¿Por qué es importante hacer una limpieza kármica?
“Karma” es una palabra sánscrita cuya raíz es la sílaba “kri”, que significa “acción”. El karma se refiere al principio de causa y efecto o a la influencia de ciertas acciones en los acontecimientos futuros.
Pero aunque el término es de origen sánscrito, la ley kármica no es un descubrimiento enteramente indio, ya que se encuentra con diferentes nombres en la mayoría de los libros sagrados del mundo.
De ahí el conocido dicho “lo que se siembra es lo que se cosecha”. De ahí también la importancia de la curación kármica. En efecto, la limpieza kármica te permite limpiar tu memoria kármica.
Además de su significado básico, hay muchas interpretaciones y clasificaciones del principio kármico en la literatura y en Internet.
Por ejemplo, está el karma de un individuo, de una familia, de un determinado grupo o comunidad, de una ciudad, de un territorio, de un país, de un continente o de todo el planeta.
También hay karma activo y karma invisible, el karma que podemos cambiar y el karma que no podemos.
La limpieza kármica está vinculada a las vidas pasadas
El término “karma” está estrechamente relacionado con el de “reencarnación”, según el cual los humanos existen no sólo como seres físicos, sino también como seres espirituales, que poseen un alma que puede viajar de un cuerpo a otro.
El alma abandona el cuerpo físico en el momento de la muerte y reaparece en un nuevo feto. Se reencarna en una nueva forma física, en un nuevo lugar, a veces en un género diferente, con nuevos objetivos, nuevas características y nuevos talentos.
Durante el periodo entre encarnaciones, el alma es consciente de su existencia física anterior, así como de todas las demás vidas anteriores. Esto se llama memoria kármica.
Al hacerlo, el alma obtendrá la libertad de actualizar su potencial creativo y realizar los objetivos que le atraen en ese momento. Un plan para la vida futura es un momento crucial en el proceso de una nueva encarnación.
Sin embargo, es imposible cambiar ciertos aspectos del karma, como el cuerpo que tenemos, nuestros padres, el país en el que hemos nacido, nuestros talentos y potencialidades, nuestro temperamento y muchos otros marcos que nos vienen dados.
Representan las limitaciones kármicas que sólo podemos aceptar y vivir lo mejor posible. Tampoco es posible cambiar nuestro dharma, que es una palabra sánscrita interpretada por el hinduismo como “deber”, “obligación” o “misión de nuestra vida”.
Elegimos nuestro propio dharma porque consideramos que esta misión concreta nos aportaría plenitud y, por tanto, se convertiría en el camino de nuestra autorrealización creativa.
La buena noticia, sin embargo, es que gran parte de nuestro karma puede cambiarse. Esta parte depende de la persona, porque el karma es algo muy individual que no se puede definir con números o porcentajes.
La cantidad de karma modificable depende de nuestra voluntad de asumir la responsabilidad de nuestras vidas, así como de aceptar la disciplina de disolver tantos patrones kármicos como sea posible. Por lo tanto, la autoconciencia es esencial para la limpieza kármica.
Aquí es donde la acción de cortar los lazos kármicos se vuelve importante.
¿Cómo funciona la limpieza kármica?
Aquí, voy a darte la guía rápida y fácil de entender para hacer una limpieza kármica y limpiar el karma negativo que has acumulado en tus vidas pasadas (y en esta).
De hecho, podríamos hablar en profundidad de la limpieza kármica y de cómo cortar los lazos kármicos durante horas, sin llegar realmente al punto.
Así que te ofrezco una versión simplificada para que puedas entender cómo hacer la limpieza kármica tú mismo.
Imagina que tus karmas acumulados son como una tela de araña, en cuyo centro estás tú. Las personas y las cosas en tu vida tienen hilos que van y se unen como una tela de araña.
Parte de tu trabajo es cortar los lazos kármicos dañinos (hilos) mientras fortaleces tu conexión con los hilos buenos, los hilos poderosos y la energía de la fuente divina que está detrás de toda la red.
He aquí un proceso interno que puede ayudarte a limpiar tu red de karmas desde el interior, sin que tengas que actuar en el exterior. Sí, la limpieza kármica es más fácil de lo que crees.
Piensa en una persona que crea obstáculos en tu vida
Puede tratarse de alguien con el que actualmente se relaciona o de alguien de su pasado. Puede ser alguien con quien no hablas o alguien a quien quieres.
O ambas cosas. Saca a relucir todos los sentimientos que tienes hacia esa persona y recuerda las cosas que haya podido decir o hacer que te hayan herido o molestado.
Corta los sutiles e insanos lazos kármicos que van de ti a esta persona, usando tu mente e intención.
Según tu preferencia y las circunstancias, puedes incluso gritar, interna o externamente, “¡Corta los karmas! Toma tu energía como zarcillos que vuelven a entrar en ti.
Mejora tus karmas a través de la atención plena
Mindfulness significa estar completamente centrado en el momento presente. Hagas lo que hagas, hazlo plenamente presente, aquí y ahora.
Si estás planeando lo que vas a hacer mañana o el año que viene, también está bien. Pero haz tus planes conscientemente y en el momento presente.
Centrarse en el momento presente es una especie de estado meditativo que permite practicar la curación kármica. Las ondas y los pensamientos de tu mente se calman y crean una apertura que te permite ver más claramente en las aguas de la mente.
Con este enfoque y apertura, abres la puerta a recibir y experimentar karmas “nuevos y mejorados”.
He aquí una fórmula para atraer más karmas positivos a todas tus acciones:
- Antes de hacer algo, detente y siente las energías del momento.
- Concéntrese en el momento presente cuando se acerque al umbral para iniciar una acción.
- Invoca energías positivas en tu interior y en la acción. Puedes añadir tus propios toques a esta práctica, como decir una frase devocional o utilizar un ritual para solidificar tu intención positiva.
- Concéntrate tanto en el momento presente que tu limitado sentido de la individualidad desaparece.
Según la visión espiritual, la experiencia de uno mismo como ser limitado tiene sus raíces en el pasado y en el futuro. En el momento presente no puede haber raíces, porque el momento presente es pura libertad, pura claridad, pura luz y puro espíritu.
Estar plenamente presente permite que tus acciones fluyan desde un lugar mayor que tus niveles habituales de esfuerzo personal.
Cuando hayas completado la acción, vuelve a hacer una pausa y siéntete bien con la acción que has realizado.
La fe y la gratitud pueden bendecir tu acción incluso después de haberla completado, porque la gracia y el espíritu existen más allá del tiempo.
Una forma de mantenerse centrado en la gracia divina y en las acciones positivas es ofrecer cada acción a lo divino. Cuando entiendes que lo divino existe en todo, grande o pequeño, respetas cada momento como igualmente significativo y precioso.
Así, limpiar la casa, regar el jardín, lavar la ropa, llenar el depósito del coche y dar de comer a los niños o a las mascotas puede convertirse en un ritual tan espiritualmente poderoso como inclinarse ante un altar, encender la llama de una vela o cerrar los ojos y rezar.
La limpieza kármica ayuda a atraer vibraciones positivas
El karma no tiene límite de tiempo y no siempre es negativo. Sigue estos cinco pasos para dejar de desear mal karma a quienes te han hecho daño.
Tienes mucho poder en tu vida para crear experiencias buenas y malas. La mayoría de las personas han tomado malas decisiones a costa de los sentimientos de otra persona, de las que luego se han arrepentido.
A veces nuestras propias necesidades se interponen en lo que sabemos en nuestro corazón que es lo correcto. Y la limpieza kármica te permite poner las cosas en su sitio.
El Universo te devolverá las acciones que has realizado o los sentimientos que has provocado en otra persona. Este boomerang kármico te ayuda a comprender el impacto de tus acciones en los demás y a ser más compasivo.
Por eso es importante practicar la curación kármica.
En lugar de esperar que la persona ofendida reciba su merecido kármico, intenta cambiar tus pensamientos hacia una visión más compasiva. ¿Qué querrías que alguien deseara para ti?
1. Agradece: por cada experiencia, sea buena o mala.
2. Actúa con amor: hacia todos, sin importar lo que hayan hecho.
3. Comprueba tus motivos y asegúrate de que provienen de un lugar de amor por ti mismo y por los demás.
4. Vigila tu actitud, ya que los pensamientos negativos crean energía de ira dirigida a ti.
5. Perdonar: esto es a veces lo más difícil de hacer, pero lo más importante para crear un buen karma.
Te ocurrirán cosas sorprendentes y positivas cuando dejes de desear mal karma a las personas que te han hecho daño.
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