¿Estás cansado? ¡Estoy agotado! Y la razón es sencilla: paso demasiado tiempo cuidando de los demás y no lo suficiente de mí mismo.
Imagino que esta situación le resulta familiar. Como mujer, pasamos la mayor parte de nuestro tiempo libre cuidando de nuestra pareja, nuestros hijos y nuestra casa.
¿Y qué hacemos el resto del tiempo? El resto del tiempo trabajamos. Al final, nunca tienes un minuto para ti. Y es cuando llegamos al punto de agotamiento cuando tenemos que enfrentarnos a los hechos. Es hora de volver a centrarse en uno mismo.
Si lo pensamos bien, la carga mental de las mujeres supera con creces la de los hombres. Así que no intento hacer generalizaciones ni decir que los hombres no trabajan tanto como nosotras, pero…
Pero está claro que las mujeres son los pilares de sus familias. Por supuesto, los hombres también se cansan. Están bajo presión igual que nosotros, por lo que se estresan igual.
Sin embargo, si somos sinceros, no podemos decir que haya igualdad en la carga mental. A veces, centrarse en uno mismo es la mejor manera de lidiar con todo el estrés que trae la vida.
Una carga mental opresiva
No se puede negar que una mujer está constantemente pensando en todo para asegurar la buena marcha de su pareja y su familia. Esto en sí mismo es una carga impresionante.
Pero cuando también estás trabajando, la presión se vuelve insoportable. Centrarse en uno mismo ya no es una cuestión de bienestar, sino de supervivencia.
Dediquemos dos minutos a analizar todo lo que recae sobre los hombros de una mujer:
1. Trabajo
Por muy cualificado que estés, por mucha experiencia que tengas, siempre serás considerado un empleado de segunda clase. Un hombre con el mismo talento que tú siempre ganará más respeto y dinero que tú.
¿Por qué? Simplemente porque una mujer da a luz. Así que, lógicamente, tiene que tomarse un tiempo para recuperarse, descansar y conocer a su bebé.
Este simple hecho es un gran defecto a los ojos de los empresarios. Así que tiene que luchar más, trabajar más y defender su trozo de pan para conseguir unos privilegios que todavía no se corresponden con los de los hombres.
Volver a centrarte en ti mismo es entonces la única manera de recordar todas las cualidades que tienes. Eres lo suficientemente bueno, sólo tienes que ser consciente de ello.
2. La pareja
De nuevo, no se trata de hacer generalizaciones, pero pongamos los puntos sobre las íes: las mujeres se implican mucho más que los hombres en sus relaciones.
Hacen compromisos y sacrificios que su pareja no podría ni imaginar. Sí, dejamos de lado nuestras ambiciones, sueños y deseos para complacer a la otra persona.
Y ya veo lo que vas a decir: ¡no siempre es así! Por supuesto, no siempre es así. Pero es el caso de la mayoría de las parejas.
¿Has oído alguna vez a un hombre decir que se ha mudado porque su novia ha conseguido un ascenso? ¿O un hombre que habla de cómo rechazó un trabajo porque le alejaba demasiado de su pareja?
Aprender a centrarse en uno mismo es muy importante para la pareja. Asegura su supervivencia, pero también su bienestar.
3. Los niños
Este es quizás el punto en el que las mujeres hacen más sacrificios. En cuanto terminan el trabajo, corren a recoger a sus hijos al colegio o a la guardería.
Y comienza su segundo día de trabajo: cocinar, jugar, lavar, leer un cuento, acostarlos, etc. Es un círculo interminable que se repite cada día. Es un círculo interminable que se repite cada día.
A menudo escucho que cuando te conviertes en madre, tienes que dar prioridad a tus hijos. En principio, estoy de acuerdo. Al fin y al cabo, los niños no pidieron nacer, nosotros elegimos tenerlos.
Así que debemos hacer todo lo posible para cuidar de ellos y darles la mejor vida posible. Pero eso no significa que debamos olvidarnos de nosotros mismos en el proceso. La reorientación es importante.
Nuestro bienestar es igual de importante. Al fin y al cabo, una madre feliz crea un entorno saludable en su hogar. Una madre infeliz muestra un comportamiento tóxico con sus hijos.
Centrarnos en nosotros mismos es tan importante para nosotros como para nuestros hijos. Piénsalo.
4. El hogar
Finalmente, el último punto: las tareas domésticas. ¡Oh, Dios mío! Nunca se detiene. Una vez que has trabajado todo el día, has atendido a tu pareja y a tus hijos, todavía tienes que limpiar.
Pues sí, no se puede dejar la casa desordenada porque si no al día siguiente va a ser aún más difícil tenerlo todo hecho.
Aplaudo a todos los hombres que participan en las tareas domésticas con sus esposas. Aunque, honestamente, esto debería ser completamente normal.
Por desgracia, no todo el mundo lo hace. Esta carga recae principalmente sobre los hombros de la mujer. Así que el poco tiempo “libre” que tiene lo dedica a limpiar, lavar y ordenar.
¡Y eso no es justo! Este tiempo debe ser utilizado para cuidar de su bienestar. Volver a centrarse en uno mismo y en sus necesidades es crucial para su equilibrio mental.
De lo contrario, ¡estás destinado a quemarte!
Métodos probados y aprobados para volver a centrarse en uno mismo
Se dice que cuando nos falta enfoque o metas, es porque estamos en una fase de transición de nuestras vidas. Esto en sí mismo no es malo.
¡Hemos llegado al muro! Tenemos que cambiar algo para dejar de estar desgarrados por todas las obligaciones que nos esperan.
Sí, estamos perdidos y tenemos que volver a aprender quiénes somos realmente. ¿Qué necesitamos realmente para ser felices?
Recuerda que cuando te sientes perdido, estás en medio de una historia: la historia de tu vida. Considera que es tu propósito y privilegio completar la historia de la manera que elijas.
Habrá sorpresas, positivas y negativas, pero puedes controlar cómo decides avanzar y en qué te centras.
A veces, ese solo pensamiento es suficiente consuelo para atravesar la oscuridad.
Persiste y encontrarás el camino. Tu bienestar es primordial, así que reenfocarte no es una opción, es casi una obligación.
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1. Para volver a centrarte, primero debes comprender todo lo que tienes a tu disposición
¿Qué puedes hacer cuando sientes que has perdido la concentración o cuando no sabes a qué atenerte? Una cosa que puedes hacer es estimular tu pensamiento.
El cerebro produce dos tipos de pensamientos: divergentes y convergentes. Para aprender a reencontrarte, tienes que utilizar tus habilidades al máximo.
Para estimular el pensamiento divergente, primero hay que dejar de pensar en lo siguiente. ¿Qué tengo que hacer hoy? ¿Qué tareas me quedan por hacer?
En su lugar, intenta dejar volar tu imaginación y creatividad. En su lugar, piense en términos de: ¿cuáles son mis opciones? Sólo entonces será posible la reorientación.
Coge un bolígrafo y un papel y anota todo lo que se te ocurra. Aunque estas ideas parezcan una locura en ese momento, no te limites. Deja que tu mente viaje a lo imposible.
Una vez que haya terminado este paso, pasará al pensamiento divergente. Aquí utilizarás tu mente analítica y crítica. ¿Cuál de las opciones que has anotado es la mejor?
Como has utilizado tu mente creativa para imaginar todas las opciones, podrás evaluarlas por igual. Así comprenderá cuál es el mejor paso que debe dar.
Este proceso es esencial cuando se trata de aprender a reenfocar, así que no te apresures.
2. Tómese su tiempo para aprender
Anotar todas las opciones posibles te llevará a una duda o a un muro si quieres. Se dará cuenta de que ha escrito escenarios que no son factibles en este momento.
¿Por qué no? Simplemente porque no tiene suficientes conocimientos o habilidades en el campo en cuestión. Pero si esta es la mejor opción para usted, no debe dejar que este pequeño obstáculo arruine sus posibilidades de felicidad y bienestar.
Cuando uno quiere volver a centrarse en sí mismo, tiene que ser honesto consigo mismo. ¿Qué necesitas aprender para evolucionar y crear una vida más saludable para ti?
Así que si te encuentras en un aprieto emocional, necesitas estimular tu creatividad. Y para ello, hay que aprender.
Así que tome cursos en línea, lea libros, vea documentales, etc. En resumen, organice su vida en torno al aprendizaje que debe realizar. Esto le dará una sensación de logro.
3. Manténgase fuerte a pesar de las probabilidades
Por supuesto, no todo saldrá como quieres. Habrá golpes bajos, obstáculos e incluso personas que intentarán bloquear tu camino.
Pero no te rindas. Mantente fuerte a pesar de todo. Confía en tus capacidades y en tu voluntad. Al fin y al cabo, reenfocar no es sólo un pasatiempo, es una experiencia que cambia la vida.
Persiste, incluso cuando todos los que te rodean intentan desanimarte. Puede que tu aprendizaje dure 3 meses, puede que dure 2 años. No puedes controlar el paso del tiempo.
Sólo puedes controlar la implicación, el enfoque y la voluntad que inviertes en este proceso.
4. Haga de su salud física y mental una prioridad
Cuando vives a 100 km/h, necesitas descansar. El camino para volver a centrarse será largo, pero la recompensa también será grande.
Por eso es importante no quemarse demasiado rápido. Haz pausas, baja el ritmo cuando las cosas se pongan demasiado intensas.
Tienes que saber cómo priorizar tu vida para poder centrarte en lo que importa, incluidas actividades vitales como el cuidado de tu salud.
Cuídate durmiendo lo suficiente, comiendo alimentos nutritivos y realizando actividades relajantes para que tengas la fuerza y la energía necesarias para afrontar la transición.
5. Atrévete
Si te quedas en tu zona de confort y no te arriesgas, no avanzarás. Sentirse seguro es muy importante para su bienestar.
Pero es imposible hacer los cambios necesarios para tu felicidad si no te atreves. De hecho, debes tener el valor de perseguir tus sueños.
Volver a centrarte en ti mismo no es algo que puedas hacer desplomado en tu sofá, enumerando nuevas publicaciones en las redes sociales.
Hay que salir a la calle, coger el mundo por los cuernos y actuar. Piensa en tu objetivo final y aliméntate de esa energía para tener las agallas de seguir adelante.
6. Aprende a escuchar tu lado creativo
Las actividades creativas ayudan a mantener el cerebro agudo y le dan la oportunidad de expresar emociones difíciles de forma productiva. También le ayudarán a desarrollar su pensamiento divergente.
Tanto si te gusta dibujar, escribir en un diario o tomar clases de baile, es importante volver a centrarte en ti mismo canalizando tus emociones e ideas a través de medios creativos.
Aparte de su valor, es su lado creativo el que tendrá más trabajo durante esta fase de transición. Así que no lo opriman.
7. Para volver a centrarte en ti mismo, debes aprender a aprovechar cada oportunidad para ser feliz
¿Cuándo tienes más energía? ¿Es por la mañana o por la tarde? ¿Es usted el tipo de persona que es más productiva a primera hora de la mañana o a última de la noche?
Cada uno de nosotros es diferente. Así que tienes que averiguar qué momento del día es el mejor para ti, cuando puedes estar más concentrado.
Al fin y al cabo, es durante este tiempo cuando estarás de mejor humor. Fuera de este tiempo, sus niveles de energía bajarán considerablemente.
Una vez que hayas descubierto el momento adecuado, aprovéchalo al máximo. Trabajar en nuevos objetivos y tomar decisiones sobre cómo reenfocarse será mucho más productivo.
8. Si necesitas apoyo, no dudes en pedirlo
A veces te encontrarás en un callejón sin salida del que será imposible salir sin ayuda externa. Y en eso consiste el reenfoque: en aceptar que no eres Dios Todopoderoso.
Si sientes que te estás estancando o estás completamente perdido, puedes pedirle ayuda a un amigo. Háblales de tus angustias y de la situación inmutable en la que pareces estar.
Y si esta persona no parece poder ayudarte, pasa al siguiente paso: busca ayuda de un terapeuta. No hay que avergonzarse de necesitar una guía objetiva para volver a centrarse en uno mismo.
9. Respira profundamente
La mitad del día es el momento perfecto para parar, respirar profundamente y escuchar tu voz interior. ¿Qué mensaje está tratando de enviarle?
Escucha a tus tres cerebros: la cabeza, el corazón y las tripas. Sé tu propio gurú para encontrar tu verdad y vivirla. Volver a centrarse en uno mismo significa aprender a escuchar sus instintos.
Las opiniones y consejos de otras personas son muy importantes, por supuesto, pero eres tú quien debe tomar las decisiones finales que mejoren tu vida.
10. Acepta el hecho de que a veces te encontrarás en un estado de incertidumbre
No es necesario saberlo todo en ese momento. Cuando sientas que la vida no está clara, date la oportunidad de descubrir.
La obligación de saberlo todo te mantendrá en un estado de estancamiento. Abre tu corazón y tu mente para explorar nuevas vías, crecer y experimentar. Esto le permitirá pasar con éxito al siguiente capítulo.
Para volver a centrarte, tienes que aceptar que no lo sabes todo y que no vas a encontrar soluciones milagrosas a todos tus problemas.
Por un breve momento, olvida que eres una compañera, una madre y una mujer trabajadora. Tómate el tiempo de pensar en ti mismo como un simple ser humano.
Alguien con sueños y metas. Eres un individuo y tienes derecho a ser feliz. Centrarse en uno mismo no significa abandonar a los seres queridos o ser egoísta.
Es una necesidad humana que satisface tus deseos más profundos de sentirte conectado a ti mismo. Volver a centrarte en ti mismo es aceptar por fin que tienes derecho a pensar en ti.