividades que antes eran placenteras pierden interés o sentido.
Esta pérdida de interés contribuye a una sensación de vacío y desapego del entorno.
La depresión se manifiesta con irritabilidad, agitación y nerviosismo.
Pequeñas frustraciones o irritaciones pueden provocar reacciones emocionales intensas.
Aunque la tristeza es una emoción dominante, las personas también experimentan sentimientos de culpa, baja autoestima y autoinculpación.
La ansiedad y la irritabilidad siempre acompañan a la depresión.
Las personas pueden sentirse desconectadas de sus redes de apoyo social, tener dificultades para entablar o mantener relaciones y retirarse de las actividades sociales.
Este aislamiento exacerba el sentimiento de soledad y empeora los síntomas depresivos.
En los casos más graves, la depresión puede conducir a pensamientos o comportamientos suicidas.
Pueden aparecer sentimientos de desesperación, impotencia y la convicción de que no merece la pena vivir.
Depresión matutina: ¿por qué te sientes tan mal?
Aunque creas que has dormido lo suficiente, al despertar estás agotado.
¿Por qué te sientes mejor por la noche pero peor por la mañana?
Tienes graves problemas de sueño: te escondes detrás del sueño.
Para no tener que enfrentarte a tus obligaciones y al estrés de la vida, pasas todo el tiempo en la cama.
De este modo, no tienes que pensar ni entrar en el mundo real.
Por desgracia, debido a tu estado de depresión, ¡te pasas!
Dormir demasiado impide que tu mente funcione y tu cuerpo se siente decaído.
También hay casos en los que te despiertas constantemente a las cuatro de la mañana.
Tu sueño es superficial y nunca descansas lo necesario: por eso sufres trastornos del sueño.
Entonces te sientes mal por la mañana porque nunca duermes de verdad.
Estás constantemente en un segundo estado de vigilia que impide que tu cuerpo y tu mente se apaguen durante unas horas.
¿Por qué te sientes mejor por la noche?
El reloj biológico de las personas deprimidas está completamente desajustado.
El sueño y la alimentación están controlados por este reloj, también conocido como ritmo circadiano.
Por ejemplo, estas personas notan que están de muy mal humor por las mañanas.
Esto se debe a que hormonas como el cortisol y la melatonina se liberan de forma incorrecta.
Esto acarrea problemas y trastornos del sueño: todo el día con la cabeza ladeada y lo único que quieres es irte a la cama.
Entonces, ¿por qué te sientes mejor por la noche?
Simplemente porque las hormonas nos juegan malas pasadas.
Además, el ritmo de vida hace que la gente se sienta mal por la mañana, pero mejor por la tarde.
Las personas deprimidas suelen tener ataques de ansiedad nada más despertarse.
Sienten cierta apatía y una gran falta de energía.
Esto significa que les cuesta levantarse para afrontar el día que tienen por delante.
Cuando tienes un trabajo, responsabilidades y obligaciones, el estrés se apodera de ti.
Es más, cuando fracasas en la más mínima tarea, te sientes culpable.
También sientes que no estás a la altura del trabajo.
Este sentimiento de fracaso conduce a una baja autoestima, que alimenta aún más tu depresión.
Pero al final del día, las cosas se calman y te sientes menos responsable.
Te vas a casa, te sientes bien y ya no tienes que enfrentarte a la cruda realidad.
Tus niveles de estrés bajan y por fin te das cuenta de que has conseguido algo durante el día.
¿Por qué nos sentimos mejor por la noche?
Sencillamente porque tenemos derecho a descansar y olvidar todo lo que hemos pasado durante el día.
¿Por qué nos sentimos mejor por la noche? Los factores decisivos en el trastorno depresivo
Ahora que sabes que las hormonas son la principal razón por la que te sientes mal por la mañana pero mejor por la tarde, echemos un vistazo a los demás factores.
¿Qué explica la melancolía matutina y la calma vespertina?
Para responder a la pregunta “¿Por qué te sientes mejor por la tarde?”, también tenemos que entender las otras causas de este cambio de humor.
1. Te sientes mejor por la noche porque haces lo que quieres hacer
¿Por qué nos sentimos mejor por la noche?
Participar en actividades o aficiones que proporcionan un escape temporal o una distracción de los pensamientos y emociones depresivos conduce a una mejora temporal del estado de ánimo.
Para algunas personas, la noche puede ser una oportunidad para entregarse a este tipo de actividades, como leer, ver una película o pasar tiempo con sus seres queridos.
2. ¿Por qué nos sentimos mejor por la noche? ¡La interacción social es posible!
Pasar tiempo con amigos y familiares o participar en actividades sociales durante la noche proporciona una sensación de conexión y apoyo.
Las interacciones sociales positivas y el apoyo emocional de los seres queridos ayudan a aliviar temporalmente los síntomas depresivos.
3. Te sientes mal por la mañana porque sólo te relajas por la noche
¿Por qué nos sentimos mejor por la noche?
Para algunas personas, la noche puede ser una oportunidad para relajarse y cuidarse.
Tomar un baño caliente, practicar mindfulness o meditación, o realizar otras actividades que reduzcan el estrés pueden aliviar temporalmente los síntomas depresivos y promover una sensación de calma.
4. Trastorno depresivo: el ritmo circadiano es un factor importante
¿Por qué nos sentimos mejor por la noche?
Nuestros cuerpos tienen ritmos circadianos naturales que regulan diversos procesos fisiológicos, incluido el estado de ánimo.
Algunas personas pueden experimentar fluctuaciones en su estado de ánimo a lo largo del día, con una mejora temporal por la noche gracias a estas fluctuaciones naturales.
5. ¿Por qué nos sentimos mejor por la noche? El estrés es mínimo.
Las horas nocturnas suponen un descanso de las tensiones y exigencias del día, lo que puede reducir temporalmente la sensación de agobio y mejorar el estado de ánimo.
La ausencia de estrés o responsabilidades laborales por la noche contribuye a una sensación de alivio y a mejorar el estado de ánimo.
Dolor por la mañana, mejor por la noche: ¿cómo encontrar el valor para levantarse de la cama?
Ya te has dado cuenta de que no te encuentras bien por las mañanas, así que tienes problemas para levantarte de la cama.
No te apetece hacer frente a todas tus obligaciones.
Pero en realidad no tienes elección.
Tienes que trabajar, ocuparte de ti y de tu familia.
Así que para ayudarte a encontrar la fuerza necesaria para funcionar por la mañana, aquí tienes algunos consejos:
- Levantarse y acostarse a la misma hora todos los días
Es importante tener una rutina para calmar tu ritmo circadiano.
Así, tu cuerpo se acostumbrará a despertarse a la misma hora y a caer en los brazos de Morfeo a la misma hora.
¡Vas a entrenarlo para que funcione como debe!
- Estira nada más levantarte
Mucha gente hace deporte nada más despertarse.
Personalmente, me parece un shock para el cuerpo.
Además, es especialmente difícil cuando se sufre depresión.
Pero puedes hacer yoga, meditación o estiramientos.
Esto despertará tu cuerpo suavemente.
- Ducharse
Parece obvio, pero a la mayoría de las personas que sufren depresión les cuesta encontrar fuerzas para la higiene.
Si no entiendes esto, considérate afortunado.
Significa que nunca has caído demasiado en la depresión.
Hagas lo que hagas, ¡dúchate antes!
- Desayunar con tranquilidad
No cojas el móvil nada más abrir los ojos.
El cerebro necesita energía para funcionar, así que hay que comer.
Pero no hay que sobreestimularlo, así que no te lances directamente a las redes sociales o al correo electrónico.
- Recarga las pilas
Un diario de intenciones o de agradecimientos es una forma excelente de empezar el día.
Es un momento de paz que te permite calmarte y volver a conectar con lo que realmente te importa.
Escribir también es una buena forma de deshacerse de los pensamientos negativos.
- No haga cambios bruscos
La depresión a menudo te lleva a dormir mucho, pero no puedes romper este hábito de la noche a la mañana.
Sin embargo, puedes planificar una siesta a la misma hora todos los días.
La duración ideal de una siesta es de veinte minutos.
Más allá de ese punto, se cae en lo que se conoce como inercia del sueño, que va acompañada de mal humor y desorientación.
- Buscar apoyo
Puedes pedirle a alguien cercano que sea tu referente.
Esto significa que le llames en cuanto sientas que vuelves a caer en un círculo vicioso de depresión.
Esta persona tiene que conocer la enfermedad y aceptar estar a tu lado cuando la necesites.
Conclusión
Depresión: ¿por qué te sientes mejor por la noche?
Las hormonas alcanzan su punto máximo por la mañana, lo que aumenta los niveles de estrés y ansiedad.
Pero por la noche bajan, lo que significa que es menos probable que tengas sentimientos negativos y pensamientos pesimistas.
Además, por la noche estás en la tranquilidad de tu propia casa.
Esto te permite relajarte y pensar por fin en lo que has conseguido durante el día.
También tienes la oportunidad de hacer actividades que te gustan y ver a gente que te da una fuerte sensación de bienestar.
Por último, sentirse mal por la mañana y mejor por la tarde es normal cuando se sufre depresión.
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