Una relación verdaderamente sana se basa en la confianza mutua, el respeto y la capacidad y voluntad de hablar de los problemas de la pareja.
Por desgracia, no todo el mundo es lo suficientemente maduro como para poder entender y gestionar sus emociones.
Así, la llamada mujer infantil es una persona que tiene dificultades para interpretar sus emociones y se niega a cambiar (o a trabajar en sí misma) para convertirse en una mejor pareja.
Aunque a menudo oímos hablar de hombres inmaduros que no están dispuestos a comprometerse seriamente y que no están dispuestos a hacer compromisos y sacrificios, las mujeres también pueden ser emocionalmente inmaduras.
Algunos tienen dificultades para comprender sus propias emociones y carecen de empatía. Además, no logran asimilar las experiencias emocionales de su pareja, lo que suele provocar un desequilibrio en la relación y, en consecuencia, la pone en peligro.
La mujer hija no puede satisfacer las necesidades de comunicación de su pareja.
La mujer hijo es una persona que privilegia el “yo” sobre el “nosotros” y no tiene en cuenta los sentimientos o deseos de su pareja.
Además, si hay una discusión de pareja en la que uno de los miembros es inmaduro, los intercambios pueden volverse rápidamente agresivos, ya que es difícil mantener una conversación tranquila y eficaz con una persona así.
Si sientes que tu relación descansa enteramente sobre tus hombros porque tu pareja es una mujer infantil que no es lo suficientemente madura para lidiar con los altibajos de vuestra relación, puede ser el momento de hacerle ver que necesita trabajar en sí misma si quiere que vuestra relación funcione.
Y si no puedes demostrarle cómo su actitud casual está afectando negativamente a vuestra relación, puede que tengas que enfrentarte al hecho de que probablemente seas más feliz estando soltero.
Comportamiento típico de una mujer infantil
Si tienes problemas de comunicación en tu relación, quizá debas comprobar si tu pareja es una mujer infantil. Hemos preparado una lista de 10 comportamientos típicos de este tipo de personalidad.
Sólo cuando sepas realmente a qué te enfrentas podrás decidir qué actitud adoptar.
1. Incluso si tienes una relación, te sientes solo.
Si su pareja es un niño, probablemente le falte intimidad emocional. Sientes que no tenéis mucho en común porque vuestra relación es superficial.
Hay una falta de amor, apoyo y respeto entre vosotros que os hace sentir solos.
2. La mujer niña odia el compromiso.
Para que una relación funcione, ambos miembros de la pareja deben encontrar un terreno común (entre los deseos y las necesidades de cada uno).
Pero la mujer niña es capaz de hacer berrinches titánicos si las cosas no salen como ella quiere.
Además, recurre a la mentira o a la culpabilización para conseguir lo que quiere de su pareja.
3. Las conversaciones son superficiales y tu pareja no se compromete realmente.
Incluso después de meses o años juntos, sientes que tu pareja no es capaz de comprometerse de verdad porque vuestra relación parece muy superficial.
Lo pasáis bien juntos, pero os falta intimidad y conexión emocional. Tampoco os conocéis mucho, porque la mujer infantil no busca una relación profunda y real, sólo quiere “aparentar” estar enamorada y feliz ante los demás.
4. ¿El futuro? Para ella es sólo una noción abstracta.
Una mujer niña es incapaz de proyectarse incluso en el futuro próximo. ¿Qué vas a hacer el próximo fin de semana? Pfft… ¡Ni idea!
Vive el momento y no piensa para nada en el futuro. Ni siquiera hablemos de planes más concretos como irse a vivir juntos, tener hijos o casarse.
5. A la mujer infantil le cuesta hablar de sus sentimientos.
Es casi como si se avergonzara de sus emociones. No puede comprender ni gestionar sus sentimientos y las experiencias emocionales la hacen sentir vulnerable o fuera de control.
No puede explicar lo que siente porque es demasiado complicado para ella.
6. En situaciones de estrés, la mujer niño huye.
En una relación equilibrada, los miembros de la pareja se apoyan mutuamente. Pero una mujer niña no sabe cómo ayudar a su pareja cuando las cosas van mal.
Se aleja de él para no tener que escuchar sus problemas. En lugar de ser su mayor apoyo, se va a centrar en sí misma.
7. Se ofende fácilmente.
En una relación sana, la pareja no tiene que ser exigente. Pueden hablar libremente sin temor a herir al otro con la más mínima crítica.
Una mujer infantil, en cambio, se ofende por todo. Si comete un error o si su pareja se atreve a criticarla, se vuelve muy agresiva, incluso violenta.
8. La mujer infantil se niega a asumir la responsabilidad de sus errores.
Todo el mundo comete errores, pero la niña no admite que se ha equivocado y no intenta disculparse.
En lugar de intentar arreglar sus errores, prefiere culpar a los demás. Con ella, ¡siempre hay otro culpable!
9. Ella es egoísta.
La mujer infantil sólo hace lo que le gusta y no le interesa nada que no le beneficie de alguna manera. No duda en pisar a los demás para satisfacer sus deseos.
Esto es puro egoísmo y no tiene nada que ver con conocer la propia valía y anteponer las propias necesidades.
10. ¡La niña mujer está muy resentida!
Ser emocionalmente inmaduro significa que no eres capaz de controlar tus emociones o reacciones ante tu pareja.
Una mujer infantil tiene problemas de comunicación, por lo que en lugar de trabajar mano a mano con su pareja para encontrar soluciones a sus problemas, prefiere rumiar en su rincón.
Guarda rencor incluso si eso significa crear más tensión.
Si estás con una pareja que se ajusta a esta descripción, podéis intentar hablar de ello juntos.
Puedes, por ejemplo, trabajar la madurez emocional y tratar de darle primero las herramientas para hablar de las emociones positivas. Una relación con un niño no está necesariamente condenada al fracaso.
Sin embargo, requerirá mucha inversión personal y paciencia (para ti) para lograr construir una relación equilibrada. Si crees que no puedes hacerlo por ti mismo, siempre puedes buscar la ayuda de un terapeuta.
Esta persona le ayudará a identificar las fuentes de sus problemas y le ofrecerá técnicas psicológicas para ayudarle a crear una fuerte conexión emocional.
Por otro lado, si está demasiado frustrado con su relación con una niña y ya no tiene la paciencia y la fuerza para llevar su relación solo, puede ser el momento de seguir adelante.
Por desgracia (o por suerte), no todas las relaciones están hechas para durar y cada uno de nosotros debe ser fiel a sí mismo.
Para ser feliz, hay que saber cuándo es el momento de decir “basta” y centrarse en uno mismo.
Si tu pareja es una niña, puede que esté muy contenta con la persona que es y no quiera cambiar.
Si este es el caso, hay poco que puedas hacer al respecto. Piensa en ti mismo y sigue tu camino. Serás mucho más feliz.
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