Skip to Content

Apego ansioso: síntomas y consecuencias de este trastorno

Apego ansioso: síntomas y consecuencias de este trastorno

¿Presenta síntomas de apego ansioso?

¿O lo sufre su hijo?

Padres e hijos están unidos por un vínculo especial.

Este vínculo se desarrolla en un entorno emocional sano y se llama apego.

Los niños necesitan sentirse bien, queridos y seguros, y se supone que los padres deben proporcionárselo.

En una relación parental sana, los padres son figuras de apego seguras, amables y tolerantes.

Por desgracia, determinadas circunstancias pueden provocar trastornos del apego.

En estos casos, los padres representan una amenaza para el niño.

Según la teoría del apego de John Bowlby, un niño que busca la cercanía de sus padres y se siente protegido ha desarrollado un apego sano.

Por eso, cuando está enfermo, busca a su madre para que le abrace.

O cuando se cae, busca a su padre para que le anime.

La realidad es la siguiente: sea cual sea la situación o la edad de una persona, todo el mundo necesita un apego sano.

Lo que ocurre es que, con el paso del tiempo y el desarrollo de los acontecimientos, el tipo de apego cambia y las necesidades también.

Nuestra necesidad de conexión emocional va de la mano de la necesidad de ser escuchados, comprendidos y apoyados.

Esta necesidad suele dirigirse hacia los padres o parientes cercanos.

¿Cómo puede describirse el trastorno de apego?

Las primeras experiencias de nuestra vida, es decir, nuestras relaciones con los miembros de nuestra familia, son las piedras angulares de nuestro comportamiento relacional.

Y uno de los componentes de este comportamiento es el apego.

En algunos casos, estas relaciones pueden dar lugar a trastornos.

Por ejemplo, puede tratarse de ansiedad de relación o de miedo al apego.

Al fin y al cabo, mamá y papá son los primeros contactos y los primeros héroes.

Por eso, si no cumplen bien su papel, se desarrolla un apego ansioso.

Está claro que todo lo que vivimos de niños forma nuestro carácter de adultos.

Forma nuestra manera de ver las relaciones.

Al menos, eso es lo que revela la teoría del apego del psiquiatra infantil inglés John Bowlby.

Según esta teoría, cuando los niños están demasiado apegados a sus padres, se crea el hiperapego humano.

Así, para sobrevivir, los niños desarrollan distintas estrategias relacionales y manipulativas.

Por un lado, tenemos el apego seguro: los padres responden rápida y adecuadamente a las distintas necesidades de sus hijos.

Por ejemplo, si un niño está estresado, uno de sus padres hablará tranquilamente con él, le consolará y le ayudará a calmarse.

En cambio, el apego ansioso se produce cuando los padres son incapaces de satisfacer las necesidades del niño.

Esto puede deberse a que los padres son demasiado flexibles, es decir, no están ahí para el niño.

O porque están demasiado ausentes, ofreciendo una educación laxa.

Impedir el desarrollo autónomo del niño crea un apego ansioso.

Por supuesto, perder a los padres también puede ser un trauma que defina el ciclo del trastorno del apego en adultos.

¿Qué crea el trastorno de apego?

La base de cualquier trastorno del apego es un choque emocional o traumático.

Esto puede implicar una serie de cosas:

  • maltrato
  • negligencia
  • maltrato
  • ausencia
  • sobreprotección
  • necesidades primarias insatisfechas
  • duelo
  • rupturas
  • enfermedad mental

Los padres que sufren enfermedades mentales, adicciones o traumas no siempre son capaces de cuidar de sus hijos.

Si nunca han trabajado su propia ansiedad o trastorno relacional, no pueden llegar a sus hijos.

De ahí el desarrollo del trastorno del apego.

Este hiperapego humano desarrollado en la infancia se convierte en un trastorno de la personalidad en la edad adulta.

La ansiedad de relación da lugar a trastornos narcisistas, fronterizos o disociativos.

Es importante saber que los primeros síntomas del trastorno del apego aparecen en los primeros cinco años de vida y pueden diagnosticarse hasta los quince años.

Otros trastornos de la personalidad, en cambio, pueden diagnosticarse a los dieciséis años.

Para ello, el médico hace un historial completo de los antecedentes familiares, las enfermedades mentales y el comportamiento dentro de la familia.

Apego ansioso: ¿cómo reconocerlo?

El apego ansioso es una forma de apego inseguro.

Como puede ver, estos dos términos son casi sinónimos.

Las siguientes creencias son signos típicos de un estilo de apego ansioso:

  • “No puedo confiar en los demás”.
  • ” Tengo que mantener el control
  • “Siempre puedo estar decepcionado”

El tipo de relación que teme el compromiso suele experimentar ambivalencia entre cercanía y autonomía.

Éste es un síntoma típico del miedo al apego y del miedo al compromiso.

Por consiguiente, tanto el miedo a la pérdida como el miedo al apego forman parte del estilo de apego ansioso y pueden entenderse como las dos caras de una misma moneda.

Causas del estilo de apego ansioso

En una entrevista con expertos, la reputada psicóloga Stefanie Stahl describe los orígenes de un tipo de apego ansioso:

El tipo de apego proviene de nuestra infancia y tiene mucho que ver con cómo nos trataron nuestros padres.

Las primeras experiencias negativas de apego en la infancia pueden configurar un estilo de apego ansioso de por vida.

Los siguientes estilos o situaciones de crianza pueden conducir a una relación de compromiso-miedo:

  • Falta de empatía por parte de los padres

Si los cuidadores más cercanos al niño no reflejan sus emociones, los hijos adultos se sienten muy inseguros a la hora de expresar sus sentimientos.

  • Falta de coherencia

Cuando la madre o el padre oscilan entre el afecto cariñoso y el desprecio, en la edad adulta es más probable que el niño se muestre ansioso y escéptico respecto a la satisfacción de las necesidades en las relaciones interpersonales.

  • Estilos parentales extremos

Los llamados “padres helicóptero” controlan excesivamente a sus hijos y no les permiten desarrollar una autonomía adecuada a su edad.

Lo contrario es el estilo de crianza “laissez-faire”: los padres muestran poca o ninguna preocupación por sus hijos.

Ambos estilos de crianza extremos fomentan un estilo de apego ansioso.

  • Trauma

Los acontecimientos estresantes, como la muerte prematura de uno de los padres, también pueden promover el desarrollo de un estilo de apego ansioso como un trauma.

Estas experiencias relacionales se consideran factores de riesgo para el desarrollo de un estilo de apego ansioso.

En función de sus antecedentes biográficos, llevan a las personas a ser “desencadenadas” más rápidamente por su pareja y, por tanto, a experimentar más estrés en las relaciones.

Aunque los problemas de apego ansioso se desarrollan en los primeros años de vida, es posible que los síntomas del estilo de apego ansioso no se resuelvan hasta mucho más tarde.

Estilo de apego ansioso en adultos

Los adultos con estados de apego ansioso muestran los siguientes signos:

  • Las personas con un estilo de apego ansioso son inseguras en sus relaciones.
  • Siempre sufren el miedo a ser abandonadas por sus parejas.
  • Esta inseguridad en las relaciones suele estar alimentada por el miedo al rechazo.
  • También tienen problemas de confianza.
  • Las personas con ansiedad de apego suelen tener baja autoestima.
  • Siempre anhelan intimidad y cercanía en una relación.
  • Al depender de su relación, a menudo necesitan seguridad.
  • Son muy sensibles al comportamiento y el estado de ánimo de su pareja.
  • Estas personas son emocionalmente inestables, malhumoradas, impulsivas e impredecibles.

Estilo de apego ansioso en los niños

Los niños con estados de apego ansioso muestran los siguientes signos:

  • Son difíciles de consolar cuando lloran.
  • Se alteran visiblemente cuando se separan de su cuidador.
  • Se aferran a las personas con las que establecen vínculos afectivos.
  • Estos niños exploran menos y no interactúan con extraños.
  • No pueden procesar los sentimientos negativos.
  • Se vuelven agresivos con sus compañeros.
  • Están constantemente estresados.

¿Cuáles son las consecuencias del apego ansioso?

Según un estudio, las personas con apego ansioso tienen más riesgo de desarrollar ansiedad.

Las investigaciones sugieren que la negligencia emocional en la infancia y las experiencias negativas en la niñez están asociadas con la ansiedad y la depresión en la edad adulta.

Las personas que no han experimentado la cercanía y una relación sana con su cuidador principal aspiran a una conexión profunda con su pareja romántica.

Por desgracia, su infancia problemática les ha inculcado falta de confianza, baja autoestima y otras inseguridades.

Como resultado, les cuesta confiar en su pareja y siempre están buscando validación.

Las personas con un estilo de apego ansioso también tienden a sentirse abrumadas cuando perciben una amenaza para su relación.

Por ejemplo, cuando su pareja sale con amigos o llega tarde a casa, se sienten amenazados y necesitan mucha seguridad emocional.

Las personas con apego ansioso tienen que ser claras sobre sus inseguridades con sus parejas y no reaccionar a ellas impulsivamente.

También ayuda que una persona con problemas de apego elija una pareja que sea emocionalmente segura y esté dispuesta a trabajar con ella en su estilo de apego ansioso.

Apego ansioso: ¿qué significa para las relaciones adultas?

El tipo de apego ansioso se caracteriza por una dependencia excesiva de la pareja.

La ausencia de pareja se percibe como algo extremadamente estresante.

Por eso, una persona con esta forma de ansiedad desarrolla un apego hiperhumano.

Temen constantemente ser abandonados y se pierden de vista a sí mismos en la relación.

Tienen dificultades para establecer la confianza, que a su vez es un síntoma típico del miedo a la pérdida.

En la fase de aprendizaje de la otra persona, el miedo a la pérdida suele manifestarse en celos infundados o sobreprotección.

Los psicólogos también han descubierto que los tipos de apego inseguro (incluida la ansiedad de relación) son menos abiertos en la comunicación con su pareja.

En comparación con los tipos de apego seguro, rara vez comunican lo importante que es la relación para ellos, por miedo al rechazo.

El miedo al rechazo suele conducir a esfuerzos extremos de autonomía.

Es fácil reconocer un patrón de comportamiento típico de alguien que teme verse envuelto en un conflicto de pareja: la pareja busca la distancia, evita el conflicto y se retrae.

Este comportamiento puede crear tensiones adicionales, ya que no hay salida para comunicar emociones como la decepción o la ira.

Es muy probable que los conflictos no resueltos resurjan en el futuro y lleven incluso al final de la relación.

La forma en que termina una relación también dice mucho sobre el tipo de apego.

Según los estudios, las personas que tienen miedo al apego tienden a utilizar estrategias de separación que hacen más probable el reencuentro.

Por ejemplo:

  • Se culpan a sí mismos del final de la relación.
  • Tienden a utilizar estrategias de comunicación indirecta, como el ghosting, para separarse.

Ambos comportamientos son causas muy típicas de las relaciones on-off; se desarrolla un ciclo de separación y reunificación.

¿Es posible tener relaciones con un apego ansioso?

La buena noticia es que incluso las personas con un estilo de apego ansioso pueden trabajar activamente para tener una relación de pareja feliz y duradera.

Averigua cómo funciona esto en la siguiente sección.

1. Llevar un diario

El autoconocimiento es el primer paso hacia la mejora: tómate tiempo para reflexionar sobre tus sentimientos y tu comportamiento en la relación.

Llevar un diario es una buena manera de hacerlo.

Crea tu propio diario.

Es importante que dediques tiempo a escribir con regularidad, documentando los sentimientos y registrando los cambios.

De este modo, podrás observar tu evolución a lo largo del tiempo y tener siempre una pista sobre tu mundo emocional.

Sólo cuando sepas lo que quieres cambiar podrás trabajar activamente en ello o hablarlo de forma constructiva con tu pareja.

2. Busca la cercanía física y emocional

Una de las principales características del comportamiento de apego seguro es buscar la cercanía física y emocional con tu pareja en momentos de estrés.

Así que, para superar tu estilo de apego inseguro, puedes intentar acercarte a tu pareja en situaciones difíciles.

3. Crea tu propio refugio seguro

Si te sientes seguro y apoyado en presencia de la otra persona la mayor parte del tiempo, has superado tu miedo a la pérdida o al compromiso.

Pero, ¿cómo?

Empieza por ti mismo: ¿puedes ser el refugio de tu pareja?

Según estudios psicológicos, las siguientes valiosas estrategias ayudan a cultivar este espacio seguro en tu relación:

  • Sé consciente de cuándo tu pareja busca apoyo.
  • Intenta comprender los sentimientos de la otra persona.
  • Tranquilice a la otra persona y encuentre palabras tranquilizadoras cuando las necesite.
  • Al mismo tiempo, respeta la autonomía y libertad de elección de tu pareja.
  • En general, concéntrate en reforzar tu empatía.

Así es como consigues ser una roca segura en tu relación y superar la inseguridad.

4. Refuerza el “yo

Una estrategia prometedora para superar tus inseguridades sobre el apego es reforzar tu autoestima.

Para aumentar tu autoestima, necesitas :

  • Reconocer sus puntos fuertes
  • Visualizar sus objetivos
  • Establecer límites saludables en la relación de pareja
  • Aprender a decir “no

Al descubrir más sobre ti mismo, te resultará más fácil mantener la paz interior y la serenidad en tu relación.

Tu estado emocional será más estable.

Esto te ayudará a no cuestionar inmediatamente tu relación al menor “shock” emocional.

Cuando encuentras más seguridad en ti mismo, esto se traslada automáticamente a tu comportamiento en las relaciones.

5. Ir a terapia

Para reconocer sus patrones de relación, a menudo necesita una visión “externa” neutral y una mano amiga.

Un coach profesional y ejercicios específicos y estructurados en casa pueden ayudarte a disolver tus creencias negativas.

Pedir ayuda no es un signo de debilidad.

¿Son compatibles todos los estilos de apego?

Hagamos un resumen rápido de lo que significa el tipo de apego para las relaciones románticas:

  • El estilo de apego influye en sentimientos como los celos.
  • Podría ser que, por ejemplo, las personas muy apegadas elijan teóricamente modelos amorosos alternativos porque sienten menos miedo.
  • En el caso de un estilo de apego ansioso o inseguro, la imagen de sí mismo o de los demás es (aparentemente) bastante negativa. En teoría, esto podría complicar las necesidades de relaciones abiertas/libres, como el poliamor o la asexualidad.
  • Las personas con vínculos inseguros tienen las mismas probabilidades de sentirse a gusto en modelos alternativos, ya que éstos pueden reducir la ansiedad.
  • Apego seguro = imagen positiva de sí mismo y de los demás
  • El estilo de apego influye en la sexualidad (el sexo como barómetro de la seguridad de la relación, el sexo como impertinencia, etc.).
  • El estilo de apego es cambiante, ¡incluso en la edad adulta!

No todos los estilos de apego son compatibles.

O al menos no deberían.

De hecho, si tu estilo de apego es ansioso o inseguro, emparejarte con alguien que tenga el mismo tipo de apego provocará muchos conflictos.

Esto dará lugar a abusos, manipulación y muchas discusiones.

Ninguno de los dos querrá admitir que el problema es suyo y trabajar en sus conflictos internos.

En cambio, si tienes un apego ansioso (o inseguro), puedes tener una relación con alguien que tenga un apego seguro.

Este tipo de persona está dispuesta a comprometerse y a trabajar para mejorar su relación.

¿Cómo encuentras tu estilo de apego?

Hay muchos tests en línea que pueden ayudarte a determinar tu estilo de apego.

Pero también puedes hacerlo de forma sencilla.

Lo único que tienes que hacer es analizar tus relaciones anteriores.

¿Hubo algún problema que surgiera con frecuencia?

¿Tus ex siempre te criticaban de la misma manera?

¿Tenías problemas de celos?

¿Permitías que tus ex salieran sin ti?

Analiza tu historia amorosa y sé sincero.

Podrás reconocer fácilmente un estilo de apego ansioso o inseguro en general.

Conclusión

El vínculo entre trauma y apego se observa en los bebés que se dejan solos, a través de hospitalizaciones -que pueden ser importantes-, pero que siempre son horribles para el niño.

El trauma del desarrollo también se produce por la falta de reflejo y de juego con el niño.

Las causas son variadas.

El efecto del trauma y la falta de apego suele manifestarse más adelante en la vida en forma de falta de alegría, baja resistencia al estrés y dificultades en las relaciones románticas.

No es infrecuente que se desarrollen traumas que pueden provocar repetidamente trastornos del apego en las relaciones a lo largo de la vida.

El apego ansioso es una subforma del apego inseguro.

Se deriva de una educación incoherente y de una falta de empatía por parte de los padres.

Para los adultos con un estilo de apego ansioso, la pareja suele ser la mitad completa o mejor.

Una vida sin pareja (estar solo en general) desencadena una fuerte ansiedad en la mente.

Las personas con este estilo de apego suelen tener una imagen negativa de sí mismas y una baja autoestima.

Ven a los demás como inflados y, en general, más positivos que ellos mismos.

De hecho, viven principalmente según el patrón de creencias “Estoy bien. No estoy bien.

Ansían el reconocimiento, el apoyo y la atención de su pareja y de aquellos que podrían/deberían ser su pareja.

La terapia conductual puede ayudarte a curar tu herida emocional.

Pero también hay cambios que puedes hacer en tu vida para acabar con la ansiedad de relación y el miedo al apego.

 

 

Apego evitativo: síntomas y consecuencias de este trastorno
← Previous
Apego inseguro: síntomas y consecuencias de este trastorno
Next →
Comments are closed.