El aromanticismo es la falta de atracción romántica por la otra persona, por lo que en la intimidad del amor, las emociones son casi inexistentes. Si crees que las relaciones son una pérdida de tiempo o si no sientes la necesidad de tener una relación, puede que seas aromático. Las personas aromáticas no sienten amor, rehúyen el compromiso emocional y nunca se han enamorado.
El amor a primera vista, las mariposas en el estómago, las mejillas rojas o el corazón acelerado no son fenómenos conocidos para las personas aromáticas. Pueden sentirse atraídos sexualmente por alguien, pero nunca tendrán sentimientos de amor por esa persona.
Al contrario de lo que se piensa, las personas aromáticas no carecen de empatía. Sienten todas las emociones excepto las relacionadas con el amor. De hecho, muchas de estas personas tienen relaciones. En su caso, se trata más de una relación amistosa y sexual que amorosa, pero eso no impide que sean felices.
Ser aromático es…
Para saber si es usted aromático, consulte los siguientes criterios. Si las situaciones que se describen a continuación le recuerdan a algo, probablemente sea usted una de las personas aromáticas que no sienten la necesidad de sentir el sentimiento del amor.
1. No sabes lo que es estar enamorado.
Nunca te has enamorado. No conoces la emoción de conocer a alguien por primera vez o de tener una cita. Nunca te han sudado las manos antes de una cita y nunca has tenido miedo de no caer bien. Además, para ti, las relaciones “románticas” no son más que un escape de la soledad.
2. No sueñas con una vida en común.
Para ti, la vida en pareja no es una inspiración ni una aspiración. De niño, no soñabas con encontrar a tu alma gemela para vivir una vida amorosa feliz y plena. Los compromisos, los sacrificios y los esfuerzos son motivos para que rehúyas las relaciones.
3. Las muestras de afecto en público le incomodan.
Mientras que a las parejas enamoradas les cuesta mantener las manos quietas, incluso en público, para ti estas declaraciones públicas de amor son más bien una vergüenza. Está claro que te incomodan. Además, cuando tu pareja te coge de la mano en público o intenta besarte, giras la cabeza hacia otro lado y finges no ver sus desesperadas súplicas.
4. A menudo se le dice que carece de empatía.
Como no te pasas la vida persiguiendo el amor, a menudo te llaman corazón de piedra. Como si la relación fuera el objetivo final y cualquiera que no se esfuerce por ello fuera un bicho raro. Te dicen que te falta empatía porque a veces te cuesta entender las historias de amor de tus seres queridos. Sin embargo, ser aromático y ser empático no es lo mismo.
5. ¡Viva el celibato!
Te sientes tan feliz soltero como en una relación. Tu felicidad no depende de tu pareja ni de su aprobación. De hecho, prefiere las relaciones amistosas en las que la intimidad se reduce al mínimo estricto.
El aromanticismo no tiene ninguna repercusión en la vida sexual de las personas, ya que no se trata realmente de una orientación sexual, sino de una orientación romántica. Así que las personas aromáticas pueden tener muchas parejas sin sentir nada por ellas.
Las personas románticas pueden querer una relación estable para tener hijos, experimentar placer, tener apoyo o demostrar su afecto. Aunque no amen a su pareja en el verdadero sentido de la palabra, siguen sintiendo amistad y afecto por ella.
¿Aromántico, asexual o ambos?
Aunque mucha gente confunde ser aromático con ser asexual, estos dos términos no significan lo mismo. Como los propios nombres indican, ser aromático significa no sentir atracción romántica mientras que ser asexual significa no sentir atracción sexual (!)
Algunas personas se identifican como ambos, pero esto no es una prerrogativa. Por tanto, las personas aromáticas no buscan una relación romántica seria: no quieren comprometerse. Esto no afecta a la atracción sexual ni a la necesidad de contacto físico que puedan sentir.
Las personas asexuales no necesitan tener sexo, pero eso no significa que no tengan experiencia sexual. Pueden tener relaciones sexuales sin sentir atracción sexual por su pareja. No tienen deseos sexuales, pero pueden mantener relaciones sexuales y enamorarse.
En términos sencillos, las personas aromáticas pueden sentirse atraídas por alguien y sentir deseo sexual, pero no desean comprometerse seriamente con ese individuo. Los asexuales pueden enamorarse y tener relaciones serias aunque no sientan ningún deseo sexual por ese individuo. Por último, las personas aromáticas y asexuales no sienten atracción romántica ni sexual, pero pueden mantener relaciones estables.
Las personas que se definen como ambas cosas suelen experimentar lo siguiente:
1. Les cuesta entender el concepto de amor
Pueden leer largamente la definición de amor, pero no les explicará realmente lo que es. Para ellos es un concepto abstracto que no tiene sentido y nadie puede demostrarlo.
2. No saben lo que es la lujuria.
El deseo sexual, las reacciones físicas o perder los nervios con una persona atractiva no son experiencias conocidas para las personas aromáticas y asexuales. La pasión y la necesidad de contacto físico les son ajenas.
3. No pueden entender a los demás cuando hablan de la atracción sexual o romántica que sienten por una persona concreta.
Cuando están sentados con sus amigos y uno de ellos habla de sentirse atraído por alguien o de querer iniciar una relación con alguien, las personas aromáticas y asexuales no pueden entender las razones de ello. Nunca han sentido nada parecido y, por lo tanto, las explicaciones dadas no significan nada para ellos.
4. La idea de tener una relación o de tenerla les repugna.
Es casi una reacción física. La mera idea de intimar con alguien o de compartir su vida con alguien es una pesadilla para ellos. Claro, tener una aventura, pasar una noche con alguien o tener una amistad con beneficios es posible, pero nada más.
5. Sienten que sólo quieren tener una relación o sexo porque eso es lo que dicta la norma de la sociedad.
La sociedad moderna nos moldea para que tengamos que estar en una relación. Parecemos completamente extraños si no soñamos con enamorarnos y encontrar nuestra alma gemela. Por eso las personas aromáticas y asexuales suelen pretender ser felices en una relación. Tienen miedo de ser estigmatizados. Sin embargo, son muy conscientes de que su desarrollo personal no depende de sus supuestas relaciones románticas o sexuales.