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¿Sueña con un parto natural? Aquí tienes 4 consejos que debes seguir…

¿Sueña con un parto natural? Aquí tienes 4 consejos que debes seguir…

Aunque todas las formas de parto son hermosas y naturales, históricamente el término “parto natural” se refiere a un parto vaginal sin analgésicos farmacéuticos ni otras intervenciones médicas.

Si está pensando en un parto natural y sin medicación, no está sola. Pero debes estar preparado.

Alrededor del 40% de las mujeres que dan a luz a un bebé único por vía vaginal deciden no ponerse la epidural.

Algunas de estas mujeres habían planeado un parto natural, mientras que otras eligieron esta vía simplemente porque no tenían tiempo para ponerse la epidural.

La decisión de dar a luz sin medicamentos ni intervenciones es extremadamente personal. Si opta por esta opción, tendrá que investigar y prepararse para ello.

A continuación, te explicamos lo que debes saber para prepararte para un parto natural.

Antes de empezar, aquí hay algunas definiciones para que todo el mundo se ponga de acuerdo:

parto natural = parto fisiológico = parto sin medicamentos (es un término que se utiliza de forma incorrecta, ya que todos los partos son naturales, pero ha entrado en la jerga)

Etapa 1: Formación para el parto natural

Cuando se trata de planificar la experiencia del parto natural, la base es una formación completa sobre el parto y hay una gran cantidad de cursos disponibles.

Incluso hay cursos de hipno-parto, a veces llamado método Mongan. Las personas que utilizan este método de parto natural aprenden a utilizar la autohipnosis con el objetivo de experimentar un parto tranquilo.

La idea es que la hipnosis también ayuda a minimizar el dolor y las molestias inherentes al parto natural.

Sea cual sea el método que elijas, hay muchas cosas que puedes aprender durante la clase de preparación al parto y que puedes hacer para preparar tu cuerpo y tu mente para el trabajo de parto. De hecho, algunos educadores de parto fisiológico pueden recurrir a varios métodos diferentes y presentarte una gran cantidad de ideas sobre cómo gestionar tu parto.

Aprenderás a relajarte y a apoyar el trabajo de parto, así como a controlar las contracciones. También aprenderás mucho sobre la lactancia materna, las intervenciones habituales durante el parto, la medicación para el dolor, las cesáreas e incluso el parto vaginal después de una cesárea.

Etapa 2: Elegir el equipo de apoyo al parto natural

La persona que elija para que le asista durante el parto es una decisión muy importante cuando se plantea un parto natural. Tener a alguien que te apoye te ayuda a sentirte querida y cuidada durante el parto y el nacimiento normal.

Pero también puede ayudarle a controlar el dolor, a sentirse más cómodo y a defender sus preferencias y deseos.

Familia y amigos

La mayoría de las mujeres deciden que su pareja, un familiar, un amigo o una combinación de personas las acompañen durante el parto. La clave, sin embargo, es limitar el número de personas que estarán en la sala de partos a aquellas que estén preparadas para darte el tipo de apoyo que necesitas.

Aunque quieras estar rodeado de la gente que quieres, demasiada gente puede distraer e interferir en la gestión de tu trabajo.

Del mismo modo, las salas de partos pueden resultar a veces pequeñas y es conveniente que tengas mucho espacio para moverte durante el parto. Demasiada gente en la sala puede impedirlo.

También debes elegir a personas que sepas que te apoyarán a ti y a tus decisiones. Si tu hermana o tu madre, por ejemplo, se oponen a un parto natural o les pone nerviosos el concepto, es posible que no quieras incluirlas en tu equipo de apoyo.

La doula

Además del médico o la comadrona, muchas mujeres contratan a doulas con experiencia para que las ayuden durante el parto. El uso de una doula puede ayudar a reducir la necesidad de medicación para el dolor y puede ayudar a que el parto sea más cómodo.

Ten en cuenta que una doula no sustituye a tu familia ni proporciona atención médica, sino que aporta conocimientos, experiencia y un conjunto de habilidades especializadas para ayudarte a afrontar el parto.

Además, definirás su papel antes de que comience el parto y lo perfilarás en tu plan de parto.

Etapa 3: Aprender a sobrellevar el dolor del parto natural

Para gestionar y hacer frente al dolor del parto, necesitarás una serie de herramientas a tu disposición.

Posicionamiento y movimiento

Una de las formas más eficaces de afrontar el trabajo es el movimiento. Mecerte, caminar y otros movimientos pueden ayudarte a controlar el dolor de las contracciones y a progresar en el parto.

Querrá aprender cómo las diferentes posiciones y movimientos le ayudarán a guiar su trabajo no medicado.

A veces se pueden utilizar estos movimientos naturales para que el trabajo progrese más rápidamente y para controlar las molestias, como el trabajo de la espalda. También puede utilizarlos para ralentizar su trabajo o aumentar su comodidad.

La mayoría de las veces esta información se enseña en las clases de parto natural, así que asegúrate de que la clase que elijas la cubra.

También hay una variedad de puestos de trabajo. Algunos de ellos aliviarán el dolor, otros incluso pueden facilitar la colocación del bebé. Por ejemplo, gatear es una posición de gravedad neutra que puede darle un descanso entre las contracciones.

Ponerse en cuclillas puede ayudarle a ensanchar la zona pélvica para acelerar las cosas y acostarse de lado puede ralentizar el parto.

Y si te pones en posición sentada, ya sea en una pelota de parto o en una silla mirando hacia atrás, puedes permitir que la gravedad te ayude en el parto.

Alivio del dolor del parto natural

También hay muchas formas de hacer frente a las molestias del parto con métodos físicos. Algunas de ellas, como el movimiento, son naturales, mientras que otras, como el masaje y la contrapresión, pueden ser utilizadas por tu doula.

En las clases de preparación al parto se enseñan muchas herramientas para controlar el dolor.

Una almohadilla térmica en las extremidades inferiores o en la zona perineal hacia el final del parto puede ser especialmente útil. Además, muchas mujeres utilizan el agua para aliviar el dolor del parto natural y favorecer la relajación.

Relajación y respiración

La relajación y la respiración son lo que mucha gente piensa cuando se trata del trabajo de parto y del parto natural. De hecho, en la mayoría de las clases de preparación al parto se enseñan diversas técnicas de respiración, incluso en las que no se centran específicamente en la preparación para un parto natural.

Además, hay tantas técnicas que, aunque no te gusten algunas, puedes probar otras. He aquí algunas de las técnicas de relajación y respiración más enseñadas:

  • Respiración abdominal para el parto: Las respiraciones de limpieza que se realizan con este tipo de respiración permiten centrarse y trabajar para liberar la tensión.
  • Respiración Lamaze: Este tipo de respiración funciona a dos niveles. En primer lugar, cuando te concentras en tu respiración, tu atención se aleja de los dolores del trabajo.
    En segundo lugar, a medida que la respiración se hace más profunda, los músculos reciben más oxígeno y, en consecuencia, las contracciones son más eficaces.

Parto natural en el agua

El uso del agua durante el parto (a menudo llamado “hidroterapia”) no es nuevo, pero aunque antes sólo se ofrecía en centros de parto o paritorios, el parto natural en el agua se ha ido adoptando poco a poco en algunos hospitales.

El uso de un baño o una ducha durante el parto puede proporcionar uno de los mejores alivios del dolor en un parto natural sin epidural. Es una forma segura, sencilla y eficaz de afrontar el parto.

Es posible que tenga que hacer preparativos adicionales si desea dar a luz en el agua en el hospital. Pero puede que los beneficios de un parto en el agua merezcan la pena el esfuerzo adicional que tienes que hacer para conseguirlo.

4 consejos para un parto natural exitoso

Nota: El término “parto natural” es problemático. El trabajo de parto y el parto son procesos naturales para todas las mujeres embarazadas, tanto si se trata de una cesárea como de un parto vaginal medicado o un parto vaginal no medicado.

Ningún método de entrega es superior a los demás. Al referirse a un parto con poca intervención, un término más adecuado sería “parto sin fármacos” o “parto sin medicación”.

Además de los tres pasos anteriores, sigue estos cuatro consejos y te aseguro que tendrás un parto natural seguro.

1. Saber por qué quieres un parto natural

¿Qué significa para usted “parto natural”, es decir, dar a luz sin ninguna intervención o simplemente sin medicación para el dolor? ¿Desea limitar las intervenciones debido a los posibles efectos secundarios, a experiencias anteriores en un entorno médico o a una sensación de logro personal?

Cada persona tendrá un motivo diferente y encontrar el suyo le ayudará a abordar esta preocupación, pase lo que pase durante el parto.

2. Crear un plan de “parto natural”

Una vez que tengas una idea de tu experiencia ideal de parto normal, el siguiente paso es crear un plan de parto que detalle lo que te gustaría que ocurriera antes, durante y después del parto.

Además de las preferencias generales, como quién quiere que esté en la habitación del hospital durante el parto, el entorno físico y si quiere dar el pecho, su plan de “parto natural” puede incluir otras preferencias como:

 

  • No hay medicamentos
  • Libre circulación
  • Rotura natural de aguas
  • Control intermitente
  • Sin episiotomía
  • No hay vitamina K
  • ¿Ungüento para los ojos?
  • No hay baño para el bebé
  • No hay infusión
  • ¿Barrido de membrana?
  • Pitocin sólo si es necesario

3. Iniciar un programa de ejercicios

Al igual que las carreras de larga distancia, el parto natural requiere energía y resistencia. Las probabilidades de tener un parto exitoso (sin medicación) aumentan si se está muy en forma.

Debes considerar los nueve meses de embarazo como tu periodo de entrenamiento y empezar a prepararte para el parto desde el principio entrenando con regularidad. Aquí tienes una idea de lo que debes hacer:

  • 30 minutos de movimiento, siete días a la semana
  • Utiliza la elíptica o la bicicleta estática para aumentar tu ritmo cardíaco
  • camina siempre que puedas

La flexibilidad, especialmente en las caderas, te ayudará a la hora de empujar, por lo que las sesiones de estiramientos también son importantes. Intenta hacer 30 minutos de yoga prenatal uno o dos días a la semana.

Una advertencia: tu cuerpo produce relaxina durante el embarazo, lo que te hace naturalmente flexible. Por lo tanto, tenga cuidado de no esforzarse en exceso.

4. Pasar el inicio del parto en casa

Si quieres tener un parto natural o un parto fisiológico sin fármacos, lo mejor es no ir al hospital durante el mayor tiempo posible, sobre todo si es tu primer bebé.

Esto se debe a que las mejores estrategias para conseguir un parto normal (según tus condiciones) suelen ser más fáciles de llevar a cabo en casa que en el hospital.

La mayoría de las mujeres de bajo riesgo pueden ponerse de parto en casa sin problemas. En el trabajo de parto temprano, que puede durar una media de ocho horas o más para una madre primeriza, el cuello uterino se ablanda, se adelgaza y finalmente se dilata.

Cuando las mujeres acuden al hospital en los primeros momentos del parto, pueden pasar demasiadas horas en la cama con médicos, matronas y enfermeras que controlan su evolución.

Pueden esperar largas horas de monitorización del corazón y las contracciones del feto, muchas interrupciones del personal y un acceso limitado a un baño o a la posibilidad de moverse.

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