¿Estás en una relación real o en una destructiva?
El amor hace girar el mundo, pero ¿qué hace girar el amor? ¿Por qué algunas relaciones funcionan y otras no? Es difícil responder a estas preguntas sin caer en tópicos sentimentales que no significan casi nada ni aportan respuestas.
Puede ser complicado entender exactamente por qué algunas parejas prosperan mientras otras se autodestruyen. Todos sabemos que el amor requiere trabajo, inversión, paciencia y comunicación. No es fácil construir una relación sana, equilibrada y duradera.
Pero, cuando ambos miembros de la pareja están comprometidos y se aman, siempre encuentran la manera de superar sus problemas. ¿Por qué? Porque son sinceros, comprometidos y respetuosos con el otro. Por otro lado, si tu relación te estresa y te hace dudar de tus propias cualidades y del amor que te profesas, probablemente estés en una relación destructiva.
El amor destructivo no sólo pone en peligro tu relación. También es peligroso para tu estado de ánimo y tu salud mental. Permanecer en una relación destructiva drena toda tu energía positiva y hace aflorar todos tus miedos, debilidades y dudas. Tu autoestima también se resiente y ya no sabes quién eres.
Por eso, para ayudarte a saber si tienes una relación sana o un amor destructivo, hemos elaborado una lista de 10 señales que te ayudarán a detectar los puntos negativos de tu relación y, por tanto, la calidad de la misma.
¿Qué es el amor destructivo?
¿Tienes una relación equilibrada o te has dejado llevar por un amor destructivo? Esto es lo que intentaremos averiguar en los siguientes diez puntos. Aquí hemos enumerado las principales señales que te demostrarán que estás atrapado en una relación destructiva.
1. Aceptas tu relación como es porque otros la tienen peor que tú.
Una relación sana debe ser feliz y equilibrada. Si crees que puedes manejar esta situación, estás en un amor destructivo. El mismo hecho de que te conformes con lo que tienes delante demuestra que tu relación no es sana. Después de todo, hay relaciones peores que la tuya, ¿verdad? Por supuesto que sí. Cuando comparas tu relación con otra destructiva, puede parecer bastante buena. ¿Pero qué pasa cuando se compara con otras relaciones sanas?
2. Crees que puedes hacer que tu relación funcione con un poco más de trabajo e inversión personal.
Por supuesto, las relaciones requieren trabajo. Pero, cuando estás constantemente buscando formas de hacer que tu relación funcione y formas de arreglarla, algo está mal. Este amor destructivo que estás experimentando te está impidiendo ver la realidad de que tú eres el único que está intentando salvar tu relación.
3. Te peleas todo el tiempo.
La relación destructiva comienza con la necesidad de control de uno de los miembros de la pareja. Esto, por supuesto, provoca muchas tensiones y discusiones. ¿Por qué lo hace? Porque no sois capaces de comprometeros y os falta el respeto mutuo. Muchas personas quedan atrapadas en el amor destructivo porque cometen el error de pensar que la pasión y el amor entre ellos es tan fuerte que les lleva a estos excesos de comportamiento. Pero esto no es cierto.
4. Haces todo lo posible para evitar pasar tiempo con tu pareja.
Cuando tienes una relación sana, quieres pasar tiempo de calidad con tu pareja. Pero cuando estás en una relación amorosa destructiva, te resulta difícil entusiasmarte con la idea de ir a casa a ver a tu pareja. Si estás poniendo excusas para no estar con tu pareja y haces todo lo posible para evitarla (al menos en el plano individual), estás en una relación destructiva.
5. Tu pareja utiliza el miedo, la culpa y la manipulación para controlarte.
Una relación sana se basa en dos personas que deciden amarse, respetarse y apoyarse mutuamente. Si tu pareja intenta quitarte la posibilidad de elegir, no es porque te quiera, sino porque intenta controlarte para satisfacer sus propias necesidades. No hace falta decir que este tipo de comportamiento es típico en una pareja donde reina el amor destructivo.
6. Esperas que tu pareja cambie.
A lo largo de nuestra vida, cambiamos. El problema surge cuando te sientas a esperar que tu pareja cambie. Si no es consciente de los problemas de comportamiento que tiene y si no está dispuesto a convertirse en una mejor persona, no hay nada que puedas hacer al respecto.
7. Los celos, la inseguridad y la falta de confianza son los pilares de su relación.
Si tu pareja cuestiona todo lo que haces, tus decisiones y tus opiniones, no tiene nada que ver contigo. ¿Te acusa de haberte engañado? ¿Cuestiona su ausencia? Los celos y la falta de confianza suelen ser los signos reveladores de que tu pareja, por sí misma, no es fiel. Este amor destructivo no es una buena base para una relación sana.
8. Te sientes culpable.
Tal vez lleves tanto tiempo con tu pareja que sientas que sería cruel dejarla. Eres infeliz pero te quedas con él o ella porque te sientes triste por ellos. Pero recuerda: una relación en la que uno de los miembros de la pareja tiene que conformarse con lo que tiene delante no es buena para la pareja. Es un amor destructivo que arruinará la vida de ambos.
9. Dependes económicamente de tu pareja.
Muchas parejas funcionan perfectamente incluso cuando sólo uno de los miembros trabaja. Han encontrado un equilibrio. Pero esto también puede convertirse en una trampa para la persona que no gana dinero. A menudo se quedan porque no tienen otra opción. No saben cómo vivir por su cuenta o no ven cómo construir una vida por su cuenta.
10. Te quedas con él porque tienes miedo de estar sola o por el bien de los niños.
No hace falta decir que permanecer en una relación porque tienes miedo de estar solo o porque crees que es mejor para los niños es una señal reveladora de que tu amor es un amor destructivo. Este tipo de relación no puede ser sana ni feliz. Uno de los miembros de la pareja está dispuesto a aceptarlo todo del otro, con tal de no volver a estar soltero o de tener a alguien que le ayude con los hijos.
¿Te reconoces en estos signos reveladores? ¿Su relación es sana o tiene un amor destructivo? Si eres una de esas parejas que no son felices juntas, no dudes en dar el gran paso: ¡dejarlo! Puede ser difícil, pero al final serás feliz y te sentirás realizado. Al fin y al cabo, tienes que pensar en tu futuro y dejar de lado tus miedos y dudas para construir una vida amorosa estable. Renunciar a un amor destructivo puede ser lo más valiente que hagas en tu vida, pero valdrá la pena.
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